En Roma, hasta las iglesias más pequeñas y modestas pueden almacenar joyas en su interior.
Y no me refiero a alguna pintura escondida o la típica reliquia de algún santo olvidado, hablo de Arte con A mayúscula, de verdaderos e irremplazables hitos de la historia artística mundial.
Este es el caso de Sant Pietro in Vincoli (San Pedro Encadenado), una pequeña basílica romana que, a pesar de su apariencia sobria y una fachada que es de todo menos espectacular, alberga en su interior nada más y nada menos que a la escultura del Moisés de Miguelangel.
Además de servir de cobijo a esta archiconocida estatua, la iglesia de Sant Pietro in Vincoli tiene una importancia especial para los católicos, ya que precisamente es aquí donde se guardan las cadenas que presuntamente llevaba San Pedro durante su encarcelamiento en Jerusalén.
La construcción del templo data del siglo V y fue edificado para albergar las cadenas de San Pedro, que fueron entregadas por la emperatriz Eudoxia (consorte del emperador Valentiniano III) al papa Leo I.
Cuenta la leyenda que cuando el papa juntó las cadenas de Tierra Santa con las que mantuvieron cautivo a Pedro en Roma, las dos cadenas se fusionaron milagrosamente.
A lo largo de los años, la basílica ha sufrido distintos cambios que incluyen una restauración encargada por el papa Adriano I, una reconstrucción total en tiempos de Sixto IV y otra comisionada por Julio II. Una renovación total de la basílica fue llevada a cabo en 1875, en la que se modernizó la iglesia y se agregaron muchos de sus elementos decorativos de estilo neoclásico.
Las cadenas que presuntamente aprisionaron a Pedro en Roma y Jerusalén están guardadas en un relicario en el altar principal de la basílica.
Pero la verdadera joya del templo no es otra que el magnífico Moisés de Miguelangel, que data de 1515 y es una de sus mejores obras. Originalmente la estatua iba a formar parte de un conjunto funerario de cuarenta esculturas para el mausoleo del papa Julio II.
Cómo llegar a Sant Pietro in Vincoli
Desde la parada de metro Cavour, cruza el boulevard y sube por las escaleras, al alcanzar la plaza gira a la derecha y la iglesia estará a tu derecha.
