Beirut, la capital del Líbano, es una ciudad que genera reacciones encontradas en todo aquel que oye su nombre, para algunos, Beirut es símbolo de exotismo orientalizante y misterio árabe, para otros, la mera mención de la palabra trae recuerdos de guerra, destrucción y milicias durante el cruento enfrentamiento civil que vivió el país entre 1975 y 1990.
Ambas visiones de la ciudad son válidas y, a la vez, ambas son erróneas. Desde el final de la guerra, Beirut ha ido renaciendo de sus cenizas para retomar su lugar entre las ciudades más vibrantes, cosmopolitas e interesantes del Mediterráneo.
Tras pasar nueve días en el “París del Medio Oriente“, esta es una lista con los principales consejos para visitar el Líbano y en especial su capital.
Cuándo es la mejor época para viajar a Beirut
Aunque se trata de un país pequeño, el clima en el Líbano puede variar de forma significativa entre las distintas regiones, lo cual es de esperar en una nación en la que puedes bañarte en el Mediterráneo por la mañana y esquiar por la tarde el mismo día.
Entre marzo y mayo y septiembre y noviembre las temperaturas suelen ser más agradables, el clima es más seco y no hace demasiado calor. Esta es la mejor época para visitar ruinas o dar paseos al aire libre.
En el caso de Beirut y zonas costeras, los meses de junio a septiembre ofrecen un clima muy cálido, ideal para ir a la playa.
Durante el invierno es posible esquiar en la cordillera central del país, y las noches entre diciembre y febrero en la capital libanesa suelen ser bastante frías.
¿Necesito visa para viajar al Líbano?
Los ciudadanos de España o de cualquier país de la Unión Europea no necesitan visado para viajar al Líbano.
Por su parte, algunos países de Latinoamérica (Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, México, Panamá, Perú y Venezuela) tampoco necesitan visa para entrar en territorio libanés.
Para más información consulta la página oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores Libanés
Importante: La República del Líbano no reconoce al Estado de Israel. Ten en cuenta que si tu pasaporte tiene cualquier tipo de prueba de haber visitado Israel, incluyendo visitas de negocios, turismo o tours a Tierra Santa, te será denegada la entrada al Líbano.
Esta restricción no sólo se limita a sellos o visados sino a productos fabricados en Israel o incluso libros escritos en hebreo, etc.
Si tu pasaporte tiene un sello de entrada de Israel, deberás hacerte uno nuevo antes de viajar al Líbano (o a cualquier país del Medio Oriente).
Seguridad
En cuanto a crimen callejero, Beirut es una ciudad extremadamente segura. Los niveles de hurtos, atracos y crímenes violentos son bastante bajos, a la par que en otras ciudades del Medio Oriente.
Sin embargo, al estar el Líbano en una de las regiones más conflictivas del mundo, hay otros tipos de seguridad que hay que tener en cuenta antes de empezar a planificar tu viaje.
El principal riesgo de un viaje al Líbano, al igual que sucede en muchas otras regiones, es la amenaza terrorista, que en esta zona suele ser particularmente alta. Lamentablemente, contra este problema hay poco que se pueda hacer y es complicado predecir dónde o cuándo se puede producir un ataque. El mejor consejo en este caso es mantener un perfil bajo y evitar las zonas que se saben conflictivas o que puedan ser blanco de atentados.
El estallido de tensiones sectarias internas y los problemas externos son otro factor a tener en cuenta cuando se planea una visita al Líbano. Hay que pensar que este pequeño país comparte fronteras con Siria y Palestina (Israel), por lo que las relaciones exteriores son particularmente complicadas y la situación puede deteriorarse rápidamente.
Lo mejor antes de viajar al Líbano es revisar la página de consejos de viaje del Ministerio de Exteriores británico, que cuenta con una base de datos actualizada de todos los países del mundo informando de posibles riesgos o peligros conocidos.
Pasaporte y controles
Debido a la situación de tensión regional que se vive en el país, los controles de seguridad en las calles de Beirut son relativamente frecuentes, particularmente cerca de edificios de interés nacional como el Parlamento, embajadas extranjeras y universidades. Es imprescindible llevar siempre encima el pasaporte en caso de ser parados por uno de estos controles.
Costes y dinero
Líbano es un país caro. Beirut tiene un coste de vida comparable (e incluso superior) al de Madrid o Barcelona y los costes de comer en restaurantes o salir de fiesta son más cercanos a los de París o Londres.
Para referencia, estos son los costes promedio de ciertas cosas en Beirut (expresados en dólares americanos):
Botella de agua mineral grande en supermercado: 1,00$
Shawarma en un restaurante económico: 3,50$
Mezze (tapas como humus) en un restaurante económico: 3,50$
Cena para 2 en restaurante de categoría media: 40$
Habitación doble en hotel de categoría económica: 60$/noche
Cerveza en un bar de moda: 7-8$
Entrada a una discoteca: 15-20$
Taxi dentro de la ciudad: 8$
¿Libras o dólares?
No es casualidad que en el punto anterior utilizase el dólar estadounidense para expresar el coste de vida en Beirut. El dólar (USD) es moneda legal en el Líbano junto a la libra libanesa (LBP). Ambas monedas son aceptadas en cualquier lugar y para cualquier artículo o servicio, independientemente de cuál se use para indicar su precio.
La libra libanesa tiene un tipo cambiario fijo con el dólar, es decir, su valor nunca fluctúa frente a la moneda americana. Un dólar equivale a 1.507 libras libanesas, 1.500 para redondear.
Cuando se paga con tarjeta de crédito, lo normal es que te pregunten en qué moneda prefieres realizar el pago, esto se debe a que en el Líbano existe la posibilidad de abrir cuentas en una moneda o la otra, por lo que para los locales siempre una es más conveniente.
Como turistas, sin embargo, ambos cargos deberían, en principio, ser iguales. En mi caso, normalmente pedía el cobro en dólares ya que es una moneda con la que estoy más familiarizado, los ceros extra de la libra hacen que no me aclare.
De igual forma, los cajeros automáticos dispensan tanto dólares como libras.
Algo a tener en cuenta, sin embargo, es que no te puedes escapar del ejercicio de conversión, ya que en la práctica totalidad de los sitios, cuando se paga en efectivo, el cambio siempre se entrega en libras aunque el pago se haga en dólares.
Cajeros automáticos
Son omnipresentes en la capital. Antes de la guerra, el Líbano era el hub bancario del Medio Oriente, una especie de micro-Suiza en la que la práctica totalidad de los bancos de la región tenían sucursales. Este hecho es aún palpable en la abundancia de bancos y cajas de ahorros que se encuentran en cada esquina en zonas como Hamra o el Downtown. Tal y como se menciona más arriba, todos los cajeros automáticos dispensan tanto libras como dólares.
Propinas
A menos que esté especificado, el cargo por servicio no está incluido en la cuenta de los restaurantes y bares. Lo habitual es dejar un 10% como propina, aunque dependiendo de la calidad de servicio se puede dejar más.
Idioma
El Líbano es un país completamente políglota y la comunicación no suele ser un problema. El árabe es la lengua oficial y la más hablada del país, sin embargo la inmensa mayoría de la población habla también francés e inglés, particularmente las generaciones más jóvenes.
Cómo llegar
Lamentablemente el Líbano no es el lugar más conectado del mundo, a su único aeropuerto, el de Beirut, vuelan un puñado de aerolíneas europeas y varias del Medio Oriente.
Desde España, la única conexión directa con Beirut la ofrece Vueling desde Barcelona. Desde Latinoamérica, la mejor apuesta es volar vía París o Roma.
Zonas y Barrios
Beirut es una ciudad muy diversa, y esto se nota en la forma en la que se distribuyen sus barrios.
A grandes rasgos, podemos dividir a la ciudad en tres grandes zonas:
– Beirut Oeste (tradicionalmente) musulmán, que es la zona en la que se encuentra la calle de Hamra, arteria comercial y de ocio de la ciudad, la American University of Beirut y el famoso paseo marítimo o Corniche.
– Beirut Este (tradicionalmente) cristiano, que se divide en grandes barrios residenciales y es donde encontramos el National Museum, la universidad de Saint Joseph y buena parte de los locales más alternativos, así como gran cantidad de bares y restaurantes.
– Centro, también conocido como Solidere, Downtown o Beirut Central District, es la inmensa zona que separa Beirut Este y Oeste. Tras ser prácticamente demolida por los tanques en el conflicto civil de 1975-90, actualmente es una de las áreas de desarrollo urbanístico más ambiciosas de la región. Aquí encontramos edificios emblemáticos como la Place de l’Etoile, el Parlamento, las termas romanas o los exclusivos Zocos de Beirut.
Si bien esta es la forma más clara de dividir la ciudad por religión y punto cardinal, hay que tener en cuenta que se trata de una capital compleja, en la que podemos distinguir algunas zonas más. A saber:
– Burj Hammoud, ubicado en Beirut Este, es el barrio de asentamiento de la inmensa minoría armenia del país.
– El litoral, comprende partes de Beirut Este y Oeste y es, como su nombre indica, la zona costera. Es un área de intensa urbanización en la que se alzan buena parte de los rascacielos de la ciudad.
– Beirut Sur, que está englobado más o menos en la zona de Beirut Oeste y se compone básicamente de poblados de chabolas habitados por los miles de refugiados palestinos y sirios que han sido expulsados de sus casas, bien por el Estado de Israel, bien por el conflicto bélico en Siria.
Alojamiento
El alto coste de la vida en Beirut, la ausencia de una industria turística potente y la predominancia del turismo de negocios la convierten en un desierto en lo que a alojamiento económico se refiere.
Es prácticamente imposible encontrar habitaciones en la ciudad por menos de 50$ la noche, e incluso si se pagan 60, la calidad de estos establecimientos deja mucho que desear en la mayoría de los casos.
Por lo general, los alojamientos más económicos se encuentran alrededor de Rue Hamra y los más exclusivos en el Downtown o el litoral.
Para una buena relación calidad/precio (dentro de lo posible en Beirut), mi recomendación es el hotel Mayflower (~65$/n) o el vecino Napoleon (~55$/n) en Hamra.
Ver una lista de hoteles en Beirut.
Ver las mejores zonas para dormir en Beirut.
Transporte
Lamentablemente Beirut carece de cualquier tipo de transporte colectivo medianamente aceptable. La ciudad carece de metro y los autobuses son irregulares y tardan la vida en cruzar los impresionantes atascos de una ciudad con infraestructura deficiente debido a la guerra y la corrupción.
La forma más realista de moverte entre barrios es mediante los taxis (matrículas rojas), que tienen dos tipos de tarifa:
– Servís, que básicamente quiere decir que el conductor te transportará a tu destino pero que irá recogiendo más gente por el camino y que la ruta no será directa.
– Taxi, en el que “alquilas” el coche entero y, bueno, funciona como un taxi en occidente.
Mientras que el servís tiene un coste de unas 2000 LBP, un taxi puede costar entre 8000 y 10000 (o más dependiendo de dónde vayas).
Ten en cuenta que las tarifas son negociadas antes de subir al vehículo (así te ahorras desagradables sorpresas).
Si se trata de desplazamientos cortos, siempre es más efectivo andar. Beirut es una ciudad relativamente pequeña y el tiempo suele permitir paseos cortos (salvo en verano, cuando las temperaturas superan los 40º)
Comida
Tal y como mencionaba en la sección de costes, comer en Beirut es caro.
Lo que no puede decirse es que la comida sea mala, en realidad, la comida libanesa es famosa por encontrarse entre las mejores y más saludables del mundo.
Y de hecho, es el país más veg/vegan-friendly al que haya viajado en mi vida.
Platos para no perderse
Entre los platos típicos de la gastronomía libanesa que hay que probar se encuentran:
– Fatoush, una ensalada fresca a base de vegetales crudos, con pan pita frito y vinagreta.
– Homos (o hummus, humus, humous…), una pasta a base de garbanzos y tahina que se come con pan.
– Baba Ganoush, como el humus pero a base de berenjenas.
– Falafel, o croqueta de garbanzos.
– Shawarma, el plato de carne por excelencia de la cocina libanesa.
Zonas para comer
Encontrar un buen restaurante en Beirut no es difícil, sin embargo, las zonas con la mayor concentración de restaurantes económicos y de clase media son Hamra (West Beirut) y Gemmaizeh (East Beirut). Las opciones más exclusivas están, cómo no, en el Downtown.
