La Cisterna Basílica es la más grande entre los cientos de construcciones de este tipo que se encuentran en Estambul.
Esta inmensa cámara subterránea fue contruida durante el reinado del emperador bizantino Justiniano I en el siglo VI de nuestra era. Su función era la de almacenar agua para el Gran Palacio y otros edificios cercanos.
La cisterna cubre un área nada despreciable de 10 mil metros cuadrados y podía almacenar hasta 80 millones de metros cúbicos de agua, que se dicen pronto.
Actualmente, los visitantes pueden explorar este trozo del inframundo bizantino.
Y qué me dices de las impresionantes cabezas de medusas? Sin lugar a dudas fue uno de mis sitios favoritos de Estambul,… Casi mitológico, ¿Verdad?
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