Estambul es mucho más que el escenario de Las mil y una noches. Esta antigua ciudad, a caballo entre Oriente y Occidente, posee una mezcla extrema de estilos arquitectónicos donde lo europeo camina de la mano de lo árabe.
Bajo el subsuelo encontramos maravillosas joyas bizantinas como la Cisterna Basílica y en la superficie, las mezquitas Azul y Hagia Sofía dominan el paisaje.
Pero el verdadero encanto de Constantinopla es más palpable al atardecer, cuando el espectro entero de colores invade el cielo y lo convierte en un dramático e indescriptible caleidoscopio.
Al igual que en el caso de Tokio, este blog no se hace responsable si decides dejarlo todo e ir a vivir una fantasía estilo Aladdin (sin Jafar a poder ser) después de ver estas fotos de Estambul.
Con la primera y la última me bastaba…. ¿son de un mercado? Este verano voy a Marrakech y todo el mundo dice que los mercados son de lo mejor para visitar… ¿en Estambul también?
Saludos!
A.
Más bien de bazar pero sí.