Cerca de la pequeña población de Punakaiki, en la costa oeste de la South Island de Nueva Zelanda, se encuentran la Pancake Rocks.
Su nombre, que en castellano podríamos traducir como “Rocas Crepe” o “Rocas Tortillas” se debe al curioso patrón que presentan y asemeja a una serie de tortas apiladas una sobre otra.
Se trata de un impresionante paraje natural, con rocas de imponentes formas que emergen del Mar de Tasmán y una costa salvaje rodeada de vegetación tropical.
Las rocas misteriosas
Las Pancake están envueltas en un halo de misterio. Según los científicos, se trata de formaciones creadas hace 35 millones de años bajo el mar por fragmentos de organismos marinos que habitaban en el fondo de lodo y arena. Con el paso del tiempo y la presión ejercida por las capas, los microorganismos se fosilizaron y se transformaron en roca caliza. Sin embargo, una cosa que los geólogos no pueden comprender, es por qué las capas de caliza acabaron apilándose una encima de otra como tortillas una encima de la otra.
En general, se cree que el estiolamiento se debe a que el fango se compactó en medio de las capas de piedra caliza debido a la presión del mar, dando origen a formaciones minerales conocidas como “piedras de barro” o lutolita. Debido a que la lutolita se erosiona más rápido que la piedra caliza a lo largo de los años, actualmente las rocas tienen esa apariencia estriada.
A pesar de haber sido creadas hace millones de años, no fue hasta hace “solo” 100.000 años que las Rocas Pancake surgieron de las profundidades del agua, debido a un proceso tectónico ascendente que comenzó hace cinco millones de años y que también influyó en la cordillera que discurre por toda la South Island, conocida como los Southern Alps o “Alpes del Sur” .
En medio de las muchas formaciones rocosas que componen el parque de las Pancake Rocks existen numerosos respiraderos no muy diferentes de las sopladuras de las ballenas.
El parque Pancake Rocks es de muy fácil acceso, ya que está justo al lado de la State Highway 6, con un montón de aparcamiento justo enfrente de la entrada. Una caminata de unos quince minutos a través de un sendero pavimentado separa el parking de las rocas.
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