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Francesinha

Oda a la Francesinha

Una oda corta y seria
a mi francesinha querida
que me atasca las arterias
pero me alegra la vida.

No te sabría decir cuántas calorías hay en una francesinha, pero sí te puedo decir que es como un trozo de cielo cubierto de queso.

La francesinha (literalmente “francesita”) es un bocadillo en pan de molde típico de , más concretamente de Oporto.

Esta popular comida deriva de la croque-monsieur francesa y está elaborada con jamón dulce, chipolata, mortadela y un trozo de ternera o cerdo en dos rebanadas de pan de molde tostadas que posteriormente son recubiertos por queso gratinado y una salsa hecha a base de tomate y cerveza. El bocadillo es coronado por un huevo y se sirve en una base de patatas fritas que pueden o no llevar lonchas de queso derretidas por encima.

Solamente leyendo este último párrafo has engordado un kilo.

Antes de viajar a Porto no conocía la existencia de este manjar celestial, fue mi amiga Anabela que, a sabiendas de mis tendencias hacia el carnivorismo salvaje, me recomendó que lo probara. No le podría estar más agradecido.

Por ese motivo, nada más acabado el check-in en el hotel, me dirigí al centro de la ciudad en busca de la mejor francesinha de Porto.

Mi guía me recomendó el Café Santiago (Rua Passos Manuel 226), un snack-bar típico portuense en el que se sirven toda clase de platos tradicionales, hamburguesas, bocadillos y, obviamente, francesinhas.

Café Santiago - Oporto
Café Santiago –

La verdad es que sólo probé las francesinhas del Santiago así que objetivamente no tengo con qué compararlas, pero si esas no son las mejores de Oporto, seguramente que se le acercan.

El ambiente del bar es muy animado, con gran cantidad de turistas y lugareños que se acercan a comer o a beber algo.

Café Santiago de Oporto - Interior
Café Santiago de Oporto – Interior

La espera por la comida fue relativamente corta teniendo en cuenta la cantidad de cerdos que habrán tenido que matar para prepararla. A los diez minutos la espera se había acabado, mi bocadillo estaba allí.

El sabor de una francesinha es difícil de explicar, obviamente sabe a carne, sabe a salsa, sabe a queso, sabe a pan. Es la pesadilla hecha realidad de un vegetariano, el cielo de un carnívoro y el motivo de muerte prematura de un paciente cardíaco.

Francesinha
Francesinha

Y así acabo esta absurda oda
que no sé ni cómo empieza.
Comencé con una soda
y terminé con diez cervezas.


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Soy Luis Cicerone, creador de xixerone.com y viajero incansable. Mis pasiones, además de recorrer el mundo, incluyen los gatos, la comida, las series y la arquitectura.