Hay ciertos lugares que enamoran nada más poner pie en ellos.
Si mi último viaje a Lisboa había sido introspectivo y casi melancólico, mi visita de fin de semana a su prima del norte resultó ser una experiencia tan colorida como sus casas y tan dulce como el vinho do Porto. Por mucho que sienta una inexplicable atracción por las grandes urbes y el caos y frenetismo que entrañan, debo confesar que nada más llegar, me enamoré de Oporto. Me enamoré de su ritmo pausado, de su arquitectura variopinta y de su alegre decrepitud, pero en especial me enamoré de la casi tangible conexión existente entre la ciudad y su pasado. Las épocas gloriosas de tiempos más prósperos parecen aún estar vivos cuando se camina por las calles de Porto.
En sí, Porto no tiene un patrimonio consistente en atractivos ineludibles. No hay una Torre Eiffel o una Sagrada Familia que marque el ritmo de una visita turística a la ciudad. Oporto es una ciudad que dispone de su atmósfera como principal reclamo. Es un lugar para vivir despacio, para ver el tiempo pasar en un elegante café o perderse en alguna de las intrincadas callejuelas que recorren las colinas sobre las que la ciudad se asienta.
Y no quiero que se me malinterprete, hay mucho que ver en Oporto, pero es difícil separar atracciones individuales cuando la ciudad entera (o al menos su casco histórico) es una atracción obligada.
Por este motivo esta lista que cosas para ver en Oporto intenta mezclar lugares interesantes con monumentos, barrios y experiencias varias para convertir cualquier visita a la ciudad en una vivencia inolvidable.
Pasear por el casco antiguo y la zona de Baixa
La zona comercial
Para empezar una visita de la zona más antigua de Oporto, lo más cómodo es empezar en el barrio de Baixa, una zona comercial y de servicios ubicada al norte de la ciudad vieja y que contiene algunos de los edificios más significativos de la ciudad.
Es en Baixa donde encontramos la Avenida dos Aliados, un amplio paseo repleto de elegantes edificios y locales de restauración que culmina con el impresionante edificio del Ayuntamiento de Porto.
Un poco más al este de aquí se alza la zona de Bolhão, con su tradicional mercado popular y la calle de Santa Caterina, una vía comercial llena de tiendas de marcas internacionales. A escasos pasos de está rua se encuentra la zona de Galeria de París, un área de ocio nocturno.
Oporto y el Art Decó
Baixa es además el distrito donde se encuentran la mayoría de edificios de estilo art decó de la ciudad. Quizá el más interesante sea el teatro Coliseum, finalizado en 1941, es el ejemplo más destacado de los estilos streamline moderne y art decó. Otros ejemplos de estos estilos constructivos podemos encontrarlos en el cercano teatro Batalha y en varios garajes de la zona, así como en numerosos edificios residenciales.
El Oporto antiguo
Al sur del barrio de Baixa encontramos la zona monumental de Oporto, un área declarada Patrimonio de la Humnidad por la UNESCO en 1996 que comprende la antigua ciudad amurallada, además del puente de Dom Luis y el Monasterio da Serra do Pilar, al otro lado del Duero.
Esta zona está en su mayoría compuesta por calles estrechas y empinadas y salpicada de pequeñas iglesias. Se trata de una de las zonas con más encanto de la ciudad. En la parte más alta se encuentra la famosa Torre de los Clérigos, campanario de la iglesia del mismo nombre que, al encontrarse en uno de los puntos más altos de Oporto y ser visible desde casi cada rincón de la ciudad, se convirtió en su símbolo.
La catedral, o Sé de Oporto se encuentra en el corazón del barrio antiguo, rodeada de algunos de los monumentos medievales que aún sobreviven en la ciudad. Desde su explanada pueden apreciarse impresionantes vistas del río y la zona de Gaia, con sus bodegas de vino fácilmente reconocibles gracias a sus alargados techos de tejas rojas.
A partir de este punto, lo más recomendable es meterse por una de las callejuelas empinadas que descienden en busca del Duero para descubrir los rincones repletos de encanto del barrio antiguo de la ciudad. Balcones con ropa al sol, macetas con flores de colores y pequeñas iglesias de suntuosas fachadas barrocas son algunas de las maravillas de este barrio que parece detenido en el tiempo.
Visitar la Librería Lello e Irmão
La librería más bonita del mundo. Punto.
Esta impresionante tienda de libros data de 1906 y fue uno de los secretos mejor guardados de Oporto hasta que sirvió de escenario, a principios del siglo XXI, de la saga de películas de Harry Potter.
Su impresionante escalinata central y su elegante estilo, a caballo entre el neo-gótico y el art nouveau, hacen de esta librería un lugar tan mágico como la tienda de Diagon Alley que representa en la gran pantalla.
Eso sí, hay que llegar pronto para poder hacer fotos, ya que las fotografías están prohibidas durante las horas comerciales. De hecho, la foto de arriba es cortesía de mi amigo Francisco Goncalves.
Ver la Casa da Música
Una de las cosas que convierte a Porto en una ciudad única desde el punto de vista arquitectónico es la presencia de edificios icónicos de todas las épocas y estilos. Así tenemos una catedral medieval, una Torre dos Clérigos barroca, dos puentes de hierro de finales de siglo XIX, varios teatros y edificios art decó y una muestra de arquitectura vanguardista que tiene su cumbre en la imposible Casa da Música.
Ubicada junto a la Rotunda da Boavista, este impresionante edificio fue diseñado por el arquitecto holandés Rem Koolhaas y se convirtió rápidamente en uno de los iconos de la ciudad de Oporto.
Visitar el Palacio de la Bolsa
Un ejemplo magnífico de arquitectura neoclásica e interiorismo romántico en Porto. Es la sede de la Asociación Comercial de Oporto.
Se organizan visitas guiadas de unos 20 minutos de duración y que llevan al visitante a través de varias de sus salas.
Especial mención merece el Salón Árabe, con su profusa decoración oriental parece sacado de las páginas de Las mil y una noches.
Dar un agradable paseo por Ribeira
Ninguna visita a Porto está completa sin un paseo por esta emblemática zona de la ciudad. El barrio de Ribeira se ubica, como su nombre indica, junto a la ribera del río Duero. En su paseo fluvial se hallan varios de los restaurantes de pescado más reputados de la ciudad (como el magnífico Fish Fixe).
Desde sus terrazas pueden observarse impresionantes vistas del inmenso puente de Dom Luis, así como una bonita panorámica de Gaia.
La brisa del río y las coloridas casas que bordean el paseo hacen que esta zona sea ideal para pasear por la tarde y ver el atardecer.
Desconectar en el los jardines de Serralves
Estos frondosos jardines se extienden alrededor de una magnífica casa de estilo art decó de los años 30.
El parque comprende zonas boscosas, un lago, un jardín de rosas (de los más grandes de Portugal), paseos bordeados de árboles y huertos.
En la inmediación de los jardines encontramos la Fundación Serralves, uno de los museos de arte contemporáneo más importantes del país.
Ver la ciudad desde uno de sus cruceros por el Duero
Si bien no es muy profundo, el Duero es un río navegable (al menos en su tramo portugués) y en Gaia es posible embarcarse en un pequeño tour fluvial que recorre el río y los seis puentes de la ciudad.
Mi pequeño barco era de la empresa Douro Azul, que además operan cruceros de lujo y de más días de duración siguiendo el Duero hasta Salamanca.
Tomar un café o una cerveza en un bar centenario
Oporto está salpicado de bares con encanto, quizá el más famoso de todos sea el de Galería de París, ubicado en la calle del mismo nombre. Es uno de los lugares más atmosféricos de la ciudad y tiene unos precios más que razonables.
Si el estilo bohemio del Galeria no es lo tuyo, siempre puedes ir al popular Bar Piolho, el más famoso entre la multitudinaria población estudiantil de la ciudad.
Y si lo que buscas es comida rápida, Porto es probablemente la única ciudad del mundo donde ir a McDonald’s es tan auténtico como comer en un lugar tradicional. Pero no cualquier McDonald’s vale, has de ir al que se encuentra en la Avenida dos Aliados. Se trata de un antiguo café de los años 30 reformado para acoger al gigante de las hamburguesas.
Echar un ojo a la nueva zona cool de Bombarda
Al norte del centro de Oporto se encuentra la zona de Bombarda. Una zona antiguamente decrépita y empobrecida que ha sido reconvertida, como ha pasado en muchas ciudades alrededor del mundo, en una meca trendy de galerías de arte, tiendas de diseño y ropa alternativa y locales donde barbudos y pin-ups son los protagonistas.
El epicentro de este polo creativo portuense lo hallamos en el CCB, el Centro Comercial Bombarda, con gran cantidad de tiendas especializadas en cultura hipster, cool y retro.
Aprender sobre el vino de Oporto en una de sus bodegas
Y obviamente llegamos a la parte que todos esperaban de una visita a Oporto, el alcohol.
Porto es una denominación de origen de vino exclusiva del Valle del Duero portugués. Se trata de un vino por lo general tinto y muy dulce y de más graduación alcohólica que un vino convencional, elaborado con un proceso específico que incluye la parada de la fermentación mediante la adición de aguardiente de uva.
El vino se produce, en su mayoría, en la región de los alrededores del Duero y posteriormente es transportado hasta las bodegas en Oporto, o mejor dicho, en Gaia (la ciudad en la otra ribera del río) donde el producto es añejado según su origen y finalidad.
Existen numerosas bodegas de vinho do Porto en Gaia, yo en mi visita recorrí la de Taylor’s, donde, además de un recorrido guiado, tuve una pequeña cata de tres tipos diferentes de vino.
Comer una típica francesinha
La francesinha es un plato típico de Oporto y consiste en un bocadillo de pan de molde tostado, relleno de diversas clases de embutido y carne que incluye (no exclusivamente) lonchas de jamón cocido, mortadela, chipolata, así como un filete de ternera o cerdo.
La francesinha es posteriormente recubierta con lonchas de queso que es gratinado y bañada en una salsa picante hecha a partir de cerveza y tomate.
Se corona con un huevo frito.
Se sirve con patatas fritas con queso derretido por encima.
Se come.
Se tiene un infarto.
