Es una de las iglesias más antiguas de Roma. Con más de 1500 años a sus espaldas y a pesar de las muchas modificaciones y ampliaciones que ha sufrido, algunos resquicios del origen paleocristiano de Santa Maria Maggiore son aún reconocibles.
Nada más entrar a la iglesia, lo primero que impresiona es la riqueza y profusidad de su decoración dorada. Al tratarse de un edificio de origen paleocristiano, y a pesar de sus modificaciones posteriores, Santa María Mayor posee una estructura más bien baja y pesada y una sensación de menor luminosidad que otras iglesias romanas. Este factor dota a la basílica de una atmósfera más mística y recogida.
La basílica de Santa María la Mayor (Santa Maria Maggiore) es una de las cuatro “basílicas patriarcales” de Roma.
La historia de esta conocida iglesia está íntimamente ligada a una famosa leyenda que relataba que la propia Virgen señaló la ubicación de la basílica haciendo caer una copiosa nevada sobre la colina del Esquilino en pleno mes de agosto, y que el Papa Liberio, en presencia de los fieles congregados por este milagro, trazó sobre la nieve el perímetro de la basílica. Este mito es el origen de la veneración de la Virgen Blanca o Virgen de las nieves, muy difundida por todo el mundo.
Por este motivo también es conocida como Basílica Liberiana o Santa Maria ad Nives.
Sin embargo, la evidencia ha demostrado que en realidad la iglesia fue edificada probablemente en el siglo V, bajo el papado de Sixto III. Sea cual fuere la fecha de su fundación, lo que sí es seguro es que se trata de la iglesia dedicada a la Virgen más antigua del mundo.
La Basílica sufriría su primera modificación en el siglo XIII a cargo del papa Nicolás IV, quien comisionaría la inclusión del crucero.
Entre los siglos XVI y ‘XVII, los papas Sixto V y Pablo encargan la construcción de sus grandes capillas, la Sixtina y la Paulina. La fachada data del siglo XVIII.
Uno de los aspectos más reconocibles de las basílicas patriarcales es la presencia de la Puerta Santa y el altar papal. La Puerta Santa sólo puede ser abierta por el papa o por su vicario, a través de un rito especial y sólo durante las celebraciones del Año Santo o Jacobeo.
El altar papal, como el propio nombre indica, está reservado a las celebraciones por el pontífice.
Desde el punto de vista artístico, la iglesia ha sido objeto de diversas modificaciones y adiciones a través de los siglos.
Uno de los más significativos se hizo a finales del siglo XVI, cuando el Papa Sixto V Peretti, escogió esta iglesia como lugar de enterramiento.
La construcción de su suntuosa tumba es obra de Domenico Fontana, quien diseñaría una capilla dedicada al Santísimo Sacramento. En el corazón de esta nueva estructura, llamada la Capilla Sixtina, se colocaron las fastuosas esculturas y reliquias del pesebre de Belén.
El pesebre de la basílica es famoso por ser la más antigua obra conmemorativa de la natividad de Jesús. Se dice que entre sus reliquias se encuentran fragmentos de la mismísima cuna de Jesús en Belén, donados, presuntamente, por los cruzados y peregrinos que regresaban de Tierra Santa.
Dirección y horarios
Dirección: Piazza di Santa Maria Maggiore, Roma (cerca de la estación de Termini)
Horario de la Basílica
Abierta de 7-19h todos los días del año.
Misas (se celebran en las capillas laterales y no afectan a las visitas turísticas):
Laborables: 7 – 8 – 9 – 10 – 11 – 12 – 18
Festivos: 7 – 8 – 9 – 10 – 11.15 – 12 – 18
Museo de la Basílica
Horario: 8.30-18.30 todos los días
Precio entrada: 4,00 €
Acceso desde la primera capilla derecha, bajando las escaleras
Visitas guiadas
Página web
e-Mail: [email protected]
Teléfono reservas: 06 69886800
Duración de la visita: 1 ora más o menos
