Acompáñanos a explorar la historia subterránea de la capital española con una visita a los Museos del Metro de Madrid. Bajo las bulliciosas calles se esconde una fascinante red de estaciones históricas, trenes antiguos y reliquias preservadas que cuentan la evolución del transporte en Madrid.
El 17 de octubre de 1919, el Metro de Madrid inauguró su primera línea, que conectaba el centro de Madrid con el barrio de los Cuatro Caminos. El servicio fue inaugurado por el rey Alfonso XIII y nació de la necesidad de un transporte rápido para dar respuesta al crecimiento demográfico y geográfico de la ciudad. Diseñado por los ingenieros Miguel Otamendi, Carlos Mendoza y Antonio González Echarte, la red se expandió rápidamente a lo largo de las décadas.
Hoy en día, el Metro de Madrid es uno de los sistemas de metro más extensos del mundo, con más de 300 estaciones y más de 290 kilómetros de vías. Transporta a más de 600 millones de pasajeros al año y conecta los distritos de la ciudad a través de sus 12 líneas principales, tres líneas de Metro Ligero y conexiones con otros medios de transporte.
Más allá de ser un sistema de transporte, el Metro de Madrid también alberga museos y exposiciones históricas que muestran el patrimonio subterráneo de la capital. Estaciones históricas como la ahora abandonada Chamberí, que formaba parte de la línea original de 1919, funcionan como cápsulas del tiempo del diseño de principios del siglo XX. Otros lugares destacados incluyen los restos arqueológicos bajo la estación de Ópera y la singular Nave de Pacífico, una antigua planta eléctrica. Además, la estación de Chamartín cuenta con una colección de trenes históricos, que ofrece una visión de la evolución del material rodante de la red a lo largo de los años. Estos museos del Metro de Madrid son una forma fascinante de descubrir la historia de la ciudad bajo sus calles.
Museos del Metro de Madrid: Historia bajo tus pies
Los Museos del Metro de Madrid ofrecen una mirada única a la historia subterránea del sistema de transporte de la ciudad. Al conservar estaciones originales, trenes históricos y restos arqueológicos, estos museos muestran cómo ha evolucionado el metro y su arquitectura e ingeniería.
Cómo visitar los Museos del Metro de Madrid
Los Museos del Metro de Madrid, que incluyen la estación de Chamberí, la Colección de Trenes Históricos de Chamartín, el yacimiento de los Caños del Peral en Ópera y la antigua subestación eléctrica de Pacífico, tienen entrada gratuita. Sin embargo, es necesario reservar a través de la web oficial: museosmetromadrid.es. Además, cada museo tiene horarios específicos, por lo que es recomendable consultar la página para verificar los horarios de visita y disponibilidad. Las visitas guiadas son una excelente manera de conocer en profundidad la historia y la tecnología del metro de Madrid.
Estos son los diferentes Museos del Metro de Madrid. Los hemos ordenado según lo interesantes que nos parecen para quienes, como nosotros, disfrutan del mundo ferroviario.
1. Estación abandonada de Chamberí (Andén 0)
Plaza de Chamberí, s/n, 28010 | Iglesia (L1)
La estación de Chamberí, parte de la línea original del metro de 1919, fue diseñada por el arquitecto Antonio Palacios. Cerró en 1966 debido a la limitación de la longitud de sus andenes, ya que Madrid comenzó a introducir trenes más largos. Apodada la “estación fantasma“, permaneció tapiada e intacta durante décadas hasta que fue restaurada y reabierta como museo dentro del proyecto Andén 0 en 2008. La estación conserva sus azulejos originales, señalización de época y anuncios publicitarios antiguos, preservando la estética del Madrid de principios del siglo XX.
Ten en cuenta que la estación de Chamberí requiere reserva anticipada debido a su aforo limitado. La entrada es gratuita, pero es necesario reservar a través de museosmetromadrid.es. Abre los viernes de 16:00 a 20:00 y los fines de semana de 10:00 a 14:00. Se ofrecen visitas guiadas. La entrada se encuentra en la Plaza de Chamberí, y la estación de metro más cercana es Iglesia (Línea 1).
Consejo viajero: ¿No encuentras entradas? Ten en cuenta que muchas personas reservan y no siempre se presentan, así que si estás en Madrid por poco tiempo y no consigues una reserva, merece la pena acercarte a la estación igualmente. Algunas plazas quedan vacantes, por lo que puede que tengas suerte si esperas en la fila por una cancelación de última hora.
2. Colección de trenes históricos de Chamartín
Estación de Madrid-Chamartín Clara Campoamor | Chamartín (L1, L10)
Ubicada dentro de la estación de Chamartín, esta exposición alberga una colección de trenes históricos del metro que abarcan distintas épocas. La colección incluye coches originales de la flota de 1919 y otros modelos que abarcan desde los inicios de la red hasta la introducción de trenes modernos a mediados del siglo XX.
Aquí podrás ver cómo ha evolucionado el metro desde sus primeros días hasta la actualidad. Entre los modelos más destacados se encuentra el lujoso modelo Cuatro Caminos de 1919, que contaba con asientos tapizados en tela y elegantes lámparas, todo un símbolo de lujo para la época. En contraste, el tren de la serie ‘Salamanca’, que data de la posguerra, incluía un espacio reservado para “caballeros mutilados“, reflejando la realidad social del momento.
El modelo más reciente de la colección nos lleva a la década de 1960 con los llamativos trenes verdes de la Serie 1000, los primeros en abandonar el clásico color rojo, que hasta entonces se había utilizado en todos los trenes como referencia al color de la bandera de Madrid.
Además de los trenes, la colección incluye varios paneles informativos, maquetas y fotografías históricas que detallan la evolución de la tecnología del Metro de Madrid, el crecimiento de la red, su arquitectura y los principales hitos de su historia.
La exposicion está directamente en los andenes de la estación de metro de Chamartín. Puedes seguir la señalización dentro de la estación para llegar. Consulta la web oficial del Metro de Madrid para reservar visitas guiadas y conocer los horarios actualizados.
3. Yacimiento de Caños del Peral
Plaza de Isabel II, s/n. 28013 | Ópera (L2, R)
El Yacimiento de Caños del Peral, aunque no está directamente relacionado con el metro, forma parte de la red de Museos del Metro de Madrid. Ofrece una perspectiva única sobre la infraestructura histórica de la ciudad y su transformación de pequeña villa a capital de España.
Las obras de renovación en la estación de Ópera en 2009 descubrieron un sistema de abastecimiento de agua del siglo XVII, que servía para suministrar los palacios cercanos y las fuentes públicas. Este sistema cayó en desuso en el siglo XIX y acabó sepultado a medida que la ciudad crecía. Con el tiempo, han salido a la luz partes de un acueducto, una fuente y un antiguo canal.
Estos restos han sido conservados e incorporados a la estación como una exposición histórica, que se puede ver a través de vidrieras. El yacimiento es accesible al público dentro de la estación de Ópera y cuenta con paneles informativos sobre su descubrimiento y restauración.
4. Nave de Motores de Pacífico
C. de Valderribas, 49, 28007 | Pacífico (L1)
La Nave de Motores de Pacífico se construyó entre 1922 y 1923 para proporcionar una fuente de energía independiente para el Metro de Madrid. Diseñada por Antonio Palacios, la instalación albergaba los enormes motores diésel y generadores necesarios para suministrar electricidad a la creciente red de metro. Adicionalmente, durante la Guerra Civil, la planta desempeñó un papel crucial en el mantenimiento del suministro eléctrico de Madrid cuando otras fuentes de energía se vieron afectadas.
Sorprendentemente, aunque la estética steampunk de la maquinaria parece (y es) antiquísima, la planta permaneció operativa hasta la década de 1970, cuando los avances tecnológicos (y las quejas por el ruido de los vecinos) forzaron su cierre.
Hoy en día, la Nave de Motores de Pacífico funciona como museo y muestra el patrimonio industrial del metro de Madrid. La exposición incluye motores originales, paneles de control y equipos mecánicos utilizados para abastecer las primeras líneas del metro. El recinto está abierto al público para visitas guiadas en días seleccionados.
Otros sitios en Madrid para amantes de los trenes
Además de los Museos del Metro de Madrid, la capital española ofrece otros lugares relacionados con el ferrocarril para los amantes de este medio de transporte. Estos lugares son perfectos para viajeros a los que, como a nosotros, les interesa todo lo relacionado con los trenes o para familias que buscan una experiencia divertida y educativa.
Estación de Delicias y Museo del Ferrocarril
Paseo de las Delicias, 61, 28045 | Delicias (L4)
El Museo del Ferrocarril de Madrid fue inaugurado en 1984 y alberga una de las colecciones más completas de trenes históricos y material ferroviario de España. La estación de Delicias, que acoge el museo, fue inaugurada en 1880 como uno de los primeros grandes nudos ferroviarios de Madrid y sigue siendo un hito arquitectónico del siglo XIX con su estructura de hierro y vidrio. El museo expone locomotoras de vapor, diésel y eléctricas, vagones antiguos y equipos de señalización. Situado cerca de la estación de metro Delicias, el museo está abierto durante todo el año y ofrece visitas guiadas y eventos temáticos, como el histórico Tren de la Fresa.
Tren de la Fresa
El Tren de la Fresa es una experiencia ferroviaria histórica que recrea el primer viaje en tren de la región de Madrid, que en 1851 conectó la ciudad con Aranjuez. La línea original, encargada por la reina Isabel II, fue el segundo ferrocarril de España y desempeñó un papel clave en el transporte de mercancías y pasajeros entre la capital y los jardines reales de Aranjuez. El nombre hace referencia a la tradición de Aranjuez como productora de algunas de las mejores fresas de España.
El trayecto se hace a bordo de vagones de madera restaurados remolcados por locomotoras históricas. Durante el viaje, se ofrece una degustación de fresas de Aranjuez. El tren opera en fines de semana seleccionados de primavera a otoño, partiendo desde el Museo del Ferrocarril y siguiendo la histórica ruta hacia Aranjuez, donde podrás visitar los jardines reales y otros sitios históricos.
Los billetes para el Tren de la Fresa deben reservarse con antelación a través de la web del Museo del Ferrocarril de Madrid, en estaciones de Renfe o llamando al 912 320 320. Los precios varían según el paquete elegido, con tarifas de ida y vuelta desde aproximadamente 25 € para adultos y 15 € para niños. El billete incluye el trayecto en tren, visitas guiadas a algunos lugares en Aranjuez y degustación de fresas a bordo. Para consultar horarios, precios y disponibilidad actualizados, visita la web oficial del Museo del Ferrocarril o los canales oficiales de Renfe antes de planificar tu viaje.
Edificio Histórico de la Estación de Atocha
Pl. del Emperador Carlos V, s/n, 28012 | Estación del Arte (L1)
La estación de Atocha, la principal terminal ferroviaria de Madrid, fue inaugurada en 1851 y experimentó una transformación significativa en 1992. El edificio original de hierro y vidrio, considerado una de las estaciones de tren más bonitas de España, fue reconvertido en un invernadero tropical con la construcción de la nueva terminal de trenes de alta velocidad. Este espacio alberga hoy más de 7.000 plantas de diferentes continentes, creando una fusión única entre la arquitectura ferroviaria histórica y un entorno natural exuberante.
El invernadero es una visita imprescindible para quienes pasan por la estación de Atocha, ya que ofrece un remanso de tranquilidad en medio del bullicio del mayor nudo de transporte de España. Su acceso es gratuito, por lo que es una parada ideal para quienes quieran conocer un poco de historia ferroviaria mientras disfrutan de una impresionante colección de plantas exóticas.
Templete monumental de la estación Gran Vía
Gran Vía, 55, 28013 | Gran Vía (L1, L5)
La estación de Gran Vía, inaugurada en 1919 con el nombre de Red de San Luis, fue una de las primeras estaciones de la red del Metro de Madrid. Su elemento más icónico era el templete de entrada diseñado por Antonio Palacios, una figura clave en la arquitectura madrileña de principios del siglo XX. Construido en granito y hierro, este pabellón monumental presentaba influencias neoclásicas y Art Déco, reflejando la visión de Palacios de dotar de grandeza a la infraestructura urbana. El templete fue desmontado en la década de 1970 y trasladado a la localidad de O Porriño, cuna del arquitecto.
Por suerte, como parte de una gran renovación de la estación, en 2021 se inauguró una reconstrucción del templete de Palacios. La nueva estructura replica fielmente el diseño original, con su imponente trabajo en piedra y sus detallados elementos de hierro. En el interior, una pequeña zona expositiva muestra documentos históricos, fotografías y objetos originales del metro relacionados con la historia de la estación.
Vestíbulo de la estación de Pacífico
Calle del Doctor Esquerdo, 219, 28007 | Pacífico (L1)
La estación de Pacífico, inaugurada en 1923, fue una pieza clave en la primera expansión del Metro de Madrid. Originalmente, albergaba instalaciones esenciales de control y oficinas de mantenimiento, fundamentales para gestionar el crecimiento de la red subterránea de la ciudad. Su nombre proviene de la cercana Avenida del Pacífico (actual Avenida de la Ciudad de Barcelona). Hoy en día, una sección de la estación se ha conservado como espacio museístico, donde se pueden ver carteles originales, antiguos mapas del metro y máquinas expendedoras de billetes.
Breve historia del metro de Madrid: De 1919 a la actualidad
El metro de Madrid se concibió a principios del siglo XX como respuesta al creciente tráfico urbano y la necesidad de una solución de transporte moderna para la capital. Tras casi una década de planificación y estudios de viabilidad, las obras comenzaron en 1917 y, el 17 de octubre de 1919, el rey Alfonso XIII inauguró la primera línea, que contaba con tan solo ocho estaciones y conectaba Sol con Cuatro Caminos.
La Compañía Metropolitana de Madrid, de propiedad privada y liderada por los ingenieros Miguel Otamendi, Carlos Mendoza y Antonio González Echarte, fue la encargada de ejecutar el proyecto. En sus inicios hubo dudas sobre su éxito, pero su instantánea popularidad llevó a la ampliación de la Línea 1, que se extendió hasta Atocha en 1921, y a la inmediata planificación de la Línea 2, que se inauguró en 1924 entre Sol y Ventas.
Durante la Guerra Civil Española (1936-1939), el metro desempeñó un papel esencial en la defensa de Madrid. Muchas estaciones fueron reforzadas para proteger a la población de los bombardeos aéreos. En 1941, el gobierno español tomó el control de la red, convirtiéndola en una empresa pública.
Tras la guerra, la construcción del metro resurgió con fuerza, y las décadas de 1940 y 1950 fueron testigo de importantes ampliaciones. En los años 70 se alcanzaron hitos clave, como la inauguración de la Línea 5 y la introducción de los primeros trenes con puertas automáticas.
Los años 90 y principios de los 2000 marcaron el período de mayor crecimiento de la red. En poco más de una década, el metro duplicó su tamaño, alcanzando más de 220 kilómetros en 2003. Entre las ampliaciones más destacadas estuvo la extensión hasta el Aeropuerto de Madrid-Barajas.
Hoy en día, el Metro de Madrid es el mayor sistema de metro de España, el tercero más grande de Europa después de Moscú y Londres, y el octavo del mundo, por detrás de ciudades como Nueva York y Cantón.
Datos y curiosidades del Metro de Madrid
El metro de Madrid es mucho más que un sistema de transporte: está lleno de historia, datos curiosos y detalles sorprendentes. Desde su histórica inauguración hasta sus túneles ocultos y diseños inusuales, aquí te dejamos algunas curiosidades sobre el Metro de Madrid.
¿Cuántos años tiene el metro de Madrid?
El Metro de Madrid se inauguró el 17 de octubre de 1919, por lo que tiene más de un siglo de historia. Fue inaugurado por el rey Alfonso XIII, accionista del proyecto que aportó un millón de pesetas para su construcción. La primera línea tenía 3,5 kilómetros y conectaba Sol con Cuatro Caminos.
¿Cuántos kilómetros tiene el Metro de Madrid?
El Metro de Madrid opera con 12 líneas, tres líneas de Metro Ligero y conexiones adicionales con la red de cercanías, sumando un total de 302 estaciones. La red transporta a más de 600 millones de pasajeros al año, lo que la convierte en uno de los sistemas de metro más transitados de Europa.
La línea más larga de la red es la Línea 12 (MetroSur), que recorre 40,9 kilómetros con 28 estaciones y forma un anillo alrededor del sur de la Comunidad de Madrid. En contraste, la más corta es la Línea R (Ramal), con tan solo 1,1 kilómetros entre Ópera y Príncipe Pío, un importante nudo de transporte para los trenes de cercanías.
El sistema de metro más grande de España
Con sus 294 kilómetros de extensión, el Metro de Madrid es el más grande de España y, de hecho, el más extenso de la Unión Europea, superando en longitud tanto al Metro de París como al U-Bahn de Berlín.
Un logo que probablemente hayas visto antes
El logotipo del Metro de Madrid ha sufrido muy pocas modificaciones desde su creación.
El logotipo original, introducido en 1919, fue diseñado por el arquitecto Antonio Palacios. Inspirado en el icónico diseño del Metro de Londres, Palacios adaptó su roundel a una forma de rombo con un borde rojo y un rectángulo azul en el centro, donde se lee la palabra ‘Metro’ en blanco. Este diseño buscaba ser altamente visible y reconocible.
Curiosamente, en lugar del logo, los primeros trenes del metro llevaban en su lateral el escudo de la Villa de Madrid. El emblema incluía la corona real, el icónico Oso y el Madroño, y las siete estrellas de la bandera de Madrid, que representan la constelación de la Osa Mayor.
En 1924, se realizaron pequeñas modificaciones para estandarizar la tipografía y las proporciones. El logotipo permaneció prácticamente inalterado hasta principios de la década de 1960, cuando se probó un rediseño experimental con un emblema circular de estética más minimalista. Sin embargo, este cambio no tuvo buena acogida entre el público.
Especificaciones del metro de Madrid
El sistema opera con vías de ancho estándar (1.435 mm) y cuenta con trenes de gálibo estrecho y gálibo ancho. Los trenes de gálibo estrecho, utilizados principalmente en las líneas 1, 2, 3, 4, 5 y R, miden aproximadamente 2,3 metros de ancho, mientras que los de gálibo ancho, empleados en el resto de las líneas, alcanzan los 2,8 metros. El metro funciona con corriente continua de 600 V suministrada a través de un tercer carril, salvo en las ampliaciones más recientes, que utilizan catenaria aérea de 1.500 V.
Profundidad del metro de Madrid
Uno de los aspectos más curiosos del metro de Madrid es la variación en su profundidad. Mientras que la mayoría de las estaciones son poco profundas, Cuatro Caminos, una de las estaciones originales de 1919, se encuentra a unos 45 metros bajo la superficie, convirtiéndola en una de las más profundas de la red. Además, el metro madrileño alberga la escalera mecánica más larga de España, ubicada en la estación Paco de Lucía. Mide 100 metros de longitud y salva un desnivel de 15 metros.
Un metro con dos líneas circulares
El metro de Madrid cuenta con dos líneas circulares: la línea 6 (línea gris) y la línea 12 (MetroSur). La línea 6, completada en 1995, es un anillo subterráneo que rodea el centro de la ciudad, mejorando la conectividad entre las líneas radiales sin necesidad de pasar por estaciones centrales. Por su parte, la línea 12, inaugurada en 2003, es una línea circular en la zona sur que conecta varios municipios de la Comunidad de Madrid. Pocos sistemas de metro en el mundo tienen dos líneas circulares completas; la mayoría, como Londres y Berlín, solo cuentan con una. Moscú, al igual que Madrid, dispone de varios anillos.
Una red de nombres confusos
Durante años, Madrid tuvo dos estaciones de metro con nombres similares: Atocha y Atocha-Renfe, lo que generaba mucha confusión. Para solucionar el problema, en 2018, Atocha-Renfe pasó a llamarse simplemente Atocha, mientras que la antigua estación Atocha fue renombrada como Estación del Arte para destacar su proximidad a los principales museos de Madrid.
Otro caso peculiar ocurrió en 2013, cuando la estación de Sol fue rebautizada temporalmente como Vodafone Sol, convirtiéndose en la primera estación con patrocinio en España. Sin embargo, la marca fue retirada en 2016. Otro ejemplo curioso es la estación Gregorio Marañón, cuyo nombre puede llevar a pensar que se encuentra cerca del Hospital Gregorio Marañón, cuando en realidad hace referencia a la avenida homónima.
Una biblioteca dentro de una estación
La estación de Cuatro Caminos cuenta con un espacio de intercambio de libros donde los viajeros pueden coger y donar ejemplares mientras esperan su tren.
Una estación de metro con mucho orgullo
En 2018, la estación de Chueca, ubicada en el barrio LGBTQ+ de Madrid, fue temporalmente renombrada para celebrar el Orgullo de Madrid. La decoración de la estación se modificó para incluir la bandera arcoíris. El diseño fue tan exitoso que la estación la adoptó de forma permanente, incluyendo el cartel principal en la plaza de Chueca.
De manera similar, en 2021, la estación de Plaza de España recibió una renovación que incorporó la bandera de España en sus paredes y señalización. Esta actualización generó debate sobre el creciente uso de símbolos nacionales en la infraestructura pública.
¿Dónde está la estación de metro abandonada en Madrid?
La estación de Chamberí, parte de la línea original del metro de 1919, fue clausurada en 1966 porque sus andenes eran demasiado cortos para los nuevos trenes de mayor longitud. Permaneció oculta durante décadas hasta que reabrió como parte del museo Andén 0 en 2008.
¿Cuál es la estación más espectacular del metro de Madrid?
La estación de Arganzuela-Planetario, en la línea 6, destaca por su diseño futurista, que incorpora elementos que recuerdan a un observatorio espacial, en referencia a su proximidad con el Planetario de Madrid.
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