Tarragona romana: la eterna ciudad del ocio
Si piensas ir de vacaciones a la Costa Dorada es obligada una visita a Tarragona, y más si te gusta la historia. Ya que en ella, no solo estarás en una ciudad con unas playas maravillosas y una gastronomía excelente, sino que además tendrás el privilegio de estar pisando unas calles que tienen más de dos siglos de antigüedad.
Tarragona fue fundada en el siglo III a.C. bajo el nombre de Tarraco por los hermanos Escipión, Cneo y Publio. Lo que en principio fue un campamento militar desde donde conquistar el resto de la Península, rápidamente se convirtió en el núcleo mercantil y administrativo de la Hispania Citerior.
Aquellos tiempos de progreso marcaron el inicio de la Vía Augusta que empezaba justo en Tarragona y llegaba hasta la mismísima Roma así como la construcción de uno de los principales puertos del Mare Nostrum.
Hoy en día Tarragona posee uno de los puertos marítimos más importantes de España y no es casualidad, pues los romanos la hicieron capital de la provincia Tarraconense, por lo que aún conserva notables restos arqueológicos de esta época que han sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Ruta Romana de Tarragona
Hay ciertos monumentos y lugares históricos que no puedes dejar de ver si visitas Tarragona. Por esto, te proponemos hacer la Ruta Romana de Tarragona y asegurarte así que no te vas de la ciudad dejando algo por ver.
La visita empieza por el Museo Nacional de Arqueología para hacerte con una visión (impresionante y completísima) de la historia de la ciudad y de lo que puedes encontrar en ella. Una vez visto el Museo, te animamos a empezar el recorrido por el Pretorio, que es una torre del año 73 y que comunicaba el circo romano con Foro Provincial. En el medievo fue usado como castillo del rey y posteriormente, como cárcel.
Puedes continuar tu ruta por el circo romano, que es un lugar fascinante donde te podrás hacer una perfecta idea de cómo era el ocio de Tarragona durante la época romana, pudiendo caminar entre sus galerías, accesos y gradas.
Continúa tu ruta romana por el Foro Provincial, que representaba el poder político y que está declarado Patrimonio Mundial y luego paga la entrada al Anfiteatro romano de Tarragona porque vale la pena. Situado casi en la orilla del mar, es fácil imaginar aquellas luchas sangrientas que realizaban los gladiadores en aquel entonces. Antes de dejar la parte alta de Tarragona no olvides sentarte en alguna de las fantásticas tabernas o terrazas que ocupan todos los rincones de esta parte de Tarragona para disfrutar de sus tapas y pinchos.
Incluida en esta ruta está también la necrópolis paleocristiana. Se encuentra junto al río Francolí un poco alejada del centro. Lo que más te impresionará de esta visita es, sin duda, saber que aquí hay más de dos mil tumbas de los primeros cristianos que eran condenados a morir bajo zarpas de las fieras en el anfiteatro romano de Tarraco ante miles de espectadores.
Ya a las afueras del centro, merece también la pena una visita al Acueducto Romano de Tarragona, que formaba parte de la red de suministro de agua de la ciudad imperial. También conocido como Puente del Diablo, para visitarlo hay que salir de la ciudad. Se puede ir en coche o en bus (L-5, te deja allí mismo).
Y por último, no te pierdas –sobre todo- la muralla romana de Tarraco, puesto que es probablemente el resto histórico más antiguo de la península y uno de los mejor conservados, que rodea la parte antigua de la ciudad. Fíjate en las marcas que hay en algunas rocas, porque son las que hacían los esclavos para contar a cuánto salario tocaban, o algunos rostros tallados en la propia muralla que simbolizaban cabezas colgadas para avisar al enemigo de lo que le podía pasar si decidía atacar la ciudad.
Tarragona cuenta con un sinfín de hoteles y hostales donde alojaros durante vuestra visita pero la mejor opción para vivir la experiencia como un local, sin prisas y a tú ritmo es alquilar un apartamento. Desde aquí podréis realizar escapadas a los diferentes municipios de los alrededores como Cambrils, Salou o l’Ametlla de Mar y descubrir los encantos de esta maravillosa región del sur de Cataluña.
