Colombia es un destino tan rico en diversidad que permite a quienes lo visitan disfrutar de una experiencia muy completa, sin ni siquiera tener que salir del país.
En Colombia, los amantes de la naturaleza pueden alternar entre días de relajación en las playas de Cartagena y senderismo en la Sierra Nevada de Santa Marta, por ejemplo.
De igual manera, los que prefieran explorar la vida nocturna sudamericana, pueden visitar ciudades como Cali para perfeccionar sus pasos de salsa o viajar a urbes como Bogotá y Medellín, ambas con muchas alternativas en lo que a bares y discotecas se refiere.
Si estás pensando viajar a Colombia y quieres descubrir todo lo que tiene para ofrecerte, el Eje Cafetero colombiano no puede faltar en tu lista.
El Eje Cafetero está formado por ciudades como Armenia, Manizales y Pereira (conocidas como el “tríangulo del café”), caracterizadas por sus paisajes montañosos con distintas tonalidades de verde y, por supuesto, por su importancia para la producción de café en el mundo.
Además, si se hace una ruta por Sudamérica, visitar las ciudades del Eje Cafetero de Colombia no representa ninguna dificultad, pues se encuentran de camino a paises como Ecuador y Perú.
Una buena manera de conocer el estilo de vida del Eje Cafetero y el proceso de producción del café es reservar un tour por una hacienda cafetalera.
Aunque este tipo de tour se puede hacer desde, practicamente, cualquier ciudad de la zona, en este artículo, hablaremos de nuestro recorrido por la finca Alsacia de Buenavista, en el departamento del Quindío, a poco menos de una hora en coche de Armenia.
Sigue leyendo para saber más sobre nuestro tour de café en el Eje Cafetero colombiano.
Tour de café en el Eje Cafetero colombiano
Si bien es cierto que existen muchos tipos de tour de café en las principales ciudades del Eje Cafetero, escogimos el más auténtico y menos “embellecido” que pudimos encontrar: Caficultur, un recorrido guiado a cargo de Don Leo, un caficultor experimentado.
Para hacer este tour, cogimos un bus en el terminal de Armenia y nos movimos a Buenavista, por un poco menos de 6000COP (aproximadamente 2USD).
Una vez en Buenavista, el autobus nos dejó en la plaza principal del pueblo, donde nos reunimos con Don Leo, dueño de la finca cafetalera La Alsacia.
Es aquí donde comienza el recorrido, compartiendo un tinto con Don Leo en un pequeño local de la plaza que usa café exclusivamente producido en su finca, considerado el mejor de la región.
La taza de café viene incluida en el tour y, créeme, agradecimos el toque extra de energía para ir de la plaza a la finca, caminando colina abajo por, más o menos, un kilómetro.
La caminata, sin embargo, es amena, pues Don Leo nos contó su historia de vida, un increíble retrato de superación personal.
Don Leo trabajó en fincas cafetaleras desde muy temprana edad y conoció patrones que hacían sentir a sus empleados como parte de la familia.
Sin embargo, con el pasar de los años, tanto el sueldo como el trato que los trabajadores de finca recibían empeoró considerablemente.
En consecuencia, la historia de Don Leo está intímamente relacionada con el pasado turbulento de Colombia, como la de muchos de sus paisanos.
Con la llegada de las guerrillas, los carteles de cocaína y la guerra contra las drogas de los últimos 40 años, muchos campesinos, incluyendo a Don Leo, pasaron a trabajar en haciendas que producían estupefacientes.
Afortunadamente, tras pasar una temporada en la selva colombiana, Don Leo volvió a su hogar para encontrarse con su familia y empezar a trabajar en su sueño: Tener su propia finca cafetalera.
En la actualidad, la finca recibe visitantes casi a diario que buscan conocer, de primera mano, el verdadero proceso de producción del café, “sin discursos ni disfraces”.
Además, uno de los propósitos de la finca de Don Leo es mostrarle a los dueños de haciendas en Colombia como, haciendo que sus trabajadores se sientan cómodos, pueden aumentar los niveles de productividad.
Mientras seguíamos caminando, Don Leo iba recogiendo plantas, frutas y objetos que, aunque parecían escogidos al azar, muestran cómo es el día a día de un caficultor en Colombia.
Una vez en la finca, comienza el verdadero recorrido por el mundo del café, donde pudimos ver todas sus etapas, desde que cuelga de las ramas hasta que los granos están listos para ser molidos.
Don Leo nos explicó que, dependiendo del tamaño, peso, color y apariencia del grano, se pueden obtener distintos tipos de café. Por lo tanto, el proceso de selección de los granos es tan cuidadoso como largo.
En la finca, apuestan por hacer café de calidad que se puede adquirir al terminar el recorrido (recomendamos el de miel).
De igual manera, en la finca se cultiva cacao y otras frutas que sirven para crear abono orgánico, lo que, a la larga, beneficia a los árboles de café e incrementa su calidad.
Para finalizar, comimos Don Leo y sus trabajadores, en un ambiente que nos hizo sentir en casa, mientras probabamos gastronomía típica colombiana.
Luego, decidimos emprender el camino de vuelta a la plaza a pie, lo cual no es tan buena idea si no eres una persona precisamente atlética y acabas de comer (si te identificas, siempre puedes pedirle a Don Leo que te ponga en contacto con un jeep).
Por otro lado, también es posible alojarse en la finca.
Información del tour
Duración: 3 horas, aproximádamente
Horario: De lunes a domingo con dos horas de salida, a las 10:00 y 14:00
Inicio: Plaza Principal de Buenavista, Quindío, Colombia
Destino: Finca La Alsacia
Incluye: Café de bienvenida, recorrido guiado por la finca y comida.
Coste: 35.000 COP (13 USD)
Más información: Website.
Recomendaciones para hacer un tour de café en Colombia
Para hacer este o cualquier tour de café en Colombia, no debes olvidar llevar repelente para insectos, protector solar y agua mineral para mantenerte hidratado.
Las lluvias son muy comunes en el Eje Cafetero colombiano, así que te podría ser útil llevar un chubasquero.
Usar calzado cómodo y cargar la batería de tu móvil o cámara antes del tour también te vendrá muy bien.
¿Qué opinas de este artículo? ¿Estás listo para hacer un tour de Café en el Eje Cafetero de Colombia? No dejes de comentar.
¡Excelente artículo! Que bueno que además del café podemos conocer la historia de quienes habitan una zona, eso enriquece muchísimo más nuestra experiencia…
PD: me muero por conocer a Don Leo.