Cuando publiqué la foto del atardecer en París y lo llamé el atardecer más bello del mundo, definitivamente era porque no había apreciado un atardecer romano. Al caer la noche, los colores tostados de la ciudad resplandecen en una luz dorada sin igual, mostrando una estampa impresionante.
He vivido un atardecer en París, pero está visto que tendré que visitar Roma (que no lo conozco), aunque solo sea por contemplar una estampa como la que nos regalas.
Un saludo!!
IMPRESIONANTE!
es preciosa esa fotografia! me encanta!:)
París es increible pero Roma no lo es menos!
Un besazo!