Lyon es la tercera ciudad más grande de Francia, la capital de la región Ródano-Alpes y uno de los centros culturales y gastronómicos más importantes de la nación gala.
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Famosa por su excelente gastronomía, la ciudad ofrece también pintorescos paisajes urbanos y hermosa arquitectura.
A pesar de estar en el mismo país, Lyon difiere en muchos sentidos de París. Para empezar, la Ciudad de la Luz es, por definición, un lugar opulento y triunfalista, mientras que su hermana del sur es mucho más recogida y tiene un sabor más provincial. Con esto no quiero decir que no valga la pena visitar Lyon. Todo lo contrario, Lyon es una ciudad agradable, bonita y en muchos sentidos más amistosa y manejable que París.
Lugdunum fue la capital de la provincia romana de la Galia (¿te suena Asterix y Obelix?). Tras la caída del imperio, la ciudad se transformó en un importante centro comercial cuyo desarrollo alcanzó su máximo esplendor en el siglo XIX con el monopolio de la industria de la seda.
La importancia económica de Lyon es aún palpable en la riqueza de la arquitectura de la ciudad.
Qué hay que ver en Lyon
Le Centre-Ville – El centro de la ciudad
Como en la mayoría de las urbes, el centro de Lyon concentra su alma y esencia, particularmente palpable en la Rue de la République, una vía peatonal y adoquinada repleta de tiendas, boutiques y cafés al aire libre. Desde esta calle hay fácil acceso a la mayoría de edificios importantes de Lyon como la ópera, las fuentes y los muelles del Ródano.
Las iglesias de Lyon
Al igual que las grandes ciudades medievales europeas, en Lyon existe gran cantidad de iglesias de distintos estilos. Las más famosas son la Basilique y la Catedral de San Juan.
Basílica Notre-Dame de Fourvière
No, no se trata de un castillo de estilo romántico. Notre-Dame está construida sobre la ladera de la montaña de de Fourvière y su aspecto de castillo de Disney da un aire de cuento de hadas a la ciudad.
Catedrál de St-Jean
La mezcla de estilos románico y gótico de esta catedral se debe a que fue erigida entre los siglos XII y XV. Sus vitrales ofrecen un suave resplandor que se refleja sobre los trabajos en madera del interior, dando una sensación irreal al edificio.
Vieux Lyon
La parte antigua de la ciudad se compone de estrechas callejuelas de adoquines que parecen no haber cambiado durante siglos. El Viejo Lyon mezcla edificios medievales y renacentistas con torres, escaleras de caracol y casas pintadas en colores ocre y rojo.
No te pierdas los traboules o pasajes semi-secretos que discurren entre o por debajo de los edificios del centro antiguo y que fueron usados más de una vez en episodios importantes de la historia de la ciudad.
Croix-Rousse: El barrio bohemio de Lyon
Este barrio de la ciudad aún refleja la influencia de los días de La Bohème. Las tiendas de segunda mano, puestos callejeros y boutiques alternativas en edificios cubiertos por grafiti deleitarán a los visitantes más underground.
Museo Galo-Romano
El museo que se encuentra justo encima del Vieux Lyon y cerca de la Basílica y el Cementerio de Loyasse. Aquí el visitante encontrará los típicos platos de cerámica, mosaicos antiguos y obras de arte romano.
La principal atracción romana de Lyon es, sin embargo, su teatro romano que se conserva prácticamente intacto.
Cómo llegar a Lyon
Desde España, la aerolínea bandera francesa, Air France, ofrece vuelos directos desde Barcelona y Madrid. Iberia tiene vuelos directos Madrid-Lyon a través de su filial Air Nostrum y Easyjet opera vuelos entre Lyon y Barcelona, Madrid e Ibiza.
Otra opción es volar a París y desplazarse a Lyon en tren gracias a las frecuentes conexiones de TGV entre las dos ciudades.
Galería de fotos de Lyon
