Sintra es una de las localidades más turísticas de Portugal. Su ubicación cercana a Lisboa la convierte en uno de los destinos de excursión de un día más populares para los turistas que visitan la capital portuguesa. Con una apariencia de aldea de cuento de hadas, la ciudad es famosa por los palacios, castillos y mansiones señoriales que salpican sus montañas. Entre sus atractivos principales destacan el Palacio Nacional de Sintra, el Palacio Nacional da Pena, el Castillo de los Moros y la Quinta da Regaleira. Si estás pensando en visitar este rincón de Portugal, no te puedes perder este artículo con las mejores cosas para hacer y atracciones que ver en Sintra.
¿Vale la pena visitar Sintra?
Si bien es verdad que la mayoría de visitantes vienen a Sintra como una escapada de un día desde Lisboa, esta localidad ofrece innumerables atracciones. Para conocer a fondo todos sus tesoros se necesitarían muchos días y, aun así, siempre te quedaría algo por descubrir en algún rincón del pueblo, en sus montañas o en la zona costera.
Y es que, además de sus atractivos culturales y de montaña, la costa de Sintra, en especial las inmediaciones del parque natural de Sintra-Cascais, también tiene paisajes increíbles con altos acantilados e inmensas playas de dunas. Algunos atractivos del litoral sintrense son el Cabo da Roca y el pueblo de Azenhas do Mar.
En conjunto, las principales atracciones que ver en Sintra hablan un pasado glorioso marcado por su historia. Castillos inexpugnables, residencias reales, mansiones de potentados industriales, calles serpenteantes con coloridas casas y paisajes espectaculares desde las alturas.
Qué hacer y qué ver en Sintra, Portugal
Esta es una lista con las actividades esenciales y las atracciones imperdibles que ver en Sintra para que no te pierdas de nada en esta localidad portuguesa.
1. Subir al Palacio da Pena, el atractivo más importante que ver en Sintra
El Palácio da Pena es, sin duda, la imagen de postal más famosa de Sintra y el parque que lo rodea es el máximo exponente del paisajismo romántico en Portugal. Situado en el Monte da Lua, en lo alto de la Serra de Sintra, el palacio es fruto de la imaginación del rey Fernando II de Portugal.
Considerado una de las Siete Maravillas de Portugal, el Palacio da Pena es una de las mejores expresiones del romanticismo del siglo XIX en el mundo, especialmente teniendo en cuenta que fue el primer palacio romántico de Europa y que su construcción es 30 años anterior que la del famoso Schloss Neuschwanstein, en Baviera.
La primera construcción de la que se tienen registros en esta escarpada cima de la Serra de Sintra es una pequeña capilla bajo la advocación de Nossa Senhora da Pena (Nuestra Señora de la Pluma), durante el reinado de João II. En el siglo XVI, Manuel I ordenó su reconstrucción y ampliación para convertirlo en un monasterio de la Orden de San Jerónimo. En el siglo XVIII, la caída de un rayo destruyó parte de la torre, la capilla y la sacristía, daños que se agravaron con el terremoto de 1755, que dejó el convento en ruinas.
En el siglo XIX, el paisaje de la Serra de Sintra y las ruinas del antiguo convento asombraron al rey consorte Fernando II de Portugal, quien en 1838 decidió adquirir el convento, el Castelo dos Mouros y las granjas y bosques de los alrededores con el objetivo de convertir el edificio en su futura residencia de verano.
Fernando ordenó la renovación del monasterio mientras diseñaba nuevos espacios para el palacio, mezclando varias referencias de la época. Además de elementos medievales como pasarelas, torres de vigilancia, túneles de acceso y puentes levadizos, el palacio también incorpora referencias arquitectónicas de influencia manuelina y morisca.
En su interior destaca la decoración al gusto de los reyes de la época, la Capilla del Monje, los aposentos reales y las bellas pinturas murales.
Tras la muerte del rey, el palacio quedó en manos de su segunda esposa, Elisa Hendler, condesa de Edla. Esta herencia generó una gran polémica pública, y el edificio acabaría siendo vendido a Luis I de Portugal en nombre del Estado. Con esta adquisición, el Palacio pasó a formar parte del patrimonio nacional portugués, integrándose en el patrimonio de la Corona.
En 1995, la UNESCO clasificó las montañas y la ciudad histórica de Sintra como Paisaje Cultural Patrimonio de la Humanidad, lo que supuso la primera aplicación de esta categoría en toda Europa.
El palacio es uno de esos monumentos que la mayoría visita durante un primer viaje a Lisboa.
Para visitar el Palacio da Pena, puedes conducir hasta allí, usar transporte público o contratar alguna de las muchas empresas que ofrecen tours guiados del sitio.
Durante los períodos de vacaciones y fines de semana el lugar tiende a estar abarrotado. Lo mejor es llegar temprano, incluso antes de abrir, para evitar las largas colas.
2. Recorrer la Quinta da Regaleira y la “Torre invertida de Sintra”
La Quinta da Regaleira y su palacio son probablemente los lugares más enigmáticos y místicos de Sintra.
Comisionada a principios del siglo XX por António Carvalho Monteiro, un excéntrico heredero industrial que también es conocido como Monteiro dos Milhões (de los millones), el edificio es un ejemplo de estilo revivalista romántico que reúne elementos góticos, manuelinos y renacentistas, pero también mucha simbología esotérica.
En la finca, cubierta de frondosa vegetación, destaca la Capela da Santíssima Trindade y, sobre todo, el famoso y enigmático “pozo iniciático” con su icónica escalera de caracol.
3. Visitar el Palácio Nacional de Sintra, hogar de la monarquía portuguesa
De origen árabe, este palacio, también conocido como Palácio da Vila está en el corazón del pueblo de Sintra fue residencia de la familia real portuguesa desde el siglo XII hasta la abolición de la monarquía en 1910.
El Palácio Nacional de Sintra es un ejemplo único de palacios medievales portugueses y exhibe diferentes estilos arquitectónicos que reflejan el gusto de distintos reyes y épocas. En su arquitectura y decoración pueden verse elementos de influencias que van desde el gótico hasta el mudéjar, pasando por el manuelino.
No te pierdas la capilla, la cocina con sus grandes chimeneas cónicas o las salas de los Cisnes, los Escudos y las Urracas.
4. Subir hasta el Castelo dos Mouros para las mejores vistas de Sintra
El Castelo dos Mouros (Castillo de los Moros) es un punto privilegiado para admirar la vista que se extiende desde Sintra hasta el mar. Serpenteando a lo largo de dos picos de la Serra de Sintra, el Castillo se remonta a los inicios de la ocupación peninsular por parte de los musulmanes.
Los orígenes del llamado Castelo dos Mouros, uno de los pocos ejemplos de arquitectura militar en Sintra, aún no están del todo esclarecidos. Sin embargo, la mayoría de historiadores ubican los inicios de la fortaleza durante el siglo VIII o IX.
Estratégicamente construido sobre una de las cumbres más altas de la sierra, en un afloramiento de grandes peñascos graníticos que por el norte actúa como una infranqueable defensa natural, el castillo domina el perfil de la Comarca de Lisboa Oeste – Sintra.
Estructuralmente, la fortificación tiene un doble cinturón de murallas (el exterior está parcialmente destruido). De planta irregular, abarca unos 12.000 m2. En su interior podemos ver ruinas de lo que fueron estructuras para almacenar cereales, establos y un aljibe rectangular de 18 metros de largo por 6 metros de ancho. En el extremo norte, escondida en la muralla, entre zarzas y otra vegetación se encuentra la famosa Porta da Traição (Puerta de la Traición).
5. Maravillarse ante la arquitectura excepcional del Palácio de Monserrate
Ubicado en el Parque de Monserrate, a 4 km del centro histórico de Sintra, el Palacio de Monserrate se comenzó a construir en 1858 en una zona llena de historia.
El arquitecto inglés James T. Knowles fue el responsable del diseño innovador de esta casa, residencia de verano de la familia Cook.
Basado en las ruinas de una antigua casona, el Palacio de Monserrate fue construido en un estilo ecléctico con una increíble mezcla de influencias arquitectónicas con elementos neoislámicos, neogóticos e indogóticos.
El interior alberga espacios elegantes y suntuosos como la galería (el corredor que conecta las tres torres del palacio), la sala de música, el comedor o la biblioteca.
Rodeando el palacio, el Parque de Monserrate alberga una notable colección botánica con especies de todo el mundo que se mezclan con la vegetación autóctona a lo largo de 50 hectáreas. Aquí destacan el Valle de los Helechos, provenientes de Oceanía, y el Valle de México, con lagos artificiales y una enorme araucaria de más de 45 metros de altura.
6. Descubrir las pequeñas calles de la Villa de Sintra
Si llegas a Sintra temprano en la mañana, lo primero que debes hacer es darte el gusto de hacer un recorrido a pie por el casco antiguo de la villa.
Lo mejor es pasear por el centro de la localidad temprano cuando la ciudad todavía se está despertando, ya que a última hora de la mañana y el mediodía las calles están invadidas de turistas.
El compacto casco histórico de Sintra serpentea por un valle escarpado y tiene calles empedradas sinuosas, escaleras estrechas, iglesias y hermosas mansiones y casas adosadas.
Algunos de sus edificios acogen pequeños museos como el Museu Anjos Texeira o el Museu de História Natural, y otros solo se pueden admirar y fotografiar desde el exterior.
Esta es, sin duda, una de las mejores zonas donde dormir en Sintra.
Varias empresas turísticas ofrecen tours guiados del centro de Sintra y sus palacios. Gracias a la gran afluencia de turistas españoles, la mayoría de los recorridos ofrecen guías de habla castellana. Algunos de los tours guiados en español mejor valorados de Sintra incluyen:
7. Degustar las maravillas de la gastronomía portuguesa en uno de sus muchos restaurantes
Después de recorrer el pueblo y subir y bajar montañas, lo más natural es que se te haya abierto el apetito.
A la hora de elegir una mesa para recargar pilas, lo mejor es escoger una opción clásica cercana al centro, donde puedes encontrar excelentes bares de tapas y restaurantes de montaña, además de lugares fieles a la tradición gastronómica portuguesa del pescado y el marisco.
Depende de lo que te apetezca (y tu presupuesto), estas son algunas opciones de restaurantes en Sintra:
- Tascantiga: Restaurante tranquilo con tapas y bocadillos, además de vino, cerveza y mesas en la terraza. Escadinhas da Fonte da Pipa 2, 2710-557 Sintra, Portugal.
- Taverna dos Trovadores: Comida típica portuguesa lejos del ajetreo turístico de Sintra. Praça Dom Fernando II 18, 2710-483 Sintra, Portugal.
- Caricato: Restaurante económico, acogedor y relajado con un excelente menú diario con productos de calidad y un agradable toque de cocina familiar. Muy local. Estr. da Me. de Deus, 2710-165 Sintra, Portugal.
- Sabores do Mercado: Muy buena opción si estás buscando algo más exclusivo. Maravilloso ambiente y comida fresca increíble. Todos los ingredientes son de origen local y la lista de vinos es excelente. R. Tomé de Barros Queirós 15, 2710-624 Sintra, Portugal.
8. Saborear los famosos pasteles dulces de Sintra: “queijadas” y “travesseiros”
Después de comer asegúrate de parar en una pastelaria para probar uno de los pasteles dulces de Sintra.
Los ejemplos más famosos de estos dulces son los travesseiros (hechos con con hojaldre, yemas de huevo, almendras y azúcar) y las queijadas (preparadas con una combinación de queso, huevos, leche, harina y azúcar y con una corteza esponjosa en la parte superior).
Aunque varias pastelerías en la ciudad hornean y venden estos pasteles típicos de Sintra, la más conocida es sin duda Casa Piriquita, que tiene dos locales en el centro histórico (Rua das Padarias 1 y Rua das Padarias 18). Aquí tienes su página web oficial.
9. Relajarse en la naturaleza del Parque da Liberdade
El Parque da Liberdade de Sintra es uno de los espacios naturales más visitados de la región.
El parque cuenta con una gran variedad de plantas de todo el mundo y es un lugar donde se puede caminar disfrutando de la belleza natural. Tiene una entrada imponente de estilo romántico, pero lo que llama la atención son sus más de 60 especies de plantas.
El Parque da Liberdade es la opción ideal para aquellos que quieren dar un paseo para relajarse al final de la tarde después de un día agotador o para cualquiera que quiera realizar algún tipo de actividad al aire libre, ya sea caminar, correr o incluso disfrutar de un pícnic.
10. Explorar el fantástico Palácio de Seteais
Construido en el siglo XVIII, actualmente alberga uno de los hoteles más emblemáticos y sorprendentes de Sintra: el Tivoli Palacio de Seteais, parte de la prestigiosa cartera de alojamientos The Leading Hotels of the World.
Situado en la ladera de una montaña, el Seteais ofrece increíbles vistas que van desde el Palácio da Pena hasta el mar.
El palacio fue construido para el cónsul holandés Daniel Gildemeestre y, tras su muerte, fue adquirido por D. Diogo José Vito de Menezes Noronha Coutinho, marqués de Marialva.
De estilo eminentemente neoclásico, el Seteais forma parte del conjunto de mansiones y palacios de Sintra. Destaca la entrada, con frontones triangulares, ventanas de guillotina y una escalera de dos brazos que se prolonga hacia el interior hacia la fachada secundaria. También se puede ver la adaptación del palacio al terreno irregular.
Sus jardines laberínticos también son impresionantes y románticos.
11. Dormir en un alojamiento histórico
El Palacio de Seteais no es ni de asomo el único alojamiento de características patrimoniales en Sintra.
De hecho, la ciudad está repleta de hoteles históricos, casas de huéspedes palaciegas y antiguas villas burguesas convertidas en propiedades vacacionales.
No podemos olvidar que durante la mayor parte de su historia (e incluso en nuestros días) Sintra ha sido una de las localidades más prósperas de la Península Ibérica, residencia de algunos de los personajes más adinerados de Portugal. Con el paso de las décadas, muchas de las grandes mansiones de la comarca se han convertido en alojamientos, muchos (aunque no todos) lujosos establecimientos boutique con todo tipo de comodidades.
Durante nuestra última visita a la ciudad tuvimos la suerte de alojarnos en el Sintra Marmoris Palace, una guest house de lujo y estilo boutique ubicado en una antigua quinta palaciega con vistas al Castelo dos Mouros y el Palacio Nacional de Sintra.
Dormir en un hotel con historia en Sintra puede convertir un gran viaje en una experiencia inolvidable. Afortunadamente, la localidad cuenta con varios alojamientos patrimoniales y te sorprenderá saber que sus precios son bastante asequibles, especialmente si reservas con antelación y/o fuera de la temporada alta.
Algunas de las mejores propiedades históricas donde alojarse en Sintra incluyen:
12. Visitar el “fin del mundo” en el Cabo da Roca
Cabo da Roca es un hermoso acantilado que se eleva unos 140 metros sobre el Atlántico. Se considera el punto más occidental de Portugal y de toda Europa continental.
Este accidente geográfico se encuentra a unos 18 km del centro de Sintra y está rodeado de pequeños pueblos de pescadores escondidos entre los bosques del parque natural.
Los acantilados azotados por el viento del Cabo de Roca eran considerados el fin del mundo hasta las exploraciones portuguesas de finales del siglo XIV y su espectacular y desolado paisaje ofrece vistas espléndidas.
Las furiosas olas del Océano Atlántico chocan contra la base de los enormes y escarpados precipicios a la vez que desafiantes rutas de senderismo discurren paralelas a la costa.
- Cuando visites Cabo da Roca, asegúrate de traer ropa abrigada ya que el viento es extremadamente fuerte y las rachas de aire húmedo del Atlántico refrescan mucho el ambiente, incluso en verano.
- Si quieres llegar a Cabo da Roca en transporte público, la línea de autobús 403 (Sintra – Cascais) cubre la ruta. El autobús sale de la estación de Sintra y tarda 35 minutos en llegar. Si continúas hacia la terminal de Cascais, el trayecto dura 20 minutos más. Antes de subir al autobús, asegúrate de que para en Cabo da Roca, ya que muchos se dirigen directamente a Cascais.
- De más está decir que el método de transporte más fácil y conveniente para llegar a Cabo da Roca es el coche de alquiler.
13. Practicar senderismo por la naturaleza de la Sierra de Sintra
La Serra de Sintra se encuentra entre Sintra y Cascais, en la parte más occidental del continente europeo. La cordillera cubre unos 16 kilómetros desde la localidad Sintra hasta Cabo da Roca en el Océano Atlántico y era conocida en el Mundo Antiguo como “Lunae Mons” (Monte de la Luna), el lugar de retiro de la diosa Diana Cazadora.
La sierra forma parte del Parque Natural de Sintra-Cascais, muy conocido por la riqueza de su fauna, su clima templado y su infraestructura turística. En la Serra se encuentran algunas de las principales atracciones turísticas de Sintra, así que lo ideal es que organices tu ruta en base a los monumentos de Sintra que quieras visitar.
Ten en cuenta que la Serra de Sintra se divide en dos paisajes, una extensa zona agrícola al norte de Colares que cubre la meseta de São João das Lampas, y la franja costera entre la desembocadura del río Falcão y la Ciudadela de Cascais, que termina en Cabo da Roca. La intensidad física de sus caminos y el desnivel que suponen hace que la mayor parte de los senderos de Sintra tengan una dificultad media a alta.
Para una primera aproximación, nuestra recomendación es hacer el camino que une el Palacio da Pena con el Castillo de los Moros, de allí a la Iglesia de Santa María y al centro del pueblo, pasando por algunas de las quintas y fincas más emblemáticas.
14. Ver la atracción decimonónica más nueva de Sintra: Palácio Biester
El Palacio Biester es otro de los tesoros del siglo XIX por descubrir en Sintra. Recientemente restaurado, este chalet señorial abrió sus puertas al público por primera vez en 2022.
La construcción de este palacio, residencia de la familia Biester, data de 1899 y mezcla influencias neogóticas y románticas.
Si este chalet te suena de algo, puede ser porque es donde se filmó la película “The Ninth Gate” (“La novena puerta en España” y “La última puerta” en Hispanoamérica). Protagonizado por Johnny Depp y dirigido por Roman Polanski, este thriller está basado en la novela de 1993 de Arturo Pérez-Reverte “El Club Dumas”.
15. Visitar palacios menos conocidos como el Chalet da Condessa d’Edla
Construido en el siglo XIX por el rey Fernando II para su segunda esposa, la condesa de Edla, este palacete sigue el modelo de los chalets alpinos de la época.
En el interior destacan sus murales en estuco, así como el revestimiento de las paredes con paneles de corcho y madera.
El jardín, de aire romántico, cuenta con una colección botánica con cientos de especies, entre vegetación autóctona y ejemplares exóticos de todo el mundo.
16. Escapar de los turistas en el Convento dos Capuchos
El el Convento dos Capuchos (Convento de los Capuchinos )es un humilde monasterio donde vivían los frailes en austeridad y el más puro aislamiento.
Construido en 1560, el convento tenía capacidad para 8 monjes que dejaban atrás todo tipo de bien material y privilegiaban la espiritualidad.
En este convento se pueden visitar las minúsculas celdas talladas en piedra y revestidas en corcho donde vivían los monjes, la capilla, la cocina y otras dependencias.
En la parte trasera del convento, también se puede descubrir la cueva de Fray Honório, quien, según la leyenda, permaneció allí durante 3 décadas.
17. Ir a la playa
Con muchos kilómetros de costa, el municipio de Sintra cuenta con numerosas playas que merece la pena visitar, a pesar de las aguas frías y el fuerte oleaje que las caracterizan.
Entre las más famosas se encuentran Praia Grande, Praia das Maçãs y Praia da Adraga.
Otras playas menos conocidas son playas de Aguda, Samarra o São Julião, mientras que la más secreta (aunque cada vez menos) e inaccesible es la Praia da Ursa, junto al Cabo da Roca.
Junto al mar también se encuentra uno de los pueblos más bellos de Portugal, Azenhas do Mar, con sus casas construidas a lo largo de la ladera.
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