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5 razones por las que Edimburgo es el destino perfecto para Halloween

Panorámica de Edimburgo

Hay ciudades que no son aptas para miedicas…

Se acerca Halloween, y no podía dejar de compartir la ciudad que, a mi parecer, representa esta festividad a la perfección.

Estos son los cinco motivos por los que es Halloween.

1.La estética de la ciudad

Panorámica de Edimburgo

Desde el momento que subes desde la estación de Waverley hacia el centro lo notas.

Edimburgo no se parece en nada a ninguna ciudad en la que hayas estado antes. Edificios altos, marrones y tétricos se levantan en la zona del Old Town. El efecto es incluso más dramático si llegas a la ciudad de noche.

La ciudad contaba en la edad media con la densidad de población más alta del mundo, miles de personas vivían hacinadas en las viviendas infrahumanas del centro de la ciudad. Sucesivas epidemias de peste bubónica y gripe mermaban la población cada cierto tiempo.

En el siglo XIX, con la construcción del New Town, las familias pudientes que habitaban la zona antigua marcharon en desbandada al nuevo barrio. El abandono por parte de los ricos de la zona del Old Town fue uno de los factores claves para su preservación hasta nuestros días. Las familias de clase baja que habitaban las mugrientas viviendas no podían permitirse el lujo de remodelarlas, mucho menos de tirarlas abajo para construir casas nuevas.

El hollín de años y años de trenes de vapor trayendo mercancías y pasajeros al centro de Edimburgo dejó como legado una ciudad oscura, una mancha perenne en las edificaciones góticas que acentúan su aspecto ya de por sí macabroy que permanece hasta nuestros días.

2.Los cementerios son parte de su atractivo

Cementerio de Greyfriars

Si compras cualquier guía de viaje de Edimburgo, notarás que al menos tres de sus cementerios aparecen destacados. ¿Qué hace que los cementerios de Edimburgo sean tan famosos?

La mayoría de cementerios famosos lo son por sus “residentes” o por hechos históricos concretos relacionados con los camposantos en sí. Cuando pensamos en cementerios conocidos, vienen a la cabeza el Pere Lachaise de París o el Cemeterio Judío de Praga. Si bien en Edimburgo están enterradas grandes figuras como Adam Smith, los cementerios de Edimburgo son famosos más por sus historias que por sus muertos. Lo que nos lleva al siguiente punto.

3.El folklore y las leyendas

Tumba caída en un cementerio de Edimburgo

La mayoría de los cuentos relacionados con Edimburgo están salpicadas de sangre, muerte y horror. Se dice que la ciudad es una de las más embrujadas de , debido a su tumultuosa historia.

Así tenemos a fantasmas famosos como el Poltergeist Mackenzie.

Cuenta la leyenda que George Mackenzie fue un juez de la ciudad, conocido por ser particularmente proclive a mandar a colgar a los acusados. Mackenzie fue el encargado de los juicios de los Covenanters, un movimiento de escoceses presbiterianos que se oponían al reinado de Carlos II.

Se dice que a George le gusta merodear por la zona en la que la cárcel de los Covenanters se erigió, dentro de los muros del cementerio de Greyfriars.

Otro de los relatos del Edimburgo más sórdido nos lleva al siglo XIX y a la historia de los ladrones de cadáveres de Edimburgo, que se dedicaban a desenterrar muertos frescos para venderlos a las academias de anatomía de la época y que incluso llegaron a matar inocentes para satisfacer la demanda de cuerpos.

Existe una ciudad en que no es como ninguna otra, una ciudad apodada la Atenas del Norte.

Hablo de Edimburgo, claro está.

Durante siglos, Edimburgo ha sido uno de los centros más importantes de desarrollo de las artes, la cultura y la literatura de Gran Bretaña y Europa en general.

Edimburgo desde Calton Hill

Para muchos, yo incluído, la capital escocesa es la ciudad más bella de Europa. La Llaman “la Atenas del Norte”, pero habiendo estado en ambas ciudades, debo decir que dicho apelativo no le hace justicia a la belleza de Dun Edin.

Panorámica de Edimburgo
Victoria Street
Victoria Street
Edimburgo y el Hotel Balmoral

Los edificios medievales imposiblemente altos, callejuelas sombrías y viejas iglesias góticas del Old Town se asoman en cada rincón como fantasmas oscuros y delgados, transportando a todo aquel que visita la ciudad a tiempos ya pasados.

El Partenón de Edimburgo - La Atenas del Norte

Llamarse la “Atenas del Norte” tiene un precio.

Para llegar a la altura de una ciudad con una sombra tan alargada, Edimurgo intentó impresionar al mundo construyendo una réplica exacta del Partenón de Atenas como monumento al orgullo nacional. La faraónica obra empezaría a construirse en 1826. Pasados tres años, el presupuesto se había acabado y la construcción se tuvo que detener. Cuenta la leyenda que la ciudad de Glasgow, que por aquel entonces era muy próspera, se ofreció a financiar la finalización del edificio, pero los dirigentes de Edimburgo se negaron a que su eterna rival pagase su monumento.

Bobby de Greyfriars

Y claro, la ciudad también tiene al perrito Bobby, el protagonista de una de esas historias que te tocan. Cuenta la leyenda de Bobby, que el pequeño y fiel terrier pasó catorce años cuidando la tumba de su amo muerto.

Cuando Bobby murió, se le enterró cerca de su dueño, en la puerta del cementerio de Greyfriars.

Muchos años más tarde, para inmortalizar la lealtad del pequeño perro, la ciudad erigió, en el mismo lugar, un monumento a Bobby.

Puerta azul
Puerta roja

La ciudad está repleta de detalles arquitectónicos y ornamentales que la haces aún más bella.

Cementerio de Greyfriars

También están los cementerios. Muchas ciudades tienen un cementerio famoso. En Edimburgo hay al menos cuatro.

Arthur's Seat

A menos de dos kilómetros del Castillo de Edimburgo, encontramos Arthur’s Seat, una montaña de trescientos metros ubicada en medio de la ciudad. Desde aquí se aprecian impresionantes vistas de Edimburgo y sus alrededores.

Castillo de Edimburgo

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El lado más amable del folklore de cementerios en Edimburgo lo tenemos en la historia de Bobby de Greyfriars, un relato de amor y fidelidad conmovedor en el que un pequeño perro pasa toda su vida junto a la tumba de su amo muerto.

4.La capital del misterio

Calle del Old Town

Edimburgo da miedo, y los empresarios lo saben. Cuando visitas la ciudad, sólo hace falta un pequeño paseo por la Royal Mile para darse cuenta de la cantidad de tours macabros que existen para turistas.

El más completo y recomendable es el ofrecido por la gente de Auld Reekie Tours, en los que un guía disfrazado te lleva por los sitios más representativos del Old Town explicándote la historia, las leyendas y las costumbres del Edimburgo más misterioso. Las visitas son en español.

El tour finaliza con una visita a una antigua parte tapiada de la ciudad, que quedó cubierta por la construcción del South Bridge y en la que se refugiaban las clases más desfavorecidas en el siglo XIX. Numerosos y horrorosos acontecimientos han hecho que el lugar esté impregnado de actividad paranormal, así que cuidado.

Auld Reekie también organiza otros tours como el de los cementerios, que se hace por la noche.

5.Mary King’s Close

Juguetes en Mary King's Close

Otra atracción subterránea de Edimburgo. Mary Kings Close era una calle estrecha que se ubicaba justo donde hoy se erige el edificio del Royal Exchange.

Cuando se construyó la Bolsa de Edimburgo, en lugar de demoler los edificios existentes, se taparon los callejones medievales y se utilizaron las estructuras como cimientos para la inmensa edificación. Por este motivo, el Callejón de Mary King se guardó prácticamente en una cápsula del tiempo.

La visita a The Real Mary King’s Close te lleva a la época más oscura de Edimburgo, durante uno de los brotes de peste bubónica de los que sufrió la ciudad.

Durante el recorrido, que cuenta la historia del callejón y sus inquilinos, podemos acercarnos de manera casi tangible a una época llena de dolor y sufrimiento.

Uno de los aspectos más destacados de Mary King Close, es la supuesta presencia del fantasma de una niña que fue abandonada por sus padres al contraer la peste y que, según una reputada medium, echaba de menos su muñeca. Desde entonces, muchos de los visitantes dejan en el rincón en el que se supone habita el espectro, infinidad de juguetes, que son donados a una ONG de ayuda a la infancia.

La visita es guiada y en inglés pero existen audioguías.

Cuesta 12 libras, lo que puede parecer caro, pero os digo que vale la pena.

Soy Luis Cicerone, creador de xixerone.com y viajero incansable. Mis pasiones, además de recorrer el mundo, incluyen los gatos, la comida, las series y la arquitectura.