Esta foto, que representa uno de mis momentos más surrealistas durante un viaje, fue hecha en un centro comercial de la ciudad de Penang, en el oeste de la península malaya.
Las instrucciones, en bahasa malay e inglés, se traducirían así si estuviesen en un servicio español:
Mantén los wc públicos limpios,
por favor evita:
-Tirar colillas de cigarrillo en los urinales.
-Tirar basura en el retrete.
-Tomar agua de la cisterna.
-Escribir grafiti en las paredes.
-Escupir en el suelo.
-Ponerte de cuclillas en los asientos.
-Lavar vegetales en los lavamanos. (!)
-Tirar de la cadena con el pie.
-Lavarte las piernas en los lavamanos.
El surrealismo que esta imagen despertaría en un lavabo de El Corte Inglés desaparece si tenemos en cuenta la cultura local, los usos, las costumbres y las tradiciones de la gente para la que está dirigido el letrero.
Algunas prohibiciones que para nosotros son básicas, en el Sudeste Asiático no lo son tanto, aun cuando probablemente todos coincidiríamos en que está feo tirar colillas en los urinales o escribir grafiti en las paredes.
Pero vayamos a otras prohibiciones que un occidental tendría clarísimas y un malasio no tanto:
Por ejemplo, el escupir en público no está considerado una falta de educación. Veréis que a lo largo y ancho de Asia la gente escupe por las calles sin ningún tipo de pudor. La percepción occidental de escupir como algo asqueroso viene de las diferencias históricas entre Europa y Asia. A partir de las epidemias de peste bubónica y otras plagas en la edad media en el viejo continente, actos corporales que pudiesen esparcir gérmenes (o en aquella época demonios) como el estornudar, el bostezar o el escupir se convirtieron en tabú. Los incontrolables bostezos y estornudos se acompañaban del gesto púdico de cubrirse la boca, más el respectivo ¡Jesús! para alejar a los malos espíritus en caso de estornudo. Los gestos que se podían controlar, como el escupir o meterse el dedo en la nariz, se convirtieron en acciones reprochables. Asia salió de la edad media relativamente indemne en lo referente a epidemias, por lo que el desarrollo de estos convencionalismos no fue necesario.
En Asia, la mayoría de retretes son letrinas con agua corriente y sin cisterna. Partiendo de esta base, entendemos a fondo dos consejos: el de ponerse de cuclillas en el asiento y el de tomar agua de la cisterna. Los retretes para sentarse son una adición occidental que solo se ha implantado con la llegada del turismo y casi exclusivamente en los sitios turísticos, aeropuertos, hoteles y centros comerciales; la mayoría de hogares sigue teniendo letrinas y la gente de “a pie” no está familiarizada con los lavabos de asiento, por lo que es normal que se le explique cómo usarlos.
Por último, me quería referir al más “curioso” de los mandamientos de esta lista: “No te laves las piernas en el lavamanos”. El término “lavar” no se refiere exactamente a la definición que como occidentales tendríamos de “limpiar”, sino al rito musulmán de la ablución, o purificación de los pies antes de la oración. Malasia es un país mayoritariamente musulmán, por lo que la prohibición, por extraña que parezca, es totalmente válida (existen grifos “lavapiés” específicamente designados para abluciones en casi todos los servicios públicos en Malasia).
Así que la próxima vez que quieras lavar vegetales en un lavabo público, piénsatelo dos veces.
No habia visto nunca un cartel como en este en Indonesia o Malasia, es gracioso (para nosotros) y diferente.
Lo que si es cierto es que cuando uno va a un lababo “W.C. umum” (W.C. público) en el Sudeste Asiático, tiene que remangarse los pantalones, porque se lavarán el culo con la manguera, pero también limpiarán con ella las paredes y el suelo y……..vamos, que lo mojan todo. ;-)
Buen post.
Saludos
Buenísimo el cartel, me encontré con varios así en Asia y me contaron que mucha gente, por desconocimiento, se sube al inodoro como si fuese una letrina alta.Lo de las escupidas es cierto, lo hacen sin pudor. Muy interesante la explicación del por qué.