Málaga es la segunda ciudad más importante de Andalucía y, aunque en el pasado se le solía asociar únicamente con playas y turistas low-cost del norte de Europa, durante los últimos años se ha convertido en una de las urbes más cool de España.
Ubicada al sur de la Península Ibérica, Málaga es la puerta de entrada principal a la Costa del Sol y tiene un patrimonio cultural e histórico que nada tiene que envidiarle a otras ciudades andaluzas como Granada y Sevilla.
Sus playas mediterráneas, gastronomía, atracciones, vida nocturna y encanto de ciudad pequeña han hecho de Málaga un destino emergente en España y en Europa.
La que antes era una ciudad de paso es, actualmente, una parada obligatoria para quienes recorren el sur de España, perfecta para escapadas urbanas, fines de semana románticos y todo tipo de viaje.
Hay tanto que hacer y que ver en Málaga que es probable que no sepas ni por dónde empezar.
En este artículo, conocerás cuáles son las 11 experiencias que no te puedes perder en Málaga, sin importar qué tan larga sea tu estancia en la ciudad.
11 experiencias imperdibles en Málaga
1. Conocer la Alcazaba de Málaga y el teatro romano
La alcazaba, que significa ciudadela en árabe, es uno de los sitios más emblemáticos de Málaga y una de las construcciones defensivas de época musulmana más resaltantes de España, después de la Alhambra.
La alcazaba de Málaga se halla en las faldas del monte Gibralfaro y fue construida entre 1057 y 1063, en el espacio que una fortaleza fenicia ocupó anteriormente.
Su interior tiene la estética de un palacio árabe, con jardines rectangulares y fuentes, pero también columnas de estilo romano que fueron tomadas del teatro romano que se encuentra a sus pies y que data del siglo I a.C. y que fue descubierto en 1951.
Esta edificación (a la que algunos se refieren como una Alhambra en miniatura) ofrece muy buenas vistas de Málaga y está conectada con el Castillo de Gibralfaro por un pasillo oculto entre murallas que lleva por nombre La Coracha.
Visitar la alcazaba de Málaga es, sin duda, una experiencia imperdible.
2. Ver la ciudad desde el Castillo de Gibralfaro
El castillo de Gibralfaro fue construido en el siglo XIV por los árabes para proteger la alcazaba.
Sus murallas se levantaron sobre un antiguo recinto con un faro al que debe su nombre y, en la actualidad, es uno de los monumentos imprescindibles de Málaga.
El castillo se halla en lo más alto del monte Gibralfaro, una subida que se puede hacer en coche, bus o a pie si tienes ganas de hacer ejercicio y hay buen tiempo.
Desde el castillo y sus torres tendrás las mejores vistas de Málaga y, si el cielo está despejado, incluso de la Costa del Sol. Por lo tanto, esta es una atracción imperdible si te gusta la fotografía.
En el interior del castillo hay un pequeño café y un centro de interpretación con la maqueta de Málaga y una colección de objetos y uniformes militares del siglo XVI.
El coste de la entrada al castillo es de 2,20 euros, pero también puedes adquirir un pase combinado al castillo y la alcazaba por 3,50 euros o visitarlo completamente gratis los domingos, a partir de las 14:00.
3. Ir de shopping por la calle Larios
La calle Marqués de Larios, conocida simplemente como calle Larios, es una de las principales arterias comerciales de la ciudad y cuenta con una ubicación muy céntrica.
Esta calle se extiende desde el monumento al Marqués de Larios hasta la plaza de la Constitución y dispone de muchas tiendas por departamento y boutiques que la hacen una parada obligatoria durante cualquier viaje a Málaga.
En la calle Larios también se hallan restaurantes de distintos tipos, incluyendo cadenas de comida rápida, y bares con terraza donde se puede pasar un buen rato en verano.
Por si eso fuera poco, se trata de una calle súper fotogénica que suelen decorar en Navidad, carnaval y todo tipo de eventos.
Además, esta calle y la plaza de la Constitución son sede de muchos eventos en Málaga, incluyendo desfiles, por lo que siempre hay algo que ver y que hacer en sus alrededores.
Esta es también una de las mejores zonas donde dormir en Málaga.
4. Dar un paseo por el Muelle Uno
Si visitas Málaga para una escapada romántica, no puedes dejar de pasear por el Muelle Uno al atardecer.
El Muello Uno se encuentra al sur del centro, entre el parque de Málaga y la playa La Malagueta y, desde él, podrás capturar excelentes panorámicas del mar con la alcazaba y la torre de la catedral de fondo que serán la envidia de tus seguidores de Instagram.
En el muelle también está el Centro Artístico Pompidou de arte contemporáneo, con una fachada interesante en forma de cubo y con una claraboya multicolor en su tejado que se ha convertido en referente de la zona.
A lo largo del muelle se encuentra un grupo de tiendas y restaurantes para que puedas quedarte más que un par de minutos en esta encantadora zona de Málaga.
5. Visitar la catedral de Málaga
La catedral de Málaga, cuyo nombre oficial es Santa Iglesia Catedral Basílica de la Encarnación, se encuentra en pleno centro de la ciudad, justo en frente de la plaza del Obispo.
Esta iglesia es conocida como “la manquita” por los malagueños debido a que le falta una de las dos torres que aparecían en su diseño original.
Su construcción comenzó en el año 1528 y se detuvo en 1782 al agotarse el presupuesto destinado a las obras, un gasto que ha disparado muchas teorías con el paso del tiempo.
Aunque su fachada mayormente renacentista con elementos góticos y barrocos es impresionante por sí sola, reservar un tour de la Catedral de Málaga te permitirá conocer sus espectaculares capillas y adentrarte en la historia de esta joya renacentista andaluza.
6. Tomar el sol, nadar o comer pescaito frito en La Malagueta
Si visitas Málaga en verano, no puedes dejar de acercarte a la zona de La Malagueta.
Este barrio típico malagueño gira en torno a la playa de La Malagueta, perfecta para tomar el sol y nadar cuando hace buen tiempo, pero es recomendable llegar temprano si quieres encontrar sitio donde tumbarte
A lo largo de la playa, encontrarás muchos bares al aire libre o “chiringuitos” donde se puede probar todo tipo de delicias de la gastronomía andaluza como el pescaíto frito, por ejemplo.
Ubicada a tan solo 15 minutos andando del centro, La Malagueta pasó de ser una zona industrial del siglo XIX a un barrio que mezcla edificios residenciales con ambiente playero y muchas opciones de ocio.
El símbolo de esta zona es la Farola de Málaga, del año 1816.
7. Recorrer el Soho
El Soho es un barrio de Málaga que destaca por su atmósfera bohemia y alternativa, así como también por su creciente movimiento cultural.
El Soho está ubicado muy cerca del Distrito Centro, limitando con la Alameda por el norte y el mar por el sur.
En el Soho se encuentran atracciones como el CAC Málaga, un centro de arte de entrada libre, construido en las instalaciones de un antiguo mercado.
El Teatro Soho, el Museo de la Imaginación y el MAUS, un espacio dedicado al graffitti y el street art, son otros lugares que vale la pena descubrir en este pintoresco barrio malagueño.
El Soho no se queda atrás en lo que a gastronomía se refiere. Aquí encontrarás bares de tapas, restaurantes, panaderías, cafés y cervecerías artesanales, usualmente de mejor calidad que en el centro de Málaga.
8. Salir por La Merced
La Merced es, probablemente, la zona más animada de Málaga.
Este barrio resalta por su vida nocturna que gira en torno a la plaza de La Merced, rodeada de bares de todo tipo, incluyendo algunos para el público LGBT y muchos terrazas recomendadas para el tapeo.
Dentro de este barrio se hallan restaurantes que sirven desde comida italiana hasta platos veganos, gastronomía típica andaluza y más.
En La Merced encontrarás espacios culturales como el Teatro Cervantes, donde se lleva a cabo el Festival de Málaga de cine y se presentan obras de arte escénico con regularidad.
9. Adentrarse en la vida y obra de Picasso
Málaga es también conocida por ser la cuna de Pablo Picasso, uno de los artistas con más renombre a nivel mundial.
Ninguna visita a su ciudad natal está completa sin visitar el Museo Picasso de Málaga, en las instalaciones del palacio Buenavista, declarado Monumento Nacional en 1939 y ubicado en el centro.
En este edificio, que mezcla estilo renacentista con arquitectura mudéjar, se expone una colección permanente con dibujos, pinturas y esculturas de Picasso que muestran distintas etapas de su obra, incluyendo el periodo del cubismo y algunos de sus experimentos con cerámica.
Asimismo, si quieres descubrir cómo fueron los primeros años de la vida de este genio malagueño, basta con visitar el Museo Casa Natal de Picasso, con recuerdos personales de Picasso y su familia, además de obras del artista y su padre, José Ruiz Blasco.
10. Ver la colección del Museo Carmen Thyssen Málaga
El Museo Carmen Thyssen es uno de los más importantes de Málaga y se ubica en el centro de la ciudad.
Este museo tiene una colección de pinturas de distintos tipos, pero haciendo énfasis en el paisajismo y el costumbrismo español, con obras de artistas como Joaquín Sorolla.
El palacio de Villalón es la sede del museo y, en las callejuelas de sus alrededores, está el llamado “entorno Thyssen” de Málaga, un conjunto de comercios y establecimientos que promueven la cultura de la ciudad.
Consejo: Comprar entradas para el Museo Carmen Thyssen de Málaga con anticipación te evitará hacer colas.
11. Ir a comer o de tapas
Las tapas, al igual que en el resto de España, son todo un estilo de vida en Málaga.
En zonas como La Merced, el Soho y el centro podrás escoger entre cientos de restaurantes y bares que sirven tapas variadas, pero donde suelen predominar el pescado y los mariscos.
En lo que a restaurantes se refiere, el Pimpi Bodega Bar es el mejor lugar para degustar auténtica gastronomía andaluza en Málaga y los mejores vinos de la región.
Este restaurant “de toda la vida” se encuentra en el centro de Málaga, en una casa del siglo XVIII por donde han pasado figuras de la historia malagueña como la familia Picasso y Carmen Thyssen.
Entre los platos que podrás probar en El Pimpi están los boquerones fritos, las almejas salteadas y la lubina salvaje. Además, también tienen una carta de desayunos y una amplia selección de cervezas.
El Pimpi dispone de instalaciones acogedoras y muy estéticas, pero es aconsejable que reserves mesa con tiempo, ya que se suele llenar rápidamente.
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