Capri es sin duda uno de los lugares turísticos más famosos del sur de Italia. Esta isla, ubicada en el mar Tirreno, muy cerca de la ciudad de Nápoles y la Costa Amalfitana, es un destino que toda persona debería visitar. Si bien es famosa por su ambiente exclusivo, esta isla ofrece mucho más. Si estás pensando en visitar este rincón de Campania, no te puedes perder este artículo con las mejores cosas para hacer y atracciones que ver en Capri. Seguro que descubres que la “Perla del Mediterráneo” tiene mucho más de lo que piensa el viajero promedio.
La isla de Capri es sinónimo de lujo, hoteles inaccesibles, celebridades y boutiques exclusivas. Y, aunque no negamos que esta sea parte de su escena turística, este maravilloso lugar también tiene un alma silenciosa, callejones escondidos y rincones auténticos. Para comprender su esencia, no necesariamente necesitas tener un yate y una cuenta bancaria de cinco cifras. Sus bellezas naturales, su mar azul y sus interminables atardeceres están al alcance de todos.
La historia de L’isola di Capri está marcada por su estatus como patio de recreo de los ricos y famosos. Gobernantes, industriales, escritores, artistas, músicos y cineastas, la lista de personalidades que han veraneado en la isla está repleta de VIPs. El primero fue sin duda Tiberio Augusto, segundo emperador romano. En el extremo oriental de la isla se encuentran los restos de la monumental Villa Jovis, la mayor que su numerosas residencias desde las que gobernaba el imperio.
Muy cerca de Villa Jovis hay otro lugar dedicado al hedonismo, Villa Lysis, construida a finales del siglo XIX por el noble y literato francés Jacques Fersen. Pero quizá la más famosa de las atracciones turísticas de Capri es la Gruta Azul. Esta Grotta Azzura es una cueva marina conocida por sus encantadoras aguas de un imposible azul brillante. Otros de los atractivos imperdibles de la isla de Capri incluyen los Farallones, la Marina Grande, la Piazzetta, Via Carmelle, los Jardines de Augusto o el Arco Natural. Continúa leyendo este artículo para descubrir más sobre las principales cosas que ver en Capri, Italia.
En la isla de Capri puedes encontrar alojamiento para todos los presupuestos, pero ten en cuenta que incluso la habitación más barata de la isla puede costarte tanto como una habitación de gama media (incluso alta) en otros lugares de Italia.
Capri es famosa por su lujo, villas privadas y hoteles exclusivos. Los precios son altos, pero el ambiente vale la pena. Si quieres ahorrar algo de dinero en el alojamiento, lo mejor que puedes hacer es reservar con mucha antelación.
Esta es una lista con las actividades esenciales y atracciones imperdibles que ver en Capri para que no te pierdas de nada en la famosa Perla del Mediterráneo.
1. Marina Grande
Marina Grande es donde llegan todos los ferries a Capri.
Muchos de los visitantes que llegan a Capri dejan Marina Grande sin detenerse ni un momento para admirar su belleza, lo cual es una pena. Los elementos característicos de este pueblo dentro de un pueblo son sus casas de colores y las barcas de pescadores atracadas en su bahía.
Sus tabernas, pequeñas tiendas, restaurantes y bares de distinto tipo la convierten además en un lugar muy conveniente si buscas comprar souvenirs o buscas restaurantes de gastronomía típica.
Marina Grande es una de las zonas recomendadas donde alojarse en Capri.
En esta zona también hay una playa pública muy popular entre los lugareños. El agua, a pesar de su proximidad al puerto, siempre está limpia.
Desde la Marina Grande, muy cerca del puerto, parte el funicular hacia el centro de Capri. Este curioso medio de transporte llega a pocos metros de la famosísima Piazzetta, el principal lugar de encuentro de la isla.
Como es de esperar, Marina Grande es el lugar de origen de la mayoría de tours y actividades en barco en Capri. Estos son algunos de los mejor valorados:
2. Piazzetta di Capri
Conocida como el Salotto del Mondo (salón del mundo), la Piazzetta es un lugar único en el que monarcas, actores y gente común se sientan uno al lado del otro.
La Piazzetta de Capri, oficialmente Piazza Umberto I, es el centro de la ciudad y el lugar donde se desarrolla toda la vida social de la isla. Es el destino predilecto de los VIPs de vacaciones en Capri, pero también de la gente corriente, que ocupa las mesas de los bares desde el desayuno hasta la última copa de la noche.
Este famoso lugar está enmarcado por edificios históricos como el ayuntamiento y la legendaria Torre del Reloj, además del quiosco del pueblo y la pequeña oficina de información del Patronato de Turismo.
Las vistas del Golfo de Nápoles que se puede admirar desde la Piazzetta son únicas; la ciudad de Nápoles directamente en frente, el monte Vesubio a la derecha y la isla de Ischia a la izquierda.
3. Gruta Azul
La Gruta Azul es probablemente la atracción turística más famosa de Capri. Se trata de una cueva marina situada en la costa noroeste de la isla.
La cueva es célebre por sus aguas de un azul intenso y brillante que aún hoy fascinan a los visitantes.
Conocida por los romanos, como lo demuestran las estatuas antiguas encontradas en su fondo, se cree que la Gruta Azul era la piscina personal del emperador Tiberio cuando en el año 27 d.C. estableció la capital del Imperio Romano en la isla. Se cree que la cueva hacía las veces de ninfeo (lugar de ocio vinculado al culto del agua) de la cercana villa Gradola.
La Gruta Azul tiene 60 metros de largo y 25 metros de ancho, mientras que 150 metros separan la superficie del agua de la cueva de su fondo arenoso. La mágica luz en la cueva proviene de dos fuentes, el pequeño agujero en la roca que se usa como acceso a la cueva y un agujero sumergido más grande que es el responsable de la mayor parte de la iluminación.
Estas dos fuentes de luz crean un maravilloso efecto en el que las aguas resplandecientes del fondo de la cueva contrastan con la oscuridad cavernosa por encima de la superficie.
Los recorridos para visitar la gruta parten de Marina Grande y duran alrededor de una hora en total. Sin embargo, la Grotta Azzurra puede ser difícil de visitar. ¿El motivo? Para poder entrar en la cueva, el mar debe estar absolutamente en calma.
Una vez llegas a la Gruta Azul, cambias de barco y visitas el interior de la cueva con un tradicional bote de remos.
4. Farallones de Capri
Famosos en todo el mundo gracias en parte a los sugerentes anuncios de perfume de Dolce & Gabbana, los Faraglioni son tres formaciones rocosas situadas al sureste de la isla de Capri.
Estos accidentes geográficos se identifican con tres nombres distintos: el primero, que está unido tierra firme, es el Faraglione di Terra; el segundo, separado del primero por el mar y con un arco natural en su centro, es el del Mezzo, mientras que el tercero, el más alejado, es el Faraglione di Fuori. Este último es conocido por ser el único hábitat del lagarto azul.
Además de sus nombres oficiales, cada farallón recibe además un nombre local, más poético. Así, el de Terra se conoce como Stella (estrella), el Mezzo como Saeta (flecha), y el de Fuori como Scopolo.
5. Jardines de Augusto y Via Krupp
Los Jardines de Augusto son el punto más panorámico desde el que fotografiar los farallones de Capri.
Además, desde los jardines también se puede admirar la vía Krupp, un camino panorámico en zigzag que desciende vertiginosamente sobre la roca y conecta los jardines de Augusto con el pequeño puerto y la zona costera de Marina Piccola.
El nombre de la calle está ligado a su creador, el magnate alemán del acero Friedrich Alfred Krupp, que vivía el centro de Capri y tenía su barco amarrado en la Marina Piccola. En 1899, el industrial decidió comprar los terrenos para construir una carretera y poder así acceder a Marina Piccola desde el centro histórico más fácilmente.
La carretera, excavada directamente en la roca caliza, serpentea durante más de 1,3 kilómetros y tiene un desnivel de cien metros.
6. Villa Jovis
Villa Jovis es el sitio arqueológico más importante que ver en la isla de Capri. Se encuentra en la parte más oriental de la isla, en la cima del monte Tiberio y a 354 metros sobre el mar.
Lo que hace famosa a esta antigua villa es el hecho de que estuvo habitada por el emperador romano Tiberio Julio César Augusto del 26 al 37 d.C. Por tanto, durante 11 años, la isla de Capri fue, en efecto, capital del Imperio Romano.
Villa Jovis fue la principal de nada menos que 12 villas que el emperador Tiberio ordenó construir en Capri y ocupaba una superficie de unos 7.000 metros cuadrados, en una posición estratégica que le permitía dominar gran parte del Golfo de Nápoles. La construcción, a medio camino entre una típica villa romana y una fortaleza, fue abandonada tras la muerte de Tiberio.
No fue hasta el siglo XVIII, cuando el rey Carlos de Borbón decidió transformarla en una cantera para extraer los ricos materiales con los que había sido construida y reutilizarlos en la construcción de sus villas.
7. Torre del Faro y Parco Astarita
La Torre del Faro fue utilizada por el emperador Tiberio para comunicarse con los otros puestos avanzados ubicados en la península de Sorrento y en el Golfo de Nápoles. Las comunicaciones se hacían gracias a señales luminosas y le permitieron gobernar el imperio durante once años sin salir de Capri.
A causa de un terremoto, la Torre del Faro se derrumbó en el año 37, pocos años antes de la muerte del emperador. Rápidamente fue reconstruido y utilizado como señal para los marineros, y siguió funcionando durante la Edad Media gracias a los ermitaños que vivían en la pequeña iglesia de Villa Jovis.
Junto a la Villa Jovis y el faro se encuentra el Parque Astarita, uno de los lugares más bellos de Capri. Fue construido gracias a Mario Astarita, coleccionista y banquero que llegó a Capri en la década de 1920 y se enamoró de la isla, eligiéndola como su refugio.
Tranquilo y muy poco turístico, el Parco Astarita es uno de los secretos mejor guardados de Capri. Desde aquí, puedes disfrutar de excepcionales panoramas de los Faraglioni, el Golfo de Nápoles, la península de Sorrento, la costa de Amalfi y el archipiélago de Li Galli.
8. Villa Lysis
Villa Lysis o Villa Fersen fue diseñada a principios del siglo XX por el arquitecto Edouard Chimot a instancias del joven barón Jacques d’Adelsward-Fersen que la convirtió en su residencia, amueblándola con objetos que traía consigo de sus viajes por Oriente.
De estilo Art Nouveau y con influencias neogóticas y neoclásicas, la residencia se encuentra en la colina de Tiberio, en la parte nororiental de la isla, a pocos pasos de Villa Jovis.
Villa Lysis se divide en tres plantas. En la planta baja se encuentra la zona que en su día estuvo destinada a la galería, la sala de estar y la biblioteca. La planta superior acoge el dormitorio del Barón Fersen y el de su pareja, Nino Cesarini. A lo largo del pasillo se encuentran la habitación de invitados y el comedor. En el sótano hay espacios que antes estaban reservados para los sirvientes y la famosa sala china donde al noble francés le encantaba fumar opio.
9. Marina Piccola
Al final de via Krupp se encuentra Marina Piccola, una pequeña bahía en el lado sur de la isla caracterizada por su espléndida vista de los farallones. Está protegida por el Monte Solaro, que la protege del viento, y está más expuesta al sur, por lo que es una de las playas más cálidas y populares de Capri incluso en invierno.
En Marina Piccola hay varios edificios, en su mayoría de carácter turístico, pero también está la pequeña iglesia de Sant’Andrea, que data de principios del siglo XX.
Entre sus playas más famosas está el Scoglio delle Sirene. Se dice que las rocas de este rincón del mar Tirreno estaban habitadas por las sirenas que hechizaron a Ulises y lo atrajeron hacia ellas.
En Marina Piccola hay varios balnearios privados, pero también hay dos playas gratuitas: Marina di Pennauro y Marina di Mulo. Si visitas durante la estación cálida, es recomendable llegar temprano en la mañana para asegurarte un buen sitio.
Ten en cuenta también que, por encontrarse en el lado sur de la isla y a la sombra del Monte Solaro, el sol se esconde alrededor de las 16:00.
Marina Piccola es una de las mejores zonas donde dormir en Capri.
10. Anacapri
Anacapri es completamente diferente de la llamativa Capri. Se trata de un pueblo más tranquilo y reservado que esconde atracciones inesperadas.
Las principales atracciones de Anacapri incluyen la Iglesia de San Michele, que cuenta con un maravilloso suelo de mayólica en el interior, la Casa Rossa, una espléndida villa de finales del siglo XIX con una galería de obras que representan la isla, y la Villa di San Michele, una casa museo construida a finales del siglo XIX en por el médico y autor sueco Axel Munthe.
Finalmente, no te puedes perder el Monte Solaro, que está conectado con Anacapri mediante un sistema de telesilla.
11. Monte Solaro
Siguiendo con la lista de atracciones que ver en Capri, te recomiendamos absolutamente que tomes el telesilla monoplaza que desde Anacapri te lleva sin esfuerzo (pero a lo mejor con algo de vértigo) al Monte Solaro.
La razón es simple: el panorama es excepcional, abarca todo el golfo de Nápoles con el Vesubio, la costa de Amalfi y los maravillosos farallones.
12. Arco Naturale
El Arco Natural es una formación rocosa natural que forma un arco perfecto.
Los procesos erosivos de millones de años en esta formación de piedra caliza han dado como resultado una estructura de 12 metros de ancho y 18 metros de altura sobre el nivel del suelo. Un claro ejemplo de cómo la naturaleza es una verdadera obra maestra.
El arco se encuentra en el extremo este de la isla, en un lugar desde el que se puede disfrutar de la vista de la península de Sorrento y las islas Li Galli. El evocador arco domina el voladizo llamado “o’ funno”, un balneario frecuentado por los habitantes de la isla.
El acceso al arco es posible a través de senderos señalizados que además ofrecen puntos panorámicos desde los que admirar el espectacular paisaje natural.
13. Iglesia de San Michele alla Croce
La iglesia, así como el barrio en el que se encuentra, toman el nombre de “della croce” por la gran cruz que domina la colina. La estructura de la iglesia de San Michele alla Croce es muy particular por sus formas sinuosas y suaves. El edificio fue construido en épocas sucesivas: la parte original data del siglo XII y estaba dedicada a Santa María del Rifugio, ya que servía de refugio durante las incursiones piratas.
La iglesia de San Michele alla Croce no siempre cumplió la función de iglesia, a principios del siglo XIX fue utilizada como polvorín por los ingleses, que tenían su fuerte justo en la colina que la corona.
14. Gruta Blanca o de la Virgen
La Grotta Bianca o della Madonna es otra de las grutas que puedes apreciar en un paseo en barco por Capri.
Su peculiaridad son sin duda las estalactitas y estalagmitas que se han creado precisamente por la caliza presente en el agua. Entre todas las formaciones que se pueden ver hay una que que le ha valido a este lugar el nombre de Grotta della Madonna. Justo en el muelle de la cueva hay una estalagmita cuya forma se asemeja a la de una Virgen en oración.
La Cueva Blanca está en el lado este de la isla y se ha hecho accesible gracias a las aguas del mar que, erosionando la roca, han abierto lacueva de origen kárstico. El entrante se extiende unos 30 metros y da vida a dos lagos comunicados entre sí.
Este espacio ya era conocido en la época romana, cuando se utilizaba para dar cobijo a las embarcaciones cuando no se utilizaban y, además, fue utilizado por la población de Capri para refugiarse de los ataques piratas durante el siglo XVII.
15. Calles de compras de Capri
Si te gusta la moda, Capri es un destino perfecto.
Por toda la isla proliferan las boutiques, desde las marcas más famosas hasta las menos conocidas que solo ofrecen trajes a medida. Las principales calles comerciales son Camerelle y Le Botteghe y se encuentran a pocos pasos de la Piazzetta.
Además de alta moda, entre los artículos más comprados se encuentran los perfumes, las sandalias de cuero, los sombreros de paja toquilla y los históricos pantalones capri. El souvenir más popular de la isla es un amuleto de la suerte llamado campana de Capri, mientras que los amantes de la comida seguramente querrán llevarse a casa una botella de limoncello pintada a mano.
16. Callejones del centro histórico de Capri
Una de las mejores cosas que hacer en Capri es dejarse llevar por sus atractivos callejones peatonales y rincones encantadores. Después de todo, una visita a Capri no tiene por qué consistir íntegramente de grandes atracciones y vistas espectaculares.
Durante el verano, las estrechas calles de Capri están literalmente atestadas de turistas, mientras que en los meses de primavera y otoño son más habitables, a pesar de que algunas actividades y algunas tiendas tienen horarios de apertura bastante reducidos. En invierno, sin embargo, casi todo lo relacionado con los turistas cierra sus puertas por completo.
Aunque Capri es principalmente lujo y turismo exclusivo, un vistazo a sus empinadas calles secundarias ofrece un atisbo de su sabor histórico, con casas encaladas decoradas con grandes jarrones y plantas suculentas.
17. Grotta Verde
Otra de las paradas de nuestro tour en barco por la isla de Capri es la Gruta Verde, llamada así por el particular color del mar al pie de la cueva. Este evocador espacio de la isla ya era conocido en el siglo XVI, cuando se la llamó Grotta dei Turchi (de los turcos) porque los corsarios la utilizaban como lugar para esconderse y saquear los barcos que pasaban.
Mientras que la Gruta Azul es servida por barcos pequeños que te llevan adentro, la única forma de acceder a la Gruta Verde en botes privados o nadando. Sus paredes tienen una forma irregular tallada en la roca sedimentaria y sus aberturas al exterior le dan al agua el color verde que la caracteriza y que le da su nombre. Este color ya es visible desde el exterior de la cueva.
Afortunadamente las pequeñas dimensiones del barco de nuestro tour nos permitieron acceder al interior de la grotta y, me pareció que vale más la pena que la Gruta Azul.
18. Punta Carena
Punta Carena es el lugar ideal para disfrutar de una puesta de sol sobre el mar y una velada romántica.
Punta Carena es también la zona de la isla donde se puede disfrutar del mar más bonito gracias a su agua cristalina que siempre está limpia. Es una de las principales playas de Capri.
El Faro de Punta Carena, inaugurado en 1867, es uno de los faros modernos más antiguos de Italia. Además, también es el segundo más potente en cuanto a iluminación de todo el país, solo superado por la de Génova. Estamos en la parte de la isla que pertenece al municipio de Anacapri, cuyo centro está a unos 3 kilómetros al suroeste.
19. Iglesia de Santo Stefano
La iglesia de Santo Stefano es el edificio religioso más grande de la isla y ocupa el lugar de una iglesia anterior dedicada a Santa Sofía y de un monasterio benedictino del siglo VI. De la iglesia de Santa Sofía solo queda visible hoy el campanario, reutilizado en la iglesia de Santo Stefano, que fue construida a partir de 1688 y consagrada en 1723. Las obras continuaron hasta 1751 cuando también se completó el coro interno.
La iglesia está dividida en tres naves y tiene planta de cruz latina. La nave central está cerrada por bóveda de cañón, mientras que en los laterales hay cuatro capillas a cada lado cerradas por cúpulas, una de las cuales da directamente a la plaza. En la unión entre el crucero y la nave principal hay otra gran cúpula.
La parte del altar mayor se caracteriza por diversos materiales recuperados de otros edificios de la isla de Capri. Por ejemplo, el suelo proviene de Villa Jovis, mientras que la columna de mármol amarillo se tomó de la iglesia de San Costanzo.
20. Certosa di San Giacomo
Otra parada imperdible para quienes visitan Capri es la Certosa di San Giacomo. Ubicada a pocos pasos de la plaza principal, es recomendable comprar la entrada combinada con los jardines de Augusto.
La visita, que dura unos tres cuartos de hora, va acompañada de una audioguía que explica los secretos del monasterio más antiguo de toda la isla. La Certosa di San Giacomo fue construida en 1371 a pedido del conde Giacomo Arcucci.
Actualmente es posible visitar todos sus espacios y, en su interior, también se albergan exposiciones temporales, así como el museo dedicado al pintor alemán Karl Diefenbach que, al llegar a Capri, se enamoró de ella y creó diversas obras en la isla.
21. Convento de Santa Teresa e Iglesia del Santisimo Salvador
El convento de Santa Teresa y la iglesia adyacente del Santissimo Salvatore representan el corazón medieval de Capri.
La fachada de tonos cálidos de la iglesia del Santissimo Salvatore es fácilmente reconocible por la escalera que se abre frente a ella. Esta iglesia de estilo barroco data de la segunda mitad del siglo XVII, cuando fue construida para dar servicio al cercano convento de Santa Teresa. Exteriormente, la fachada es más bien cuadrada y sin adornos.
En cambio, el convento de Santa Teresa se construyó en 1661, cinco años antes que la iglesia, y albergó a numerosas monjas. Aquí los espacios se abren a un largo y alto pórtico custodiado por una espesa vegetación. A lo largo de los siglos cambió de función varias veces: de convento pasó a ser cuartel y también prisión.
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