Visitar un cementerio puede parecer una actividad inusual durante un viaje, pero estos lugares pueden ser espacios de paz, historia y arte. Capturar fotos de un cementerio puede ayudarte a recordar y compartir esta experiencia única. Aquí te damos consejos simples para que tus fotos de cementerios sean perfectas. Desde buscar la luz adecuada hasta encontrar ángulos interesantes, aprenderás a tomar imágenes que muestren la belleza y la solemnidad de estos lugares especiales.
1. ¿Se puede hacer fotos en los cementerios?
Antes de prepararte para hacer fotos en un cementerio, debes comprobar si está permitido hacer fotos allí. Normalmente no tendrás ningún problema, pero siempre es mejor preguntar antes de empezar a hacer fotos. Así, no te encontrarás con ningún problema inesperado más adelante.
Si no puedes averiguarlo de antemano, intenta preguntar a alguien que trabaje en el cementerio cuando llegues. También puedes echar un vistazo a la entrada para ver si hay señales que indiquen que no está permitido hacer fotos.
Recuerda que los cementerios son lugares donde la gente va a recordar a sus seres queridos que han fallecido. Así que, aunque no pasa nada por hacer fotos, sé siempre respetuoso. No levantes la voz y asegúrate de no molestar a nadie que esté visitando una tumba. También es importante no fotografiar a las personas sin su permiso; es de buena educación, estés donde estés.
2. Empieza con el paisaje
Cuando estés en el cementerio, empiece por conocer la zona a través del objetivo de tu cámara. La mejor forma de familiarizarte es hacer fotos generales del espacio que te rodea. Imagínatelo como la captura de un paisaje; empieza con tomas amplias que muestren la extensión del cementerio. Estas fotos panorámicas pueden ayudar a expresar la naturaleza serena y expansiva del lugar, con el cielo y la tierra como telón de fondo.
Intenta captar la tranquilidad y la historia de los cementerios, a menudo marcados por monumentos envejecidos bajo árboles imponentes, con largas sombras proyectadas por la puesta de sol o la luz de la mañana filtrándose entre las hojas.
3. Consulta el directorio
A menudo encontrarás mapas que destacan los lugares de enterramiento más famosos en muchos de los cementerios más grandes. Estas tumbas de renombre atraen la atención debido en gran parte a sus “residentes” -figuras notables cuyo legado perdura- o por la importancia artística de la propia tumba. Un buen ejemplo es la escultura del Beso de la Muerte, situada en el cementerio del Poble Nou de Barcelona, o las celebridades enterradas en el Père Lachaise de París.
Si vas a visitar un cementerio que carece de mapas o rutas guiadas, es buena idea investigar de antemano si hay tumbas notables que visitar.
Sin embargo, si no encuentras esa información o no hay tumbas famosas, recuerda que la fama no lo es todo. Cada lápida tiene una historia, y explorar sin mapa puede llevar a descubrimientos inesperados y artísticos.
4. Hazlo dos veces
Supongo que esta es una regla que aprendí como blogger de Viajes. Una vez que vuelves de un viaje, una foto borrosa siempre seguirá siendo una foto borrosa.
Cuando salgas a fotografiar cementerios o a capturar imágenes de monumentos, es recomendable hacer cada foto al menos dos veces, jugando con el encuadre o cambiando entre las orientaciones vertical y horizontal. De este modo, aumentarás las posibilidades de tener una selección de buenas imágenes. Te da más libertad para ser creativo con la composición. Además, tomar cada foto dos veces te da una copia de seguridad en caso de que la primera no salga bien, por ejemplo, si está borrosa o sobreexpuesta.
Esta práctica de hacer dos tomas te asegura que estás preparado para lo impredecible de la fotografía. Es como tener un seguro para tus fotos; si algo sale mal con una, tienes otra toma que podría haber sido perfecta. Los cementerios a menudo presentan desafíos de iluminación únicos o requieren una discreción respetuosa, por lo que hacer la foto perfecta en una sola toma es difícil. Por eso, tener una segunda versión puede ser muy valioso, para que puedas salir de la sesión con la seguridad de haber captado la esencia y la belleza de estos serenos lugares.
5. Ve hacia la luz
Busca una luz que acentúe el dramatismo. Los cementerios son lugares cargados de aura y personalidad. Si empleas la luz para destacar la forma de las estatuas o las escenas que estas representan, podrás conseguir imágenes llenas de dinamismo o emotividad. Puedes ver un ejemplo del empleo de la luz en la foto inferior, tomada en el cementerio de Père Lachaise.
6. Encuadra bien la imagen
Capturar fotografías en cementerios requiere una especial consideración de la composición para garantizar que las imágenes no sólo sean respetuosas, sino también visualmente atractivas. Una técnica eficaz para lograr una composición armoniosa es la regla de los tercios, utilizada habitualmente en fotografía para crear escenas dinámicas e interesantes. En lugar de centrar los sujetos directamente en el centro del encuadre, colocarlos a un lado puede hacer que la fotografía resulte más atractiva.
Por ejemplo, al fotografiar una lápida inclinada en el cementerio de Sighisoara, no la puse en el centro. En su lugar, la lápida la encuadré a un lado de la fotografía, ocupando aproximadamente un tercio del espacio de la imagen. Este método equilibra el sujeto y su entorno, dando profundidad y dimensión a la escena. Además, esta colocación invita a los ojos del espectador a recorrer toda la imagen, en lugar de centrarse en un único punto, lo que cuenta una historia sobre el entorno y transmite una sensación de lugar.
7. Enfoca los detalles
Tomar fotografías en cementerios requiere un enfoque reflexivo para captar la esencia de estos lugares serenos e históricos. Cuando estés fotografiando, presta mucha atención a los detalles que se despliegan ante tu objetivo. Utiliza el zoom para centrarte en los pequeños matices que pueden ofrecer las tumbas o las estatuas. Fíjate en lo que sostienen las manos de las esculturas, en las inscripciones o tallas, en las sutiles grietas que el tiempo ha grabado en la piedra, o incluso en las monedas que dejan los visitantes sobre algunas lápidas del Cementerio Judío de Praga.
A menudo, los detalles más intrincados están ocultos a plena vista, a la espera de que un ojo agudo se fije en ellos y los conserve a través de la fotografía. En el cementerio Fehmi Bey de Estambul, por ejemplo, encontrarás algunas lápidas con elaboradas decoraciones que cuentan su propia historian aunque no hables árabe.
8. Cambia de perspectiva
La perspectiva es como una lente mágica en el mundo de la fotografía, sobre todo cuando se trata de hacer fotos en lugares insólitos como los cementerios. Al cambiar el ángulo desde el que haces la foto, puedes captar algo único que destaque. En lugar de ceñirte a las formas habituales, probar diferentes perspectivas puede aportar nueva vida a tus fotos. Puedes arrodillarte y hacer una foto a ras de suelo o buscar un punto elevado para obtener una vista aérea; ambas cosas pueden convertir una foto corriente en algo más cautivador.
En lugares como los cementerios, jugar con la perspectiva ayuda a transmitir emociones y contar historias sin palabras. Por ejemplo, inclinarse cerca del suelo para hacer un primer plano de un ángel de piedra puede hacer que parezca más grande, elevándose por encima de ti, mientras que una imagen tomada directamente desde arriba podría dar la sensación de estar mirando desde el mismísimo cielo. Diferentes ángulos de cámara también pueden resaltar texturas y detalles que de otro modo pasaríamos por alto a primera vista. Recuerda experimentar con técnicas creativas como el bokeh o las tomas desde ángulos bajos para romper con la norma y dar a tus fotos un toque original.
9. Prueba con el blanco y negro
Fotografiar cementerios puede ser una experiencia profunda y emotiva. Para captar estos momentos, la fotografía en blanco y negro puede ser una herramienta increíblemente poderosa. La ausencia de color reduce la escena a su forma más cruda, permitiendo que las texturas y las formas destaquen, añadiendo una cualidad etérea e intemporal a las imágenes. Al eliminar las distracciones del color, los espectadores pueden concentrarse en el peso emocional de la escena: las estatuas solemnes, las inscripciones desgastadas por el tiempo y las historias silenciosas que representa cada tumba.
Este enfoque monocromático subraya el carácter histórico y la tranquila solemnidad que suelen tener estos lugares de descanso y permite centrarse más en los juegos de luces y sombras. Estos efectos visuales suelen evocar emociones más fuertes, reflejando nuestras asociaciones internas de vida y muerte con crudeza y claridad. Pensemos, por ejemplo, en la estatua del ángel del cementerio de Poble Nou: cuando se representa en blanco y negro, su pose contemplativa y sus intrincados detalles se realzan, arrastrándonos a una conversación silenciosa sobre la mortalidad y el recuerdo que trasciende las palabras.
10. Recuerda dónde estás
Cuando hagas fotos en cementerios, debes ser consciente de dónde estás y qué representa el lugar. Un cementerio es algo más que un espacio abierto; es un lugar sagrado donde se recuerda a los que han fallecido y donde las familias acuden a presentar sus respetos. El respeto es primordial, ya que la gente tiene fuertes vínculos emocionales con estos lugares. Ser sensible a este hecho significa ser discreto y considerado con tu cámara, asegurándote de que tu presencia y actividad no perturban la paz de la zona o los sentimientos de otros visitantes que puedan estar de luto.
El ambiente de un cementerio suele exigir tranquilidad y reverencia, y nuestra fotografía debe reflejar esa actitud. Es importante actuar con cautela, tanto en sentido literal, teniendo cuidado de no pisar tumbas o zonas privadas, como en sentido figurado, reconociendo la solemnidad del entorno. Aunque puede resultar tentador capturar imágenes dramáticas o artísticas, recuerda que este telón de fondo es el lugar de descanso final de alguien. Equilibra tu intención artística con compasión y consideración hacia las personas enterradas allí, así como hacia sus familias.
Por encima de todo, mantén siempre el respeto. Nunca debemos olvidar que somos visitantes en un espacio sagrado, no turistas en busca de oportunidades fotográficas sin tener en cuenta la verdadera finalidad del entorno.
