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Comer en Bucarest – 3 restaurantes para no perderse

La comida rumana tiene fuertes lazos con la de sus países vecinos. Influencias turcas, húngaras, austríacas y búlgaras están presenten en la gastronomía de todo el país y han sido asimiladas como propias para dar paso a una mezcla de tradiciones e ingredientes.

comer en bucarest

Por lo general, la comida rumana, al igual que sus primas del este de , se caracteriza por tener altos contenidos de carne (cerdo, cordero ternera y pollo). Aquí los guisos triunfan y la ciorba (sopa ácida de verduras y /o carne) es la reina de la mesa. Junto a los platos de carne, encontramos como guarnición ensaladas de verduras, polentas y patatas.

Comer en es muy barato comparado con Europa Occidental. Una comida en un restaurante de gama media de la ciudad puede costar una fracción de lo que costaría en . Igualmente, los establecimientos de lujo son mucho más baratos que sus homólogos occidentales incluso en los barrios más céntricos de la capital.

Estos son tres ejemplos de restaurantes buenos, bonitos y baratos en Bucarest:

La Copac

Terraza, cerveza y buenos precios

Str. Pitar Mos 23, Bucuresti
021.319.27.57

la copac bucharest restaurante

La Copac es un restaurante con terraza ubicado en una zona muy céntrica de la ciudad, a pocos pasos de Pl Universitate.

Es un sitio para disfrutar del buen tiempo en su terraza mientras se bebe una cerveza fresca. El ambiente de este bar-restaurante es joven y alternativo.

El servicio en La Copac es algo lento, así que lo mejor es venir sin prisas.

La comida: Pedimos una ciorba de pollo, humus y un plato combinado de carnes. La calidad de la comida es buena, la ciorba es un tipo de sopa que sienta bien en cualquier época del año y sirve para reponer energía. En cuanto a bebida, tomamos 6 cervezas (ya, ya).

El precio: El total de la cuenta fue de 147 RON (34€) para 3 personas, unos 11 euros por persona.

Lo mejor: El ambiente de la terraza y el precio.

Lo peor: El servicio era dolorosamente lento y hablaba poco inglés.

Crama Domnaesca

Comida tradicional rumana

Str. Selari nr. 13-15 sector 3, Bucuresti
0722.291.195

crama domneasca - bucarest

El Crama Domnaesca es un restaurante de estilo tradicional ubicado en el centro histórico de Bucarest.

Se trata de un restaurante especializado en carnes, con decoración medieval y una carta que incluye los principales platos de la gastronomía rumana.

El servicio en este restaurante es sorprendentemente deficiente, sobre todo teniendo en cuenta que había unos 16 camareros para un menor número de comensales durante mi visita.

La comida: El banquete empezó con una ciorba de judías blancas y carne servida en un pan a modo de cuenco. Después del primer plato llegó la ensalada de pollo y una bandeja de carnes, bistec de ternera, salchichas, mititei (albóndigas alargadas) y filetes de cerdo. Toda la comida estaba de muerte (y no me refiero al efecto que tuvieron en mis arterias).

Para bajar este festín de colesterol, no hay nada como una cerveza transilvana Silva.

El precio: Tras las ingentes cantidades de carne de esta comida, la cuenta fue de 15€ por persona.

Lo mejor: La calidad de la comida y la ubicación del restaurante en pleno centro.

Lo peor: El servicio poco atento.

Sole Restaurant

Cocina de altura

B-dul Iancu de Hunedoara, 48, planta 15
021.313.74.74

sole bucarest

El Sole Restaurant es un restaurante estilo buffet ubicado en la 15ta planta de un edificio de oficinas a poca distancia de la estación de metro de pl Victoriei.

Es un establecimiento de estilo moderno, ubicado en una zona privilegiada de la ciudad y con vistas estupendas de la zona norte de Bucarest. La comida es de estilo internacional.

El servicio es muy bueno, también hay que tener en cuenta que se trata de un buffet, por lo que el único contacto que tienes con el personal es al pedir la comida y pagar. Sin embargo, las camareras, aunque no hablan mucho inglés (chapurrean algo de español y de italiano), tienen siempre una sonrisa en la cara y ganas de ayudar.

Se trata de un restaurante relativamente poco conocido en una ciudad nada turística, por lo que sus comensales son primordialmente trabajadores de las oficinas del edificio en que se aloja y locales que se acercan a disfrutar de las vistas.

La comida: en el Sole hacen comida sencilla, casera y no especialmente memorable, pero está buena y las vistas desde su terraza son inmejorables, así que no me puedo quejar. El menú va cambiando constantemente al tratarse de un bufé, en mi caso pedí las salchichas con patatas, goulash y algo de brócoli gratinado.

Para beber una Mirinda, bebida parecida a la fata que triunfaba en España allá por los 80, pero que ya no se encuentra.

El precio: Dadas las vistas y el entorno, la comida salió por un precio irrisorio, ¡sólo unos 5€ por persona!

Lo mejor: Las vistas sin duda.

Lo peor: El ambiente de comedor de oficina fashion.

Soy Luis Cicerone, creador de xixerone.com y viajero incansable. Mis pasiones, además de recorrer el mundo, incluyen los gatos, la comida, las series y la arquitectura.