París es una de esas ciudades de las que no te cansas por muchas veces que la hayas visitado, la Ciudad de la Luz es tan cambiante y vertiginosa como eterna e inmutable. El tiempo aquí parece transcurrir de forma diferente.
Por ese motivo decidí dejarme caer por la capital francesa por tercera vez. Debo reconocer que mis primeras dos experiencias en las ciudades no fueron del todo agradables. Digamos que los parisinos no son famosos por ser los anfitriones más amables y hospitalarios del mundo y que esa fama, considero no es del todo infundada.
Pero allí estaba, por tercera vez, dispuesto a que todo fuese diferente en esta visita a París.
Se podría decir que alguien que ya ha estado previamente en un lugar no tiene motivos para visitarlo de nuevo, nada más falso. Puedo decir con total confianza que en lo que respecta a París, a la tercera va la vencida.
En esta visita, que fue relámpago, no me sentí obligado a visitar el Museo del Louvre o subir a la Torre Eiffel, no necesité hacer colas monumentales para ver las atracciones de París. No sentí la presión de cenar en ningún restaurante pomposo y obscenamente caro. París me dejó ser yo mismo, ir con la corriente, dejarme llevar por las notas del acordeón hasta que los pies me dolieran.
Disfruté tanto el pasear por la ciudad sin tener que ver ninguna atracción, que accidentalmente vi muchas sin planearlo con mi ruta improvisada por París.
Si bien París cuenta con un excelente sistema de metro, sentí que de esta forma, la visita a la ciudad fue más real.
Entre el centro de Estudios Árabes de París y la Torre Eiffel hay unos siete kilómetros. Anunque parecen demasiados, la verdad es que cuando se hacen junto al Sena y con el telón de fondo de los palaciegos edificios parisinos, se hacen en un santiamén.
La Ruta empieza en el Centro del Mundo Árabe, una moderna torre de acero y cristal ubicada junto al Sena que, tal y como su nombre indica, se dedica al estudio y la divulgación de la cultura árabe. Desde su terraza pueden apreciarse unas espectaculares vistas de París, particularmente de la Île de la Citè y Notre Dam.
Desde aquí nos alejamos un poco del río para continuar por la Rue de Sant Germain hasta alcanzar un pintoresco mercado que se instala allí.
El mercado de la Place Maubert es uno de los mercados más antiguos de París, después de que en 1547 lo transfirieran del mercado Palu de la île de la Cité, que se quedó pequeño.En aquellos entonces ocupaba el lugar donde se daban clases de teología y filosofía al aire libre, y tenía la función de abastecer a la orilla izquierda de la ciudad. Mercado de pan, frutas y verduras, fue suprimido durante un tiempo, después de que se abriera el mercado des Carmes, ubicado muy cerca del antiguo convento de la plaza Maubert en 1818, antes de que fueran reagrupados a finales del siglo XIX. Actualmente, hay mercado todos los martes, jueves y sábados. Técnicamente está emplazado en el boulevard Saint-Germain, aunque lleva el nombre de la plaza situada al otro lado de la calle.
Después de desayunar un poco de falafel y queso comprado en el mercado, estaba listo para proseguir la ruta.
La siguiente parada del recorrido nos lleva hasta la Isla de la Ciudad y la famosísima Catedral de Nuestra Señora de París o Notre Dame. Esta joya gótica que data del siglo XIV es una de las obras maestras de la arquitectura medieval. En ella se asienta el poder eclesiástico de la Archidiócesis de París y es una de las edificaciones más visitadas de la capital francesa, además de ser una de las pocas que es gratuita. Si el tiempo no es problema, te aconsejo que la visites por dentro.
La iglesia se encuentra situada en medio de la Île de la Citè, una de las dos islas naturales del Sena en las que se fundó la ciudad de París.
A partir de este punto volvemos a coger la senda marcada por el río dirección oeste. En nuestro camino nos toparemos con infinidad de puestecitos de venta de libros antiguos, revistas y posters.
La ruta nos llevará junto al Hotel de Ville, el palacio del Louvre, la plaza de la Concordia, los jardines de las Tullerías y muchos otros de los edificios emblemáticos de la ciudad.
Cuando estés cerca del puente de Alexandre III, justo antes de llegar a la estatua de Simón Bolívar, puede que reconozcas el entorno como el lugar en el que Adele grabó el vídeo de “Someone like you”.
La mejor parte de este recorrido es que durante toda la ruta tendrás a la Torre Eiffel como guía. Si la haces al atardecer, te encontrarás con escenas espectaculares.
El camino hasta la Torre Eiffel es largo, pero si nos detenemos cada cierto tiempo a contemplar la belleza de la ciudad, no notaremos las distancias.
Ruta por parís en un mapa
Recomendado: No te pierdas nada sobre la Ciudad de la Luz con la Guía de París del Cicerone y descubre dónde dormir en París, las mejores zonas, los mejores hoteles y los mejores precios.
Ruta a pie por París – La orilla del Sena http://t.co/ndlnsoUF
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Muy interesante la ruta por París que nos ofrece @xixerone_ en su blog: http://t.co/O4SZIAgz
Solo un apunte a tu ruta. Yo subiría al tejado de Nôtre Dame. Tiene unas bonitas vistas!
Saludos
Bien dicho Luís, me pasó Exactamente lo mismo con Londres. La primera vez que fuí me dediqué a ver sólo los monumentos, museos y lugares de interés puramente turísticos. Mi impresión fué que era una ciudad bonita, pero que nunca viviría cómodamente allí.
Tras ir 3 veces más, puedo decir que me encanta y viviría allí encantado, la diferencia es que fuí sin prisas y ví la ciudad real: Esto, que parece tan fácil en ciudades más pequeñas, se hace difícil en ciudades como London, Paris, NY…. donde para ver lo turístico + lo real debes pasarte allí mínimo 15 días!
Genial! Para la próxima visita nos apuntamos tu ruta!