La “Ciudad que Nunca Duerme” ofrece planes inagotables para una visita de cinco días o una semana, si es nuestra primera visita, hay que planificar muy bien lo que queremos ver para llevarnos lo esencial de Nueva York.
En este post voy a concentrarme en lo que hay que ver en Manhattan. Bien es sabido que la ciudad de New York está compuesta, además de Manhattan, de cuatro distritos o boroughs (Brooklyn, Queens, Bronx y Staten Island) y cada uno tiene lugares impresionantes para visitar y una atmósfera distinta, pero para una primera vez en Nueva York, lo más práctico es concentrarnos en su corazón.
Una visita de 5 días o una semana en Nueva York es suficiente para pasear por sus barrios, vivir sus calles y ver lo esencial.
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Compras por la 5º Avenida
Nada mejor para aclimatarte que una visita a una de las arterias más características de la Gran Manzana. Cartier, Gucci, Louis Vuitton o el inolvidable escaparate de Tyffany & Co frente al que Audrey Hepburn devoraba su croissant en Desayuno con diamantes. El lujo y el glamour recorren la zona alta de la Quinta Avenida, mientras que a medida que se baja las tiendas empiezan a ser más “de a pie”.
En este eje encontramos paradas obligadas como el Rockefeller Center, el edifico Chrysler y la neogótica catedral de St Patrick.
Paseo por Central Park
Lagos artificiales, bosques, campos de baseball, ríos, fuentes, un castillo y populares monumentos como el Strawberry Fields dedicado a John Lennon (vecino al Edificio Dakota, lugar donde fue asesinado) o el dedicado a Alicia en el País de las Maravillas, se concentran en el denominado pulmón verde de la ciudad, uno de los parques urbanos más conocidos del mundo. De forma rectangular y con casi cuatro kilómetros de largo, es posible recorrerlo alquilando una bicileta, dando un paseo en calesa o a pie para los más animados.
High Line y el Meatpack District
Este nuevo parque de casi dos kilómetros recorre lo que fue el antiguo paso elevado del ferrocarril en la denominada línea oeste en la zona del Meatpacking District, en el barrio de Chelsea. Son tres tramos ajardinados, bastante concurridos y populares que ofrecen otra perspectiva de la ciudad recorriendo la rivera del Río Hudson.
El Meatpacking District, una antigua zona de almacenaje y distribución que se ha transformado hoy en una de las áreas más trendy y alternativas neoyorquinas. Tiendas de diseñadores emergentes, restaurantes exclusivos y el sorprendente Chelsea Market, repleto de delicatessen para los paladares más exigentes.
Subir al Empire State
Con 443 metros de altura es la segunda de las cimas más altas de la gran urbe. Esta obra maestra del Art Decó acabada en 1931, fue durante décadas el edificio más alto del mundo. Es fácil de recordar por escenas como King Kong escalando a su cima. El techo del portal de acceso está decorado con paneles dorados que representan el sol y los planetas, mientras que sus paredes tienen murales de las Siete Maravillas del mundo antiguo.
Para visitar el mirador del Empire State, en la planta 86, deberemos acceder al Empire Room, en la entreplanta del edificio, donde compraremos los tickets para coger uno de los ascensores de alta velocidad. Lo mejor es ir al atardecer para contemplar la ciudad encendiendo sus luces.
Vuelta por East Village y el Lower East Side
Con la apertura del New Museum de arte contemporáneo, esta legendaria zona de Manhattan que ya en los años 60 fue la cuna de artistas, músicos y hippies, y en los 70 fue escenario del punk, hoy se reinventa como centro de la escena hipster de la ciudad. Las tiendas y locales de ocio más alternativos se mezclan con el vintage y las galerías de arte en torno a St Mark’s Place.
Tomar un Ferry a Ellis Island y la Estatua de la Libertad
Desde uno de los parques más populares de la ciudad, el Battery Park, puede cogerse uno de los ferrys que hace la ruta a Ellis Island, un islote en la zona superior de la bahía próximo a Nueva Jersey donde se encuentra el denominado Museo de la Inmigración, que recoge la historia a modo de memorial de los Emigrantes que llegaron a la ciudad a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. El trayecto incluye una parada en la popular Estatua de la Libertad.
Broadway y Times Square
La mejor hora para ir a Times Square, el corazón de Broadway es la noche. Sus deslumbrantes neones, las gigantesca pantallas y el reclamo de los numerosos teatros musicales hacen de este verdadero cruce de caminos de la ciudad, un bullicioso espectáculo urbano.
Chinatown y Little Italy
En Nueva York todo es posible, incluso viajar en muy poco espacio y tiempo de China a Italia. Entre el East Village y Tribeca, en el denominado Lower East Side, se asienta gran parte de la colonia china de Nueva York. Fachadas repletas de carteles, comercios y tiendas de alimentación, junto con restaurantes conforman un área que comenzó a formarse desde finales del siglo XIX y que hoy por hoy es una de las colonias chinas más antiguas y pobladas fuera del continente asiático.
Contiguo a Chinatown, se sitúa un pequeño reducto italiano, que se salva de la creciente expansión oriental, es la denominada Little Italy. Formada por los inmigrantes a comienzos del siglo XX, su eje lo conforma Mulberry St, entre Broome St y Canal St. Es fácilmente reconocible por sus numerosos restaurantes frecuentados por turistas y locales.
Financial District
Inmerso en el denominado Lower Manhattan, el corazón del Financial District es Wall St, donde se encuentra el famoso edificio de la Bolsa de Nueva York. Rodeado por los ríos East y Hudson, llama la atención por sus altos edificios y la estrechez de sus calles, en comparación con el resto de la ciudad. En esta extraña maraña residencial y de negocios se encuentran además el nuevo World Trade Center y el Battery Park, lugar al que llegaron los holandeses en 1623 para fundar lo que denominaron Nueva Ámsterdam.
Visita al Metropolitan Museum of New York
No existe nada del mundo que no encuentres dentro de este museo. Un jardín japonés, una habitación de Pompeya, un salón rococó francés o un templo egipcio. Fundado en 1870 como uno de los primeros museos de arte enciclopédicos, sus numerosas galerías recorren a lo largo de cuatro bloques los seis continentes (los cinco clásicos más la Antártida) y ocho milenios de historia. Un punto a su favor es que el precio de la entrada es la voluntad, pudiendo así acceder pagando unos pocos centavos.
El Meatpack District es algo que dejé pendiente de mi última visita a Nueva York. Cuando vuelva no me lo pierdo!!
Me encanta los fotos aquí, especialmente lo del Empire State Building. Efectos hermosos!
Gracias Sam!