Situada en el noreste de Italia, en la región del Véneto, Padua quizá no tenga los canales de Venecia, pero lo compensa con su encanto medieval, impresionantes plazas y menos multitudes de turistas. Esta encantadora ciudad es conocida por sus calles empedradas, antiguos edificios universitarios y monumentos religiosos. No es Venecia, pero permite disfrutar de lugares similares sin tener que esquivar un mar de turistas.
Tanto si te interesa el arte, la historia o simplemente disfrutar de un buen spritz, Padua no decepciona. Perfecta para una escapada de un día si no tienes mucho tiempo, o ideal para un par de días si te gusta profundizar (o simplemente disfrutar de la buena comida y observar el ir y venir de la gente). En cualquier caso, Padua puede que te sorprenda por lo genuinamente fascinante que es.
Las mejores curiosidades sobre Padua, Italia
Padua está llena de detalles peculiares que la hacen destacar a la sombra de Venecia. Desde antiguas universidades hasta leyendas curiosas que se esconden a simple vista, aquí tienes 11 curiosidades sobre Padua que quizá te convenzan de añadirla a tu lista de destinos.
1. Alberga una de las universidades más antiguas de Europa
Aunque Bolonia se adelantó por unas décadas para obtener el título de la universidad más antigua de Europa, la Università degli Studi di Padova, fundada en 1222, sigue siendo una de las instituciones más históricas del continente. Durante el Renacimiento, atrajo a académicos de toda Europa, incluido Galileo Galilei, que impartió clases de matemáticas aquí. Su etapa en la universidad estuvo marcada por descubrimientos revolucionarios.
La UNIPD también alberga el primer teatro anatómico permanente del mundo, construido en 1595. Con forma de anfiteatro de madera empinado, permitía a los estudiantes observar disecciones públicas.
Otra figura destacada vinculada a la universidad es Elena Cornaro Piscopia, quien en 1678 se convirtió en la primera mujer del mundo en obtener un título universitario. Su logro abrió el camino a futuras generaciones de mujeres académicas.
Hoy en día, la Universidad de Padua sigue siendo un dinámico centro académico. Su núcleo histórico es el Palazzo Bo, su sede principal desde 1493. Las visitas guiadas por el Palazzo Bo recorren espacios emblemáticos como el teatro anatómico y el aula donde enseñaba Galileo. Se ofrecen en varios idiomas y es recomendable reservar con antelación, sobre todo en temporada alta.
2. Alberga una pequeña capilla que cambió la historia del arte para siempre
Terminada en 1305, la Capilla Scrovegni (también conocida como Capilla de la Arena) alberga uno de los ciclos de frescos más importantes del arte occidental. Pintadas por Giotto di Bondone, estas obras marcaron el cambio de las figuras planas y estilizadas del arte medieval a formas más naturalistas con profundidad y emoción. Si Florencia es la cuna del arte renacentista, esta pequeña capilla de Padua podría considerarse sin duda el vientre materno donde comenzó todo.
Los frescos representan escenas de la vida de la Virgen María y de Cristo. El uso que Giotto hizo de la perspectiva, los colores vivos y los rostros expresivos fue innovador y sentó las bases del Renacimiento. El Juicio Final, sobre la entrada, llama especialmente la atención por el dinamismo de sus figuras.
Encargada por Enrico Scrovegni, un acaudalado banquero que probablemente buscaba tanto prestigio artístico como crédito espiritual, la capilla sigue siendo una obra maestra que atrae a entusiastas del arte de todo el mundo.
Para proteger los frescos, el número de visitantes es limitado y el acceso está climatizado. Es imprescindible reservar con antelación, sobre todo en temporada alta. Puedes adquirir tus entradas aquí.
3. Conoce a un santo tan famoso que no necesita nombre
En Padua hay un santo que no necesita presentación. Si alguna vez oyes a un lugareño mencionar “il Santo” (a secas), se refiere a San Antonio, cuya Basílica di Sant’Antonio es una de las principales atracciones turísticas de Padua y un lugar de peregrinación. Nacido en Lisboa, San Antonio pasó gran parte de su vida predicando en Italia, llegando a ser tan influyente que Padua lo reclamó como suyo.
La basílica, construida poco después de su muerte en 1231, es una mezcla arquitectónica de estilos románico, gótico y bizantino. En su interior se encuentra su tumba, un tesoro repleto de objetos y una macabra exposición de varias partes del cuerpo del santo, como su mandíbula y sus cuerdas vocales.
Incluso para los visitantes no religiosos, la basílica merece la pena por su impresionante arte, que incluye obras de Donatello.
4. Padua alberga el jardín botánico más antiguo del mundo
Fundado en 1545, el Orto Botanico di Padova ostenta el título de jardín botánico universitario más antiguo que se conserva en su emplazamiento original. Creado para el estudio de las plantas medicinales, desempeñó un papel clave en el desarrollo de la botánica moderna y el intercambio de especies vegetales entre continentes durante la Era de las Exploraciones.
El jardín ocupa unos 22.000 metros cuadrados y cuenta con plantas raras, especímenes históricos e invernaderos temáticos.
Entre sus preciadas colecciones se encuentra una palmera plantada en 1585, apodada la “Palmera de Goethe” en honor al escritor alemán. También hay una sección dedicada a especies vegetales en peligro de extinción. Es un lugar tranquilo para los entusiastas de las plantas y para cualquiera que necesite un descanso de las bulliciosas plazas de Padua.
Por si te lo perdiste…
5. Navega por canales desconocidos similares a los de Venecia
Mientras Venecia acapara la atención con sus emblemáticos canales, Padua presume de una modesta red de vías fluviales, incluidos los ríos Piovego y Bacchiglione. Estos canales fueron vitales para el comercio y el transporte y conectaban la ciudad con el mar Adriático.
Los canales discurren entre viejos puentes y muros de piedra, mostrando la historia de Padua sin las aglomeraciones de Venecia. Explorar los canales a pie o en barco es una forma tranquila de ver partes de Padua que a menudo pasan desapercibidas, con vistas a jardines ocultos, antiguos molinos y encantadores senderos ribereños.
6. Descubre un palacio con un caballo gigante de madera en su interior
El Palazzo della Ragione, construido en el siglo XIII, fue en su día el ayuntamiento y el palacio de justicia de Padua. Su enorme vestíbulo, conocido como el “Salone”, es una de las mayores salas medievales de Europa sin columnas. Las paredes están cubiertas de frescos que representan temas astrológicos, reflejo de las creencias medievales sobre la conexión entre los astros y la vida cotidiana.
Pero la verdadera sorpresa es el gigantesco caballo de madera que se alza en medio del vestíbulo. Este enorme equino data del siglo XV y probablemente se inspiró en la famosa estatua de Gattamelata de Donatello, en Padua. No te preocupes, no hay guerreros griegos escondidos en su interior.
7. Un reloj astronómico y astrológico a la vez
Situado en la Piazza dei Signori, el reloj astronómico de Padua data de 1344 y es uno de los más antiguos del mundo. Más que dar la hora, sigue las posiciones del sol, la luna y los signos del zodiaco, perfecto para saber la hora y consultar tu horóscopo semanal.
Sin embargo, si naciste entre el 22 de septiembre y el 22 de octubre, no podrás leer tu futuro, ya que la pantalla del reloj no tiene el signo Libra. Los historiadores creen que se debe a que los romanos originalmente consideraban la constelación de Libra como parte de Escorpio… o tal vez Mercurio estaba en retrógrado cuando lo construyeron.
8. La ciudad alberga una de las plazas más grandes de Europa
Prato della Valle no es sólo grande, es gigante. Ocupa unos 90.000 metros cuadrados y es una de las más grandes de Europa. Pero a diferencia de las típicas plazas bulliciosas repletas de cafés, esta tiene una enorme isla verde en el centro, rodeada por un canal bordeado de 78 estatuas de personajes históricos.
A finales del siglo XVIII se desecó y se transformó en este extenso espacio, un proceso que desgraciadamente llevó a la destrucción de la mayoría de los canales históricos de la ciudad. Hoy en día, es un lugar al que acudir para asistir a eventos locales, mercados al aire libre y observar a la gente.
9. El disputado lugar de origen del Spritz
Un spritz es un cóctel refrescante y ligeramente amargo elaborado a base de vino espumoso (normalmente Prosecco), un chorrito de soda y licor amargo como Aperol o Campari. Servido con hielo y con una rodaja de naranja, es ligero, burbujeante y (posiblemente) paduano.
Aunque Venecia suele llevarse la gloria, Padua se enorgullece de ser la cuna del cóctel aperitivo favorito de los italianos. La bebida se remonta al siglo XIX, cuando los soldados austriacos, al encontrar el vino italiano demasiado fuerte para su gusto, empezaron a añadir un “spritz” (chorro) de agua para diluirlo. La versión de Padua evolucionó con el tiempo, sobre todo con la incorporación del Aperol, creado en 1919.
El Aperol Spritz, de color naranja brillante, se convirtió en un clásico local, con su sabor agridulce y refrescante, perfecto para las cálidas tardes en las animadas plazas de Padua. Pide uno y estarás saboreando la historia local.
10. Caffè Pedrocchi: El café que no cerraba
Fundado en 1831, el Caffè Pedrocchi no es un café cualquiera, es toda una institución. Conocido como el “café sin puertas”, permaneció abierto las 24 horas del día durante más de un siglo, sirviendo a intelectuales, revolucionarios y a cualquiera que necesitara un espresso fuerte a cualquier hora. Su mezcla de arquitectura neoclásica y ecléctica hace que destaque tanto como su historia.
El café desempeñó un papel clave durante las revueltas de 1848 contra el dominio austriaco, incluso con un agujero de bala en una de sus paredes, que sigue siendo un sutil recordatorio de su pasado revolucionario. Hoy, el Caffè Pedrocchi sirve café con un poco de historia y, sí, todavía se puede ver el agujero de bala si se sabe dónde mirar.
11. Padua es una alternativa mucho más barata que Venecia
Vale, dijimos lo mismo sobre Treviso en el artículo sobre las 10 curiosidades de esta ciudad, pero también es aplicable a Padua. Reconozcámoslo: Venecia es notoriamente cara.
En Padua, se pueden encontrar hoteles de 3 estrellas por alrededor de 55 euros la noche. En cambio, el precio medio de una habitación de hotel doble en Venecia es de unos 250 € por noche.
En cuanto a las comidas, una cena para dos personas en un restaurante de categoría media en Padua ronda los 70 euros, mientras que en Venecia es de unos 60 euros. Sin embargo, otros gastos, como el transporte y las atracciones, son más caros en Venecia.
En general, Padua ofrece una experiencia más asequible en comparación con los elevados costes asociados a Venecia.
En conclusión, Padua destaca por su arte, su historia y sus animadas calles. Tanto si visitas por los frescos de Giotto, para tomar un spritz en Prato della Valle o simplemente para escapar de las multitudes de Venecia, Padua ofrece de todo.
