Dinant es definitivamente una de las ciudades más bellas de Bélgica.
Este pequeño enclave se encuentra ubicado a orillas del río Mosa en la provincia valona de Namur. A su espaldas se levanta un acantilado inmenso coronado por una ciudadela militar cuya función era la de defender la ciudad de posibles ataques enemigos.
Gracias a su ubicación privilegiada en una importante encrucijada comercial, de la existencia del puerto fluvial del Mosa y de la protección natural de su acantilado, Dinant ha sido, durante siglos, una ciudad muy próspera.
Precisamente por su prosperidad, Dinant ha sido siempre un preciado trofeo de guerra. Fue ocupada en numerosas ocasiones por tropas extranjeras. Españoles, franceses, prusianos, austriacos y alemanes, por nombrar algunos, han invadido la ciudad en diversas ocasiones durante los últimos quinientos años.
Durante la Primera Guerra Mundial, Dinant sufrió una serie de bombardeos por parte de los alemanes que la dejaron prácticamente en ruinas. Las cúpulas de su majestuosa colegiata fueron reconstruidas durante el siglo XX para recuperar su actual esplendor.
Dinant es la orgullosa cuna del saxofón y la antigua casa de su inventor, Adolphe Sax puede ser visitada.
En la cima del abrupto peñasco que se sienta a espaldas de la colegiata, se ubica una ciudadela defensiva, construida para defender la ciudad. Aunque actualmente se encuentra en ruinas, se puede acceder a ella a través de un cómodo teleférico que nos lleva directamente y ofrece espectaculares vistas de la ciudad y el río.
La ciudadela alberga, además de las ruinas en sí, un cementerio de guerra y un museo militar que nos habla de un pasado marcado por los conflictos bélicos.
Las numerosas terrazas que en verano se instalan a ambos lados del río son el lugar perfecto para degustar una de las numerosísimas cervezas que pueden probarse en Bélgica.
Pero la verdadera joya de la ciudad es definitivamente su impresionante iglesia. La Colegiata de Notre Dame de Dinant es un edificio esbelto, de estilo gótico y con una cúpula acebollada bastante atípica en edificios religiosos de Europa occidental.
Definitivamente Dinant es una ciudad de postal.
