Durante mi reciente viaje a Bucarest, visité el Museo de Historia Judía, algo que suelo hacer siempre que exploro países marcados por el Holocausto. El museo está ubicado en la histórica sinagoga Unirea Templul Sfânta, que ha resistido a la Segunda Guerra Mundial y a los locos planes urbanísticos de Ceausescu. Un verdadero testimonio a la resistencia.
El museo puede parecer pequeño en comparación con otras atracciones más famosas de Bucarest, pero desempeña un papel crucial a la hora de mostrar la larga contribución de los judíos rumanos a la ciencia, el arte y la arquitectura. A diferencia de otros museos judíos de Europa, que tienden a centrarse en la migración a Israel, este ofrece una visión de los que se quedaron y lograron sobrevivir (e incluso prosperar) durante y después de la Segunda Guerra Mundial en Rumanía.
La bienvenida en el museo fue cálida y personal. Aunque no había casi gente y estaba casi solo, aparte de una familia que se marchaba, no me sentí aislado. Los voluntarios del museo estaban deseosos de compartir historias y opiniones sobre las exposiciones, lo que me ayudó mucho, ya que algunas de ellas no estaban traducidas.
En el centro de la exposición principal hay libros, planos y fotos que narran la vida judía en Rumanía desde sus primeros días hasta el presente. Junto a ellos hay líneas de tiempo y fotografías en las paredes que documentan siglos de historia judía en Rumanía.
Al subir a los balcones superiores se descubren más tesoros: obras de arte y esculturas, entre ellas piezas que destacan las contribuciones judías al teatro antes de la Primera Guerra Mundial. También hay carteles y caricaturas de Hitler, un irónico recordatorio de la dura historia en medio de la creatividad.
La sinagoga Unirea Templul Sfânta destaca no sólo por sus exposiciones, sino también por su notable historia y estilo. El edificio se terminó de construir a finales del siglo XIX y presenta características clásicas de la arquitectura de sinagogas de la época.
El interior es simplemente impresionante. Dentro, encontrará motivos judíos tradicionales y elaboradas decoraciones geométricas. Las vidrieras de colores llenan el espacio de coloridos patrones de luz y carpintería finamente trabajada.
La sala de exposiciones del Holocausto es conmovedora. Situada en una sala contigua a la sinagoga, no escatima en describir los horrores a los que se enfrentaron los judíos rumanos durante aquella oscura época, un recordatorio de lo que ocurre cuando se pierde la humanidad.
Puede que este lugar esté fuera de lo común en comparación con otras atracciones, pero sin duda está lleno de corazón, alma y autenticidad que merece la pena explorar para los interesados en la historia y las historias de perseverancia y cultura humanas.
Información útil
- Horario de apertura: Lunes-Viernes de 9:00 a 14:00. Vie, Dom 9:00 a 13:00. Sábados cerrado.
- Dirección: Str Mamulari 3
- Número de teléfono: 021 311 08 70
- Estación de metro más cercana: Piata Unirii
- Tarifas: Donación.
- Visitas guiadas: Reserva aquí.
Información importante: Es necesario llevar el pasaporte para entrar en el museo.
Este tipo de museos a parte de servir para lo que sirven, también mantiene vivo el recuerdo de un suceso terrible de nuestra historia para que no se vuelva a repetir.
Un saludo.