Transilvania tiene mucho que ofrecer a los viajeros ávidos de experiencias únicas e impresionantes en uno de los destinos más infravalorados de Europa. Esta histórica región de Rumanía, impregnada de folclore y leyendas, alberga impresionantes castillos medievales, coloridas ciudades antiguas con arquitectura centenaria y espectaculares paisajes naturales.
En este artículo, hemos recopilado una guía de cosas que hacer en Transilvania: una colección de siete lugares increíbles que no puedes perderte cuando visites este encantador rincón del mundo.
¿Dónde está Transilvania?
Durante siglos, Transilvania ha cautivado la imaginación de todos. Contrario a la creencia popular, Transilvania no es un lugar ficticio, sino un lugar real en el centro de Rumanía. La región es famosa por sus impresionantes paisajes, castillos góticos y ciudades medievales. Geográficamente, está rodeada por los majestuosos Cárpatos. Su nombre, “Transilvania”, deriva del latín y significa “tierra más allá del bosque“. Con una superficie aproximada de 100.000 kilómetros cuadrados, la región fue en su día el territorio más oriental del Reino Húngaro hasta principios del siglo XX, cuando pasó a formar parte de la actual Rumanía.
Los 7 mejores lugares para visitar en Transilvania
1. Castillo de Bran: La leyenda del castillo de Drácula
El castillo de Bran, también conocido como “castillo de Drácula”, es un lugar de visita obligada famoso por su relación con el mito de Drácula. Situada en la impresionante campiña rumana, esta legendaria fortaleza promete diversión, intriga y fantásticas vistas.
La historia del castillo de Bran se remonta al siglo XIV. Su construcción comenzó hacia 1377 bajo el mando de Luis I de Hungría. Aunque es más famoso por sus vínculos con Drácula, se utilizó principalmente como defensa contra las invasiones del Imperio Otomano y, más tarde, como frontera aduanera. La reina María de Rumanía adquirió el castillo en 1920, y le sirvió de refugio hasta 1938.
Mientras visitas el Castillo de Bran, asegúrate de explorar sus numerosas salas y pasadizos secretos y sus exposiciones repletas de armas, armaduras y una impresionante colección de arte. Después, pasea por los jardines y sumérgete en el impresionante entorno.
Para llegar al castillo de Bran, hay que viajar hasta el pueblo de Bran, en el condado rumano de Brasov. La forma más fácil de llegar es en tren de Bucarest a Brasov – el trayecto dura unas dos horas y media. Una vez en la estación de Brasov, puedes coger uno de los minibuses regulares que se dirigen directamente a Bran o contratar un taxi para recorrer los 18 kilómetros restantes.
2. Sibiu: Descubre su colorido casco antiguo
Descubre el encanto y la belleza de Sibiu mientras exploras su casco antiguo medieval, famoso por sus coloridos edificios y su arquitectura barroca. Sibiu te cautivará con sus calles adoquinadas y sus pintorescas plazas, lo que la convierte en una visita obligada en Transilvania.
Fundada en el siglo XII por colonos alemanes, Sibiu floreció durante la Edad Media y se convirtió en un centro cultural de la región. En 1411 se inició la construcción de la Torre del Consejo, hoy símbolo emblemático de la ciudad. Sibiu fue la capital del Principado de Transilvania entre 1692 y 1791.
Para pasar un día emocionante, recorra las calles de Sibiu y encuentre tesoros ocultos, como el Puente de las Mentiras, y maravillas arquitectónicas que se remontan a la época medieval. Tómese un momento para relajarse en una de las encantadoras plazas de la ciudad, como la Plaza Pequeña.
El Puente de las Mentiras: Curiosidades sobre su nombre
Muchas historias están relacionadas con el Puente de las Mentiras debido a su nombre. Una famosa leyenda afirma que el puente se derrumba si alguien miente sobre él. Otra historia habla de comerciantes que cruzaban el puente para engañar a sus clientes, y los que eran descubiertos eran arrojados del puente. El puente también era un lugar de encuentro para los estudiantes de la academia militar y sus novias, pero muchas veces los chicos no aparecían, dejando a las chicas esperando antes de darse cuenta de que les habían mentido.
En otra leyenda, las mujeres que mentían sobre su virginidad eran arrojadas del puente.
A pesar de estas historias, el nombre del puente tiene un origen diferente. La estructura se llamó inicialmente Liegenbrücke en alemán. Su sonido, similar a Lügenbrücke (“puente de las mentiras”), ayudó a difundir este último nombre entre la gente, dando lugar a su denominación actual.
Sibiu es fácilmente accesible en tren desde Bucarest o Cluj-Napoca a través de los trenes InterRegio.
3. Sighisoara: Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO
Sighisoara es una ciudad vibrante y de colores pastel que captura la esencia de Transilvania, convirtiéndola en un destino imprescindible. Famosa por su arquitectura medieval magníficamente conservada, este sitio del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO te transporta al pasado con su animado ambiente y su fascinante historia.
Fundada en el siglo XIII por colonos sajones, Sighisoara ha permanecido prácticamente inalterada a lo largo de los siglos. Fue un importante centro comercial durante la Baja Edad Media y más tarde se hizo famosa por ser el lugar de nacimiento de Vlad Tepes, alias Drácula. En 1999, la UNESCO reconoció a Sighisoara por su excepcional conservación de estilos arquitectónicos medievales.
Cuando visites Sighisoara, empieza explorando su Ciudadela, una fortaleza bien conservada que data del siglo XII. Pasea por sus murallas medievales y sube a la Torre del Reloj para disfrutar de unas impresionantes vistas de los alrededores. No olvides explorar la Casa del Ciervo, donde nació Vlad Tepes en 1431 y que ahora alberga un museo.
Para llegar a Sighisoara desde Bucarest, súbase a un tren en la estación Gara de Nord en dirección a Targu Mures. El trayecto dura unas cinco horas, pero merece la pena, ya que te recompensará con pintorescas vistas de la Rumanía rural.
4. Carretera Transfagarasana: La ruta panorámica de Rumanía
La carretera Transfagarasan es una visita obligada en Transilvania. Esta impresionante y sinuosa ruta se ha hecho famosa por sus increíbles vistas de la intacta campiña rumana, lo que la convierte en un lugar perfecto para hacer un viaje por carretera memorable.
La autopista Transfagarasan se construyó a principios de la década de 1970 bajo el mando de Nicolae Ceaucescu, el antiguo líder comunista de Rumanía. Las obras de este extraordinario proyecto comenzaron el 20 de marzo de 1970 y tardaron cuatro largos años en terminarse. Fue construida por más de 6.000 trabajadores como ruta militar estratégica durante la Guerra Fría y pretendía conectar las regiones históricas de Transilvania y Valaquia a través de los espectaculares montes Fagaras.
Con sus zigzagueantes serpentinas enmarcadas en dramáticos paisajes montañosos y pintorescos valles, no es de extrañar que mucha gente se refiera a ella como “la mejor carretera del mundo“. Así que asegúrate de aparcar de vez en cuando, ya que te esperan innumerables oportunidades para hacer fotos.
Para comenzar su aventura por la autopista Transfagarasan, diríjase a Pitesti, en el sur de Rumanía. Desde allí, conduzca hacia Curtea de Arges y conecte con la autopista 7C (Transfagarasan). En unos 60 km, llegará al pueblo de Bascov, punto de partida de este viaje inolvidable.
5. Brasov: Explora sus joyas históricas
Transilvania alberga muchos lugares fascinantes, y Brasov destaca por su hermosa arquitectura y pintorescas calles.
Fundada por los Caballeros Teutónicos en 1211, Brasov fue inicialmente un centro militar y más tarde se convirtió en un centro comercial. Construida en 1421, la emblemática Iglesia Negra es una de las mayores iglesias de estilo gótico del sureste de Europa. El monte Tampa, que domina la ciudad, ha sido una prominente fortaleza desde 1625; hoy en día, ofrece impresionantes vistas de toda la ciudad.
En Brasov, podrás disfrutar de diversas actividades, como visitar la magnífica Iglesia Negra o subir en teleférico al monte Tampa para disfrutar de unas vistas excepcionales. No dejes de explorar los baluartes medievales y visitar la Plaza del Ayuntamiento, con sus coloridos edificios de estilo barroco.
Situada en el centro de Rumanía, Brasov es fácilmente accesible por carretera o ferrocarril desde ciudades importantes como Bucarest y Cluj-Napoca. Trenes directos circulan regularmente desde la estación Gara de Nord de Bucarest hasta la estación de tren de Brasov (unos 2h30m-3h30m de viaje). Si prefieres viajar en coche, la autopista E60 conecta Bucarest con Brasov, un trayecto de aproximadamente tres horas.
6. Cluj-Napoca: Cultura y vida nocturna
Cluj-Napoca es una ciudad dinámica, conocida por su energética escena artística y cafés de moda que rodean sus calles. Con una animada vida nocturna, esta ciudad hace honor a su reputación como uno de los lugares de visita obligada en Transilvania.
Fundada en el siglo II d.C., la ciudad fue la capital de Dacia Porolissensis, territorio conquistado por los romanos. Mathias Corvinus, que más tarde se convertiría en rey de Hungría, nació en la ciudad en 1443.
Durante su estancia en Cluj-Napoca, podrás realizar multitud de actividades. Explora museos como el Palacio Banffy o pasa las noches degustando la cocina local en los pubs y bares de la ciudad. No te pierdas la Iglesia de San Miguel y la mina de sal de Turda, situada en las proximidades.
Para llegar a Cluj-Napoca, puede volar a Aeropuerto Internacional Avram Iancu, que conecta con varias ciudades europeas. Desde aquí, la línea 8 del autobús local te lleva a la ciudad. Si viajas en tren desde Rumanía o países cercanos, puedes llegar a la estación de Cluj-Napoca.
7. Castillo de Peles: Elegancia real en un refugio de montaña
El castillo de Peles es famoso por su impresionante belleza arquitectónica y sus extravagantes interiores. Conocido por su extensa colección de arte europeo, este refugio de montaña ofrece un divertido y atractivo viaje a la historia.
El castillo fue construido entre 1873 y 1914 por el rey Carol I y más tarde sirvió de residencia de verano para la familia real rumana. Por él pasaron personalidades como el compositor George Enescu, Winston Churchill y Charles de Gaulle.
Para pasar un día enriquecedor en el castillo de Peles, explore las varias exposiciones repartidas por sus impresionantes salas. Admire la artesanía de la Sala de Armas, descubra los pasadizos ocultos del castillo o relájese en los cuidados jardines en terrazas. También podrá asistir a un concierto de música clásica en sus fastuosos salones.
El castillo de Peles se encuentra cerca de Sinaia, en el centro de Rumanía. La forma más fácil de llegar es en coche o en tren. El servicio de trenes CFR de Rumanía circula regularmente desde la estación de Bucarest Gara de Nord hasta la estación de tren de Sinaia.
