Sitges, en la costa mediterránea, muy cerca de Barcelona, es un antiguo pueblo pesquero que se ha hecho popular con el paso de los años. ¿Por qué? Pues, por un lado, Sitges es uno de los destinos LGBT del país por excelencia, y acoge cada año su propio festival del Orgullo. Por otro lado, sus hermosas playas, vida nocturna y excelente gastronomía hacen de este pintoresco lugar un sitio para todo tipo de visitantes. En este artículo, exploraremos 15 cosas imperdibles que ver y hacer en Sitges para garantizar un viaje inolvidable.
15 cosas que ver y hacer en Sitges, Cataluña
1. Relajarse en Platja de San Sebastià
Tanto si es la primera vez que visitas Sitges como si vuelves, la playa de San Sebastià es un lugar de visita obligada. Desde la Platja de San Sebastià se obtienen unas vistas impresionantes de la iglesia de Sant Bartomeu y Santa Tecla, sobre todo al amanecer y al atardecer. Esta tradicional playa urbana, situada en el barrio del mismo nombre, es también un excelente punto de entrada al casco antiguo de Sitges.
La Platja de San Sebastià es un lugar ideal para relajarse, nadar o tomar el sol en su arena dorada. También hay varios restaurantes, chiringuitos, hoteles y apartamentos turísticos alrededor de la playa. Por todo ello, es una de las mejores zonas donde alojarse en Sitges. Eso sí, hay que tener en cuenta que en verano esta playa suele estar abarrotada.
La playa de San Sebastià se encuentra en el sureste de la ciudad y es una de las mejores zonas donde alojarse en Sitges.
2. Visitas la Iglesia de Sant Bartomeu y Santa Tecla
La Iglesia de Sant Bartomeu y Santa Tecla se encuentra también hacia el sureste de Sitges, cerca de la playa de San Sebastiá. Construida en el siglo XVII, a esta iglesia se le han hecho varias ampliaciones y reformas. La iglesia está situada en un alto del paseo de la Ribera, con hermosas vistas del mar Mediterráneo.
A lo largo de la historia, la iglesia de Sant Bartomeu y Santa Tecla desempeñó un papel importante en la vida religiosa de Sitges. Fue construida cuando Sitges era predominantemente un pueblo de pescadores, y sus santos patrones son venerados por ofrecer protección a los pescadores.
Una característica destacable de la iglesia es su hermoso altar dedicado a Sant Bartomeu. Diseñado por el escultor Pau Rigalt en 1697, este artefacto acentúa el estilo barroco general del edificio. Además, en el interior de la iglesia hay varias pinturas de Santiago Rusiñol y Miquel Carbonell Selva.
3. Recorrer el Passeig Marítim
Creado a principios del siglo XX, el Passeig Marítim es un largo paseo marítimo de unos 3 kilómetros de longitud. Este paseo conecta el barrio residencial de Terramar con la iglesia de Sant Bartomeu i Santa Tecla y termina en la playa de los Balmins.
Caminando por el paseo marítimo, notarás los interesantes estilos arquitectónicos de los edificios, desde el modernista hasta las ornamentadas fachadas barrocas.
A lo largo del Passeig Marítim encontrarás numerosos restaurantes, cafés y bares con terraza. Así que, aunque el calor y la humedad del verano puedan ser un desafío, siempre podrás hacer un descanso o varias paradas mientras lo recorres. Este paseo marítimo es un epicentro de la vida nocturna en Sitges, ya que reúne a lugareños y visitantes por igual.
4. Descubrir el Museu de Maricel
Continuando con nuestra lista de las 15 mejores cosas que ver en Sitges, debemos hablar del Museo Maricel. Situado en el extremo sureste de Sitges, el museo ocupa un lugar privilegiado junto al mar Mediterráneo.
Creado en 1969, el Museu de Maricel fue una residencia privada diseñada por el famoso arquitecto Miquel Utrillo. El acaudalado empresario estadounidense Charles Deering encargó la construcción en 1910 y se terminó en 1918. La colección del museo muestra diversos estilos y creaciones artísticas, con exposiciones que datan desde la época romana hasta la era moderna.
El Museu de Maricel alberga obras de artistas españoles de renombre como Ramon Casas, Joaquim Sunyer y José Miró I Campaner. Además de su impresionante selección de arte catalán, hay esculturas, grabados medievales y reliquias religiosas. El propio edificio es una obra de arte arquitectónica que demuestra la influencia del Modernismo en la Cataluña de principios del siglo XX.
Este museo abre de martes a domingo de 10.00 a 17.00 en temporada baja (de octubre a junio) y de 10.00 a 20.00 en temporada alta (de julio a septiembre); mientras que los lunes permanece cerrado. Se pueden comprar entradas combinadas a este museo y al Museo Cau Ferrat por 10 euros. Para más información, visita la web oficial del Museo Maricel.
5. Explorar el Palau de Maricel
Justo enfrente del Museo Maricel, verás el Palau de Maricel, uno de los edificios más emblemáticos de Sitges.
Este palacio tiene varios puntos de interés, como su impresionante colección de esculturas y frescos, que abarcan desde la antigua época romana hasta nuestros días. Su terraza, que ofrece vistas panorámicas de Sitges y sus alrededores, es también una parada obligada.
El interior del Palau de Maricel presenta una intrincada decoración y distintas salas, como el Salón Dorado y el Salón Azul.
Una visita guiada al palacio cuesta 5 euros. El Palau de Maricel abre todos los días excepto los lunes. Para más información, visita la página web del museo.
6. Asistir al Festival Internacional de Cine de Sitges
El Festival de Cine de Sitges, que se celebra anualmente en octubre, se centra en el cine fantástico y de terror. Los eventos relacionados con este festival tienen lugar en múltiples lugares de Sitges, como el Auditori Meliá Sitges, el Cine Prado y los Jardines del Retiro.
Creado en 1968 como el primer festival de cine fantástico del mundo, el Festival de Sitges se ha ganado desde entonces la reputación de prestigioso punto de encuentro de cineastas y aficionados. Normalmente, el festival ofrece una mezcla de proyecciones de películas, mesas redondas y talleres dirigidos por profesionales del sector.
Para más información, visita la página web del festival.
7. Explorar el Museu del Cau Ferrat
Construida en 1893, esta antigua residencia del célebre artista catalán Santiago Rusiñol funciona ahora como museo público. La colección de obras de arte del Museu del Cau Ferrat incluye piezas de El Greco, Ramón Casas y el propio Rusiñol.
Como uno de los museos pioneros de Cataluña, el Museo del Cau Ferrat ofrece una visión del movimiento del Modernismo que fue fundamental para la identidad cultural de esta región a finales del siglo XIX y principios del XX. Los aficionados al arte encontrarán aquí una colección de obras de destacados artistas, esculturas de reconocidos maestros europeos y un amplio conjunto de herrajes decorativos.
Visitar el Museu del Cau Ferrat permite conocer la vida y obra de Santiago Rusiñol, figura destacada del modernismo catalán. Rusiñol organizaba tertulias y veladas con otros artistas en este bello paseo marítimo con vistas al Mediterráneo.
8. Disfrutar de la vida nocturna y del Orgullo LGBT
Uno de los puntos fuertes de Sitges es su vida nocturna, en general, pero en especial sus bares y locales LGBT. La mayoría de los bares gays de Sitges se concentran entre la Carrer Bonaire y la Carrer de Joan Tarrida, junto a la que se haya la Plaça de la Industria, hogar del Parrot Pub. Este bar con terraza es el más mítico de Sitges y lleva abierto más de 40 años.
Es tal el estatus de Sitges que cuenta con su propio evento en honor al Orgullo que poco tiene que envidiarle al de Barcelona.
El Orgullo de Sitges es uno de los eventos LGBT más influyentes de España. Durante esta celebración anual, que suele organizarse en junio, personas de toda Europa celebran la diversidad y la libertad en el Sitges Pride Village. Este “pueblo” es una sección designada de Sitges en el paseo marítimo, frente al Hotel Calipolis, donde encontrarás un escenario que acoge más de 80 presentaciones cada año. Las celebración del Sitges Gay Pride también se extienden a los bares, discotectas y restaurantes locales.
Estos eventos también apoyan la diversidad de estilos musicales y entretenimiento. La celebración no solo presenta a famosos DJ, sino que también cuenta con actuaciones en directo de cantantes, músicos y drag queens.
Asistir a este festival es, sin duda, una de esas cosas que hay que hacer en Sitges al menos una vez.
9. Conocer el Carnaval de Sitges
El Carnaval de Sitges se celebra en el centro de la ciudad, principalmente al oeste de los museos Cau Ferrat y Maricel. Originado en el siglo XIX, el carnaval ha evolucionado hasta convertirse en una importante celebración cultural con bailes, mascaradas y música.
Esta celebración tiene lugar en febrero, normalmente entre el Martes de Carnaval y el Miércoles de Ceniza. Las fiestas comienzan con las actividades tradicionales del Jueves Lardero, que incluyen la elaboración de una tortilla especial llamada “l’omelette de Carnestoltes”. Sin embargo, lo más destacado del caranval es su desfile, en el que miles de participantes lucen elaborados disfraces y recorren el Passeig de la Ribera.
Las fechas del Carnaval de Sitges varían anualmente siguiendo el calendario litúrgico cristiano.
10. Sumergirse en el mundo de los deportes acuáticos
Sitges cuenta con varias playas con las condiciones ideales para practicar deportes náuticos. Los aficionados al windsurf pueden visitar la Platja de les Anquines y la Platja de la Marina d’Aiguadolç, de aguas tranquilas y viento favorable. Por su parte, los amantes del paddleboard pueden optar por la Platja de Sant Sebastià o la Platja de la Ribera.
Estas actividades al aire libre te permitirán disfrutar de las impresionantes vistas del mar Mediterráneo al tiempo que mejoras tu equilibrio, fuerza y bienestar general.
11. Comer tapas y marisco en un restaurante local
Por supuesto, ningún buen viaje está completo sin probar la gastronomía típica del destino.
Las tapas y el marisco ocupan un lugar destacado en el panorama culinario de Sitges. Un plato imprescindible son las Gambas al Ajillo, que consiste en gambas frescas salteadas con ajo y aceite de oliva. Las patatas bravas son otro favorito local, unas patatas fritas muy crujientes con salsa picante y alioli.
Entre los mejores restaurantes de tapas y marisco se encuentran El Cable Bar y La Caleta de Sitges. El Cable Bar es famoso por su delicioso menú de tapas en la calle Barcelona. La Caleta de Sitges ofrece pintorescas vistas del Mediterráneo y una selección de platos de marisco con sabores catalanes.
12. Ir al Museu Romàntic Can Llopis
Esta mansión neoclásica del siglo XIX convertida en museo ofrece una valiosa visión de la época romántica de Cataluña. El museo dispone de una colección de artes decorativas, muebles de época y pinturas cautivadoras que reflejan la vida en Sitges durante ese tiempo.
13. Ver la colección de la Fundació Stämpfli
La Fundació Stämpfli alberga una variada gama de obras de arte contemporáneo de artistas españoles e internacionales.
El museo lleva el nombre de sus fundadores, el artista suizo Peter Stämpfli y su esposa, Anna Maria Stämpfli. Su visión de establecer un punto de referencia cultural que contribuyera a la escena artística de Sitges se hizo realidad en 2011. La Fundació Stämpfli promueve el arte contemporáneo europeo de la segunda mitad del siglo XX en adelante.
14. Explorar la Plaça del Cap de la Vila en busca de tiendas y cafés locales
Plaça del Cap de la Vila, una plaza que merece la pena visitar en Sitges, se encuentra en el corazón de la ciudad. Este lugar histórico no solo es fácilmente accesible, sino que también sirve como un punto de concentración para los amantes de las compras. Los alrededores de la plaza albergan numerosas tiendas interesantes, como boutiques de ropa, delicatessen tradicionales españolas y tiendas de regalos artesanales para gustos eclécticos.
Las raíces históricas de la Plaça del Cap de la Vila transportan a los visitantes al siglo XIX, cuando surgió como centro neurálgico de la floreciente comunidad. Hoy en día, la encantadora arquitectura de la plaza y sus hermosos mosaicos de azulejos reflejan este rico patrimonio.
15. Participar en la Festa Major
Esta celebración anual tiene lugar en diversos lugares de Sitges, como el centro histórico de la ciudad y plazas públicas como la Plaça Cap de la Vila.
La Festa Major honra a dos santos patronos: Sant Bartomeu, protector del patrimonio marítimo de la ciudad, y Santa Tecla, que representa el valor y la fortaleza. Las celebraciones duran varios días, con actividades que ponen de manifiesto el fuerte vínculo entre la espiritualidad y la identidad local.
Fundado en el siglo XVII, este evento histórico transporta a los asistentes al pasado de Sitges a través de costumbres ancestrales como procesiones, formaciones de torres humanas (conocidas como “castells”), bailes tradicionales como la sardana y actuaciones musicales a cargo de grupos locales.
Uno de los momentos culminantes de la Festa Major es el Correfoc, un espectáculo pirotécnico en el que artistas disfrazados de criaturas míticas sostienen fuentes de bengalas encendidas y recorren las calles. Este ritual tradicional simboliza la purificación de la ciudad ahuyentando a los malos espíritus.
Otro detalle interesante de la Festa Major es que muestra hermosas decoraciones medievales inspiradas en el rico patrimonio artístico de Sitges. La emblemática iglesia de Sant Bartomeu i Santa Tecla se engalana con elegancia para la ocasión.
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