Planes imprescindibles para vivir la ciudad de la Bahía
Un gran puente carmesí, tranvías de época, una bahía brillante, y calles repletas de elegantes casas victorianas hacen de San Francisco una de las ciudades más atractivas del mundo.
Situada en el norte de California, la región cuenta con una magia seductora que va más allá de la Bahía y se extiende a varias ciudades del área.
Es difícil creer que en poco más de 200 años y a partir de un anodino asentamiento colonial español (San Francisco fue fundada por conquistadores hispanos en 1776) pudiese surgir una de las metrópolis más importantes de la civilización occidental.
Y es que la ciudad en la Bahía ha sido testigo y protagonista de muchos episodios importantes de la historia contemporánea, impulsada, casi siempre, por grandes revoluciones y aupada por la pujanza de su puerto estratégico.
Como punto final del Lejano Oeste, San Francisco vivió la fiebre del oro, el esplendor de la era del ferrocarril en California, los felices años 20 y el fulgor de la Segunda Guerra Mundial.
A partir de la segunda mitad del siglo XX, San Francisco no sólo vivía revoluciones, sino que las creaba. Si en los años 60, Scott McKenzie cantaba sobre el movimiento pacifista que invadía desde dentro los Estados Unidos portando flores en el cabello, los años 70 vieron el advenimiento de Harvey Milk y los albores del movimiento por los derechos de los gays.
El carácter alternativo, bohemio e iluminado de San Francisco con respecto a todas las otras urbes americanas, unido a la presencia de cercanas universidades de prestigio como Stanford o UCB facilitaron que a finales del siglo pasado, la región de la Bahía se posicionara al frente de la última gran revolución tecnológica mundial con Silicon Valley como epicentro y Google, Apple o Facebook como estandartes.
San Francisco es una ciudad de historias, de vistas, de atmósfera y de actividades. Más que cosas que ver (que también), San Francisco tiene cosas para hacer.
Y esta es una pequeña lista con cosas que hacer en San Francisco.
Consejo: No te pierdas los mejores consejos de cosas que ver en San Francisco.
¿Buscando donde dormir en SF? Entonces definitivamente debes ver la lista con las zonas donde dormir en San Francisco, con los mejores barrios para alojarse y nuestras opciones favoritas para dormir en la ciudad californiana.
Cruzar el Golden Gate en bicicleta
El punto álgido de la ingeniería de la primera mitad del siglo XX lo encontramos en la joya que es el Golden Gate Bridge.
Si bien es rojo, el nombre del Golden Gate (literalmente puerta dorada) hace alusión al Golden Gate Strait, el estrecho que une al Océano Pacífico con la Bahía de San Francisco. Inaugurado en 1937 en un estilo art decó tardío, este tesoro de 2300 metros de longitud es innegablemente el símbolo máximo de la ciudad de San Francisco y uno de los monumentos más reconocidos del mundo entero.
Aunque el puente es visible desde muchos puntos de la ciudad, una de las experiencias más especiales que puedes tener cuando visitas San Francisco es hacer el recorrido del puente en bicicleta.
Blazing Saddles es una de las empresas que ofrece un servicio de alquiler especializado en la ruta del Golden Gate. Sus oficinas se encuentran muy cerca del Fisherman’s Wharf y ofrecen también tours guiados.
El recorrido desde Fisherman’s Wharf hasta Sausalito (al otro lado del puente) es de unos 13 kilómetros y de una intensidad variable. Incluye un tramo urbano prácticamente plano que culmina en la playa. A medida que se acerca al puente se inclina un poco más hasta llegar a una pendiente importante justo antes de entrar al Golden Gate. A partir de aquí el recorrido es plano de nuevo durante los dos kilómetros en los que se extiende y en la orilla opuesta se convierte en una divertida cuesta abajo permanente hasta llegar a Sausalito.
Una vez en Sausalito es posible retornar a la ciudad mediante el ferry con la bicicleta.
De más está decir que el recorrido ofrece unas espectaculares vistas del Golden Gate desde todos los ángulos posibles, además de vistas de la metrópolis de San Francisco desde el puente y que es una forma excelente para hacer algo de ejercicio y bajar las calorías que nos reportaron todas las hamburguesas del viaje. Si yo pude hacerlo viajando con una enfermedad crónica y una válvula de titanio en el corazón, tú también puedes hacerlo.
Subir a la Coit Tower
La Coit Tower es un monumento que data de 1933. Ubicado en Telegraph Hill, ofrece algunas de las mejores vistas de San Francisco que el dinero puede comprar. El ticket cuesta 8 dólares e incluye un viaje en ascensor hasta el mirador panorámico de la torre, con vistas de 360 grados sobre la Ciudad de la Bahía, incluyendo su espectacular skyline, su puerto y sus dos puentes colgantes, el Bay Bridge, que conecta San Francisco con Oakland al este y el Golden Gate al norte.
No te pierdas los murales pseudocomunistas de la planta baja, que muestran escenas típicas de los años 30 en Estados Unidos (incluyendo la Gran Depresión y las cartillas de racionamiento) y recuerdan bastante a la obra de Diego Rivera. Cabe destacar además que estos frescos estuvieron a punto de ser cubiertos en los años posteriores a la inauguración de la torre por su supuesta apología del socialismo.
Comer cioppino y ostras
Nada dice “San Francisco” como un plato de cioppino de cangrejo.
El cioppino (chopino) es el plato típico por excelencia de San Francisco. Considerado una de las muchas aportaciones de la comunidad italiana a la cultura local de San Francisco, el cioppino tiene su origen en distintos tipos de consomé de pescado y marisco de la península itálica, incluyendo el ciuppin de Liguria, el cacciucco de Toscana o el brodetto di pesce de Abruzzo.
Consiste en un caldo de tomate y vino con distintos tipos de frutos de mar, incluyendo cangrejo, langostino, erizo y mejillón, entre otros.
Otro de los grandes manjares que ofrece el Pacífico a San Francisco son las ostras. De todos los tamaños y tipos, son casi omnipresentes en los restaurantes de cocina típica californiana.
Recomendación: Para degustar un excelente cioppino, unas ostras frescas y disfrutar de un excelente servicio en un restaurante que además cocina con 100% de producto sostenible, dirígete a Fog Harbor en el Pier 39.
Ir de tiendas vintage por The Mission
Una de mis aficiones favoritas es ir de tiendas de segunda mano cuando viajo (o cuando estoy en Berlín). Y en ese sentido San Francisco es el paraíso del viajero amante de la ropa retro.
Si bien Haight-Ashbury es el epicentro de las boutique vintage de San Francisco, es en el colorido barrio popular de The Mission donde están las tiendas de segunda mano con los precios más bajos. Orientadas principalmente a un público humilde, las tiendas de Mission Street poseen pequeños tesoros a encontrar entre las toneladas de ropa que rebosa de sus aparadores.
Tiendas de segunda mano en San Francisco a tener en cuenta
– Salvation Army (1501 Valencia Street)
– Pikitos (2336 Mission Street)
– Thrift Town (2101 Mission Street)
– Mission Thrift (2330 Mission Street)
Tomar el sol en Dolores Park
El Parque Dolores es probablemente el lugar más sanfranciscano de San Francisco.
Este empinado espacio verde se extiende 6 hectáreas entre los barrios de Mission, Castro y Noe Valley. Llamado así en honor de la cercana iglesia de la Mission Dolores, el parque se encuentra en lo que fuera un cementerio judío de 1905.
En los días soleados ofrece el lugar perfecto para ver gente y relajarse tirado en el cesped con el impresionante skyline de San Francisco de fondo.
Subir (o mejor bajar) Lombard Street
A esta calle ajardinada muchas veces se le atribuye erróneamente el título de “La calle más empinada del mundo”. Lo cierto es que no es siquiera la más empinada de San Francisco, ya que este honor le corresponde a la no muy lejana Filbert Street.
Lo que sí es interesante de esta calle es su forma de zigzag y disposición de jardines en forma de terraza, que hacen que un paseo por la serpenteante vía sea una experiencia de lo más pintoresco.
Si bien no es la calle más empinada del mundo, lo que sí está claro que es más fácil bajar esta calle que subirla.
Subirse en uno de los tranvías históricos
En una ciudad tan montañosa como esta, el transporte público siempre ha sido un reto para las administraciones. Por ese motivo, desde finales del siglo XIX se fue desarrollando en la ciudad un extenso sistema de tranvías tirados por cables (cable cars) subterráneos que aún perdura.
El sistema de cable cars de San Francisco es la única red aún en funcionamiento de tranvías operados por cables de operación manual del mundo.
Todo un icono de la ciudad, el sistema de cable cars forma parte de la red de transporte urbano intermodal operado por el ferrocarril municipal de San Francisco. De las veintitrés líneas establecidas entre 1873 y 1890, se conservan tres.
Aunque el sistema se sigue usando como medio de transporte convencional, la gran mayoría de sus 7 millones de pasajeros anuales son turistas.
Pero no sólo el sistema de cable cars decimonónico es una atracción. Si no quieres pagar los 6 dólares que cuesta el billete de este sistema, la red de tranvías de pasajeros (streetcar) de San Francisco es casi igual de interesante.
A diferencia de los cable cars, los streetcars no son de uso exclusivo de turistas, sino que se encuentran integrados en la red tarifaria del Muni (transporte municipal) y transportan todo tipo de viajeros.
Muchos de los streetcars de San Francisco datan de los años 40 y 50 y llevan los colores de otros sistemas de transporte históricos de toda la geografía Norteamericana.
Hacer un tour del Chinatown
El Chinatown o Barrio Chino de San Francisco es sin duda una de las zonas más encantadoras de la ciudad.
Aunque es posible caminar por el Chinatown por tu cuenta, es recomendable hacer un tour guiado con una empresa local como Wok Wiz, que además del recorrido incluye historias fascinantes sobre los primeros inmigrantes chinos que llegaron a San Francisco durante la fiebre del oro y el progreso de esta comunidad a lo largo de los años.
Cada uno de los responsables turísticos Wok Wiz hablan con fluidez el cantonés, por lo que es una experiencia muy completa, ya que la visita incluye un herbolario local, una galería de arte, un proveedor de té y un templo chino, entro otras muchas cosas.
Visitar Alcatraz
Desde la costa, Alcatraz es claramente visible.
Alcaztraz fue ideada como prisión militar en 1868 y se convirtió en prisión federal en 1933 hasta su clausura en 1963. Está situada en un afloramiento rocoso en la Bahía de San Francisco. Sólo se encuentra a dos kilómetros de tierra firme, pero debido a las fuertes corrientes y frías temperaturas del agua, era casi imposible que los presos escapasen. O eso es lo que se les decía a los prisioneros.
A los reclusos de Alcatraz se les daba a propósito una dieta consistente en alimentos ricos en grasas, con un montón de pan y en grandes porciones. Toda esta comida combinada con muy poco ejercicio llevó a la mayoría de los presos a tener sobrepeso, lo que hacía que la posibilidad de nadar 2 kilómetros fuese aún más lejana.
A todo esto se le sumaba el “lujo” de tener exclusivamente duchas de agua caliente, lo que significaba que era imposible aclimatarse a las temperaturas heladas del mar. También se les dijo que el mar circundante estaba repleto de tiburones que rodeaban la isla y que los iban a engullir tan pronto como metiesen un dedo en el agua.
Alcatraz fue supuestamente una de las prisiones más seguras del mundo y nada podía destruir esa reputación más rápido que la fuga de un preso. Entonces, ¿qué sucedía cuando un prisionero escapaba? Pues, no se informaba del hecho.
Quién sabe cuántas personas realmente se escaparon de Alcatraz. Se dice que cinco presos se fugaron en 1962 y se desconoce su paradero. En ese momento, a los otros reclusos se les dijo que se habían ahogado, pero tal vez sobrevivieron.
Si deseas visitar Alcatraz se pueden reservar entradas a través de Alcatraz Cruises o tours combinados a través de Big Bus Tours.
Subir a un autobús turístico
Si no dispones de mucho tiempo en la ciudad, la mejor forma de ver San Francisco y experimentar todas las cosas que tiene para ver es a bordo de un autobús turístico de dos plantas.
La ruta incluye las principales atracciones de la ciudad como el Embarcadero, Pier 39, Union Square o el Golden Gate Bridge.
Una de las mejores cosas de hacer el recorrido en este tipo de autobús, particularmente en San Francisco, es que te ahorras las innumerables y agotadoras cuestas.
Puedes comprar tus billetes de bus turístico con descuento aquí
Dar un paseo en barco por la Bahía
Desde el mar, las vistas de la ciudad son incomparables, no hay cuestas y la brisa marina refresca las calurosas tardes californianas.
Desde solo $ 28 por adulto podrás disfrutar de un tour en barco por la Bahía de San Francisco, con impresionantes vistas del skyline y el puente Golden Gate. Reserva aquí.
Ver las “Painted Ladies”
Se les conoce por aparecer en la entradilla de la archipopular serie “Full House” (Padres forzosos en España y Tres por tres en Latinoamérica). Sin embargo, a pesar de la leyenda urbana, en ninguna de estas casas se lleva a cabo la serie. La verdadera casa de los Tanner se encuentra más al oeste, en el barrio de Pacific Heights.
La calle de las Painted Ladies (Damas pintadas) obtiene su nombre de sus elegantes casas victorianas de madera pintadas de vivos colores y con el impresionante skyline de San Francisco como telón de fondo.
En frente de las casas se encuentra la Alamo Square y el barrio entero es una zona apacible de clase alta lleno de casas del mismo estilo.
Dar un paseo por la playa y por el “Fin de la Tierra”
Probablemente uno de los parques más escénicos de San Francisco es Lands End o “Fin de la tierra”, un espacio verde de un estado semisalvaje que se extiende en la costa más occidental de la península de San Francisco, en la desembocadura del estrecho Golden Gate.
Atravesada por muchas rutas de senderismo que siguen antiguas líneas ferroviarias, el Lands End es una zona natural de gran belleza que ofrece excelentes vistas del puente Golden Gate.
Además, Lands End contiene las ruinas del antiguo balneario de Sutro. Otros lugares de interés incluyen numerosos naufragios, que son visibles en las aguas rocosas durante las mareas bajas.
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