Sin duda, una de las ciudades más bonitas de Portugal, Oporto es uno de los lugares más fáciles —y también más difíciles— para recorrer a pie que he visitado jamás. Cada calle parece inclinarse en un ángulo imposible y, justo cuando crees que estás bajando, en realidad estás subiendo. Pero créeme, merece la pena. Lo ideal sería pasar al menos dos o tres días para conocer bien Oporto. Aun así, si solo tienes un día, vamos a aprovecharlo al máximo con este itinerario exprés.
Como caminar por Oporto puede ser tan exigente como gratificante, este itinerario propone una única ruta ambiciosa que recorre los lugares más importantes de la ciudad a pie. Es perfecto si te apetece una aventura de todo el día y no te asustan las cuestas (muchas cuestas, para ser honestos). Si prefieres algo más relajado —o quieres cambiar un par de subidas por un paseo en barco o en tranvía—, al final te dejo algunas alternativas menos rompe-rodillas.
La mejor ruta a pie por Oporto para verla en un día
Empezamos el día en la estación de Trindade, uno de los principales nodos de transporte de Oporto. Aquí terminan todos los servicios de metro que llegan desde el aeropuerto por la Línea E (morada). Esta estación marca el límite norte del centro histórico.
Antes de lanzarte a explorar, pasa por Muralhas Olival en Campo dos Mártires da Pátria 117 para desayunar. Esta cafetería local ofrece una gran variedad de pasteles y panes portugueses a precios razonables. Es una muy buena oportunidad para disfrutar de un desayuno típico portugués: sencillo, pero lleno de sabor.
Si te sobra algo de tiempo, camina una manzana al este hasta la Capilla de las Almas. Aunque su origen se remonta al siglo XVIII, lo que más llama la atención es su fachada recubierta de azulejos del siglo XX: más de 15.000 azulejos azules y blancos que narran escenas de las vidas de San Francisco de Asís y Santa Catalina.
A pocos pasos de la torre se encuentra la Librería Lello, ubicada en un edificio Art Nouveau de 1906. Es famosa por su escalera de madera tallada, su lucernario de vidrieras de colores y los detalles neogóticos del interior. Ganó fama internacional por su supuesta influencia en J.K. Rowling, que vivió en Oporto a principios de los años 90. Aunque la autora ha restado importancia a esa conexión, la tienda sigue estando estrechamente asociada al universo visual de Harry Potter. Se necesita entrada para visitarla y suele haber cola, pero si no quieres entrar, la fachada ya merece una parada.
Desde aquí, dirígete a la Estação de São Bento, la estación central de trenes de Oporto. Inaugurada en 1916, su vestíbulo principal está decorado con más de 20.000 azulejos pintados por el artista Jorge Colaço, que representan momentos clave de la historia de Portugal, como la Batalla de Valdevez o la entrada de Juan I en la ciudad. Es una visita rápida, pero imprescindible.
Continúa por la Rua das Flores, una calle peatonal repleta de edificios del siglo XVIII y XIX, tiendas con encanto y pequeñas galerías. Conduce hasta la Sé do Porto, la catedral del siglo XII construida en estilo románico con añadidos góticos y barrocos. La plaza frente al templo ofrece unas vistas magníficas de los tejados de Ribeira y el río Duero.
Desde la catedral, cruza el Puente de Don Luis I, inaugurado en 1886 y diseñado por Théophile Seyrig, discípulo de Gustave Eiffel. El puente tiene tres niveles distintos: el superior para peatones y la Línea D del metro, el inferior para coches y viandantes, y los arcos metálicos que sostienen la estructura sobre el río. Con 395 metros de largo y 45 metros de altura sobre el agua, es uno de los iconos más reconocibles de la ciudad.
La parte superior del puente ofrece una vista panorámica del río Duero, las casas apiladas y coloridas de Ribeira y los barcos que navegan por debajo—muchos de ellos rabelos, antiguas embarcaciones de carga que se usaban para transportar barricas de vino de Oporto desde el valle del Duero. Ten cuidado: el metro pasa con frecuencia y el puente vibra ligeramente cada vez que cruza un tren. Si tienes vértigo, agárrate bien a la barandilla y mira al horizonte.
Al cruzar el puente, llegarás a Vila Nova de Gaia, que técnicamente es una ciudad distinta. Históricamente, fue el lugar donde se almacenaba y envejecía el vino de Oporto, gracias a sus orillas orientadas al norte, perfectas para mantener el vino fresco. Si te interesa aprender más o hacer alguna cata, puedes desviarte un poco y visitar el WOW – The World of Wine, un complejo cultural con varios museos y salas de degustación. Otra opción es entrar en alguna de las bodegas tradicionales—Taylor’s, por ejemplo, ofrece visitas guiadas. Yo la visité en un viaje anterior y me encantó, sobre todo la parte de la cata.
Oporto: visita y cata en las bodegas Taylor’s
Después de disfrutar de las vistas desde Gaia, baja a la parte inferior del puente y cruza de nuevo hacia Ribeira para continuar el paseo junto al río por el barrio más pintoresco de Oporto.
Consejo viajero: Este puede ser el momento perfecto para comer. Te recomiendo la terraza del 6 Ponte Sky Bar. Está en el Vincci Ponte de Ferro y tiene vistas espectaculares, además de una carta con sabores portugueses y asiáticos. Además, el ascensor del hotel conecta directamente la parte alta del puente con la orilla del Duero, 40 metros más abajo.
El barrio de Ribeira es uno de los más antiguos y emblemáticos de Oporto, con sus estrechas calles medievales, casas centenarias con fachadas de azulejos y un animado paseo fluvial. Antiguamente, era el corazón comercial de la ciudad, donde las mercancías llegaban en barco y se distribuían colina arriba. Hoy en día es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y uno de los principales puntos de encuentro de la ciudad.
Está lleno de cafeterías, restaurantes y terrazas con vistas al Duero, lo que le da un ambiente especialmente animado al atardecer, cuando las luces de los edificios se reflejan en el río y la música en directo resuena desde las plazas cercanas. Desde la ribera, sigue el Cais da Ribeira hacia el este a lo largo del paseo. Esta zona está repleta de casas coloridas y soportales, muchos de ellos antiguos almacenes o bodegas de vino.
En la Praça da Ribeira, el corazón del barrio, tómate un momento para disfrutar de la plaza histórica. La fuente central, rematada por un cubo de bronce, es una adición moderna, pero los edificios que la rodean datan de los siglos XVII y XVIII y conservan los típicos soportales y balcones.
Desde aquí, empieza a subir poco a poco por Rua de São João o Rua da Alfândega, según el ritmo que prefieras. En pocos minutos llegarás al Palacio da Bolsa, la antigua bolsa de valores del siglo XIX. Construido en estilo neoclásico y terminado en 1910, fue diseñado para impresionar a dignatarios e inversores extranjeros. Si solo vas a visitar un interior en esta ruta, que sea este. Lo más destacado es el Salón Árabe, inspirado en la arquitectura morisca y decorado con estucos dorados—todavía hoy se utiliza para recepciones oficiales del Estado.
Antes de continuar cuesta arriba, detente un momento en el Mercado Ferreira Borges, justo al lado. Aunque no entres, merece la pena echarle un vistazo por su arquitectura tan peculiar—un ejemplo del espíritu industrial de Oporto en el siglo XIX.
Desde ahí, comienza la subida hacia el Miradouro da Vitória. Puedes tomar la Rua de Belomonte o la Rua de São Miguel—ambas estrechas y empinadas, pero asumibles. El mirador es una terraza abierta que ofrece una de las mejores vistas panorámicas gratuitas de la ciudad: los tejados de Ribeira al fondo, el Duero serpenteando por el centro y Vila Nova de Gaia justo enfrente. Es un lugar perfecto para reorientarte tras tanta calle en zigzag.
Después de disfrutar de las vistas, baja por la Rua da Vitória hasta volver a conectar con la Rua dos Clérigos. Desde ahí, camina hacia la Avenida dos Aliados, el espacio urbano más señorial de Oporto. Esta avenida está flanqueada por edificios de principios del siglo XX en estilos Beaux-Arts y neoclásico.
En el extremo norte verás el Ayuntamiento de Oporto, una imponente estructura de granito con una alta torre central con reloj. Se construyó por fases entre 1920 y 1957 y sigue siendo la sede del gobierno municipal.
Después de recorrer la plaza principal de la ciudad, dirígete hacia el este para visitar el Mercado do Bolhão. Recientemente renovado, este mercado histórico ofrece productos frescos, embutidos, quesos regionales y puestos de comida tradicional.
Desde aquí, continúa por la Rua de Santa Catarina, una de las calles peatonales más transitadas de Oporto. Es una zona muy popular para ir de compras, pero también un buen lugar para ver cafeterías tradicionales y fachadas decoradas con azulejos. Justo antes de llegar a la plaza, haz una parada rápida en la Iglesia de San Ildefonso. Construida en el siglo XVIII, su fachada está cubierta de típicos azulejos blancos y azules que representan escenas religiosas. Situada con orgullo en lo alto de una escalinata, es uno de los monumentos más fotografiados de la ciudad.
La Praça dos Poveiros es muy popular entre los locales, y aquí se encuentra el Café Santiago, considerado por muchos como uno de los mejores sitios de la ciudad para probar una francesinha, el sándwich más exagerado de Oporto. Lleva capas de filete, embutidos y jamón, cubiertas con queso fundido y un huevo frito, todo bañado en una salsa picante a base de cerveza. Y, por si fuera poco, llega a la mesa enterrado bajo una montaña de patatas fritas. Es un infarto servido en plato, imposible de fotografiar bien… pero después de un día como este, te lo has ganado.
Y con esto llegamos al final de nuestro itinerario de un día por Oporto, que bien podría calificarse de peregrinación, impulsado a base de cafeína y entusiasmo ciego. Si te duelen los pies solo de leerlo, créeme: no eres el único. Sigue leyendo para descubrir otras formas de explorar la ciudad sin acabar con ampollas.
Más ideas para un itinerario perfecto de un día en Oporto
Vale, lo sé: el itinerario anterior era… ambicioso. Cubre mucho, incluye más escaleras de las que parecen físicamente posibles y exige buen calzado (y rodillas en forma). Si te parece demasiado—o viajas con alguien que no está para escalar media ciudad antes de comer—aquí tienes algunas alternativas para disfrutar de Oporto en un día sin tener que pasar un test de resistencia física.
Estas son algunas ideas extra sobre cómo ver lo mejor de Oporto en un solo día sin tener que ponerte en modo Eva Nasarre en los 80. Todas son buenas opciones para conocer la ciudad con el mínimo esfuerzo y captar su historia, arquitectura y ambiente:
1. Usa el metro
Es, por supuesto, la forma más evidente de evitar (al menos parte de) las cuestas de Oporto y recorrer largas distancias. Inaugurado en 2002, el Metro de Oporto cuenta con seis líneas de tranvía ligero. La red es eficaz, aunque no cubre del todo el centro histórico, por lo que conviene combinarlo con otros medios para moverse.
2. Prueba los medios de transporte curiosos de Oporto
Oporto cuenta con varios transportes de corto recorrido que también sirven como formas divertidas de hacer turismo. Por ejemplo, una pequeña red de tranvías históricos permite hacer recorridos escénicos. La más famosa es la Línea 1, que va desde Ribeira hasta Foz do Douro. Las líneas 18 y 22 recorren zonas del casco antiguo.
Además, el Funicular dos Guindais conecta la ribera del Duero con la zona alta de Batalha en menos de dos minutos. El Teleférico de Gaia recorre la orilla sur del río con vistas a los puentes y las bodegas. Por último, el Ascensor da Ribeira es un pequeño elevador público que une la orilla con la Rua da Bainharia, ideal para evitar una subida dura junto a la Sé.
3. Sube a un autobús turístico
Es una de las formas más fáciles de moverse y ver los lugares imprescindibles sin apenas caminar. Hay dos rutas principales que recorren el centro histórico, la ribera del río, Vila Nova de Gaia y barrios más alejados como Foz do Douro. Los billetes suelen ser válidos durante 24, 48 o 72 horas, así que puedes usar el servicio en una visita de un día o durante varios si te quedas más tiempo.
Los autobuses tienen audioguías en varios idiomas (incluyendo el español) y paran en los puntos clave. Puedes bajarte donde te interese o simplemente quedarte a bordo disfrutando del recorrido.
Oporto: tour en autobús turístico con paradas libres
4. Contrata un recorrido en tuk-tuk con guía
Los tuk-tuks son una forma rápida de recorrer distancias sin caminar. La mayoría de los recorridos duran entre 1 y 2 horas y pasan por zonas como Baixa, Miragaia o la ribera de Gaia. Suelen ser personalizables, con paradas para fotos y explicaciones del guía. Algunas empresas también ofrecen paseos en réplicas de coches clásicos y casi todas cuentan con guías que hablan español.
Oporto: tour privado en tuk-tuk eléctrico
5. Haz un crucero panorámico por el Duero
Un pequeño crucero por el Duero es una forma relajada de ver la ciudad desde el agua. La mayoría de los recorridos navegan entre los puentes de Arrábida y Freixo, con vistas a Ribeira, las bodegas de Gaia y el perfil urbano de Oporto. Suelen durar unos 50 minutos y salen con frecuencia desde la ribera de Ribeira.
- Oporto: crucero turístico por los seis puentes
- Oporto: Valle del Duero, Amarante, vino, gastronomía y crucero
6. Apúntate a un tour en bicicleta
Los tours en bicicleta son un buen término medio si te apetece moverte un poco pero sin matarte a subir cuestas. Muchos de ellos utilizan bicis eléctricas, lo que ayuda bastante en una ciudad como esta. Suelen recorrer la ribera y la costa, pasando por Gaia, Foz y Matosinhos, con ritmo tranquilo y paradas explicativas. Además, la mayoría de las empresas cuentan con guías que hablan español.
Oporto: recorrido guiado en bici eléctrica de 3 horas
Experiencias imprescindibles para añadir a un día en Oporto
La ruta principal de este itinerario a pie te lleva por Oporto desde fuera: plazas, tejados, orillas del río y un sinfín de azulejos. Pero si te apetece profundizar más allá de las fachadas, aquí tienes algunas experiencias que puedes añadir a tu itinerario de un día para conocer la ciudad con más calma (y sentarte un rato, de paso).
1. Visita el distrito cultural WOW (World of Wine)
Situado en Vila Nova de Gaia, el complejo WOW incluye museos, restaurantes, bares de vinos y exposiciones centradas en la cultura vinícola portuguesa. Es una buena opción si ya estás cruzando el puente Dom Luís I. Puedes elegir entre varios museos temáticos y disfrutar de vistas panorámicas sobre Oporto mientras descubres el mundo del vino local.
Oporto: entrada y degustación en el World of Wine (WOW)
2. Visita una bodega histórica de vino de Oporto
Visitar una de las bodegas tradicionales de Gaia es la forma perfecta de sumergirse en la cultura vinícola de la ciudad. Muchas de ellas ofrecen visitas guiadas breves con cata incluida. Aprenderás cómo se elabora, almacena y envejece el vino de Oporto y podrás probar varias variedades en las mismas salas donde han madurado durante décadas. Además muchas bodegas ofrecen tours en español.
Tours y catas en bodegas de Oporto y Vila Nova de Gaia
3. Alucina con el interior del Palácio da Bolsa
Este edificio neoclásico del siglo XIX fue en su día la bolsa de comercio de Oporto y hoy ofrece visitas guiadas por sus salas decoradas con gran lujo. La joya es el Salón Árabe, inspirado en la arquitectura morisca y utilizado aún hoy para recepciones oficiales. Es una parada breve, pero de lo más espectacular.
Visitas y entradas para el Palácio da Bolsa
4. Sube a la Torre dos Clérigos y contempla Oporto desde las alturas
Con 75 metros de altura, esta torre barroca del siglo XVIII ofrece unas vistas espectaculares de Oporto. Subir implica más de 200 escalones, pero las vistas desde arriba compensan. Lo ideal es ir temprano para evitar colas, sobre todo si ya estás por la zona.
Oporto: entrada a la Torre dos Clérigos
Experiencias nocturnas si te quedas a dormir
El itinerario principal termina con una francesinha de cena: contundente, con queso, y posiblemente adormecedora. Pero si te quedas a dormir en Oporto y aún te quedan energías, hay algunas cosas más que puedes exprimir de tu día. Aquí van algunas opciones fáciles para cerrar la jornada con buen sabor de boca.
1. Ruta gastronómica y de vinos portugueses
Estas rutas gastronómicas al atardecer suelen combinar platos típicos con catas de vino o vino de Oporto en varios locales del centro. Son una buena forma de probar muchos sabores regionales en una sola noche y conocer la cultura culinaria portuguesa sin necesidad de sentarse a una cena larga en restaurante.
Tours gastronómicos y de vinos en Oporto
2. Ruta de bares por el centro
El centro compacto de Oporto permite explorar su vida nocturna a pie. Las rutas de bares guiadas incluyen visitas a varios locales, ofertas en bebidas y la posibilidad de conocer a otros viajeros. Es una forma fácil de salir de fiesta sin preocuparte por el mapa ni por organizar nada.
Rutas de bares y pub crawls en Oporto
3. Asiste a un espectáculo de fado en directo
Aunque el fado se asocia más con Lisboa, Oporto también tiene locales que ofrecen actuaciones en vivo. Con sus voces emotivas y acompañamiento de guitarra, los espectáculos de fado suelen ser cortos e íntimos, y muchas veces incluyen una bebida. Es una forma relajada y cultural de terminar el día y conectar con el patrimonio musical portugués.
Espectáculos de fado y música en vivo en Oporto
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