Como cualquier ser urbano moderno que se precie, paso buena parte de mi día metido en los túneles subterráneos del metro, bien sea desplazándome en un convoy o andando por las laberínticas estaciones. Siempre con el fin de llegar de un lugar a otro.
Por este motivo, muchos pensarían que visitar una antigua estación de metro en desuso simplemente por verla puede ser algo extraño o directamente una pérdida de tiempo.
Lo cierto es que el peso histórico y estético de un lugar tan emblemático como una estación de metro abandonada, sumado a mi fanatismo por los trenes y sistemas de transporte urbano hicieron de mi visita a la madrileña estación de Chamberí una de las experiencias más interesantes que haya vivido en la capital española hasta la fecha.
La estación de Chamberí se encuentra ubicada bajo la plaza del mismo nombre en uno de los barrios más famosos del centro de la ciudad. Fue inaugurada en 1919 y fue una de las primeras doce estaciones de la línea 1 de la red de Metro de Madrid.
Durante los bombardeos fascistas que asolaron la capital durante la Guerra Civil Española (1936-1939), la estación, al igual que muchas otras del sistema subterráneo, funcionó como refugio antiaéreo para los vecinos de la zona.
Los años pasaron y la estación de Chamberí estuvo abierta al público hasta 1966, cuando se decide aumentar la longitud de los trenes. Ante la dificultad técnica que suponía ampliar los andenes por tratarse de una estación en curva y dada la cercanía de las estaciones de Iglesia y Bilbao, se tomó la decisión de clausurar la estación al público.
Durante más de cuatro décadas, la estación de Chamberí permaneció cerrada a cal y canto, hasta que en el año 2006 se decidió rehabilitarla y convertirla en un museo que alojaría el Centro de Interpretación del Metro de Madrid.
En el 2008 el museo Andén 0 abrió sus puertas y, desde entonces, se ha convertido en uno de los museos alternativos de Madrid por excelencia.
Si bien se trata de una estación de metro que estuvo en funcionamiento hasta entrados los años sesenta, se ha restaurado de tal manera que evoca el esplendor de los años que la vieron nacer. Los azulejos, las taquillas y los tornos recuerdan a principios del siglo XX y permiten hacerse una idea perfecta de cómo era el metro en esa época.
En los andenes, azulejos publicitarios cuidadosamente restaurados se alternan con proyecciones de imágenes antiguas del metro. Tanto los espacios para la publicidad, como las baldosas blancas que cubren los muros y las bóvedas de la estación son originales y fueron diseñados por el arquitecto Antonio Palacios, artífice de emblemáticos edificios como el Palacio de Cibeles o el Círculo de Bellas Artes.
Y aunque la estación de Chamberí ya no recibe pasajeros, por el túnel aún circulan trenes.
Una de las cosas más entrañables de la visita fue ver varias parejas de personas mayores que probablemente querían volver a poner pie en una estación que habían utilizado hace años y que, literalmente, había desaparecido del mapa.
El Andén 0 es sin lugar a duda una de esas pequeñas maravillas que la ciudad de Madrid atesora.
Horarios y tarifas del Andén 0
Viernes de 11:00 a 13:00 y de 17:00 a 19:00 horas.
Sábados y domingos de 10:00 a 14:00 horas.
¿Cuanto cuesta visitar la estación de Chamberí?
La visita es gratuita. Se recomienda reservar previamente mediante los teléfonos 660 858 111 o a través del email [email protected]
Gratuita?! Wow, seguro que voy a visitar la próxima vez de estoy en Madrid. A mi también me encanta los trenes y estoy seguro que un museo así me interesería mucho – gracias!
¡Pero qué chulada! No lo conocía y eso que he vivido dos años en Madrid. Buen post!!
Rebeca