Ir de visita a Estados Unidos, es descrito como una inolvidable experiencia, ya que quién en su sano juicio, no tiene un sueño americano o desea conocer algo en particular de esta gran nación.
Y no es para menos, los grandes rascacielos de Nueva York, la locura y desenfreno de las Vegas y el prestigioso camino de la fama de Los Ángeles, son centro de todas las miradas. Lo que nos lleva a preguntar ¿Pero qué hay de Boston? ¿Por qué visitarla? y ¿Qué le hace tan especial?
Es así como encontramos una ciudad para todos los gustos. Tal como se oye, porque esta a veces infravalorada, ciudad de Massachusetts, sobrepasa las expectativas de los amantes del arte, la tecnología, el deporte, la arquitectura, la comida y la historia independentista, dando inicio a nuestro camino por la capital no oficial de Nueva Inglaterra.
Parece descabellado encontrar barrios con encanto entre tanto hormigón, lo que añade nostalgia y sentimentalismo a los callejones y pasadizos de la ciudad de Boston, un auténtico viaje por el tiempo al mejor estilo de Marty Mcfly y el Doc. Brown, que te sumerge en el periodo independentista del siglo XVIII.
Para rememorar tan importante capítulo de la historia estadounidense, volvemos nada más y nada menos que casi 250 años en el pasado.
Era 1630, cuando los nativos americanos de la península de Shawmut reciben a los primeros visitantes ingleses, la bautizan Treemountain que traducido es tres montañas, pero luego en honor a la región de Lincolnshire, le llaman Boston.
Fue por largo tiempo la ciudad más poblada de la América británica, hasta que en 1770 se decreta la paga de impuestos, causando la Guerra de Independencia de los Estados Unidos, con enfrentamientos y batallas memorables en sus calles, tales como la masacre de Boston, la batalla del té, la batalla de Lexington y Concord y la de Bunker Hill, un largo pero valioso recorrido, para convertirse en el centro intelectual y educativo, que es en la actualidad.
Tiempo después, los disparos de cañón y los gritos de batalla, fueron reemplazados por grandes embarcaciones y efusivos comerciantes, pasó de “Town of Boston” a “City of Boston”, cerrando el funesto capítulo del dominio europeo y la gloria de la revolución y posterior secesión de las ex colonias.
Ya por el siglo XIX se da la bienvenida a una oleada de inmigrantes europeos, ubicados en los barrios del centro, para ser precisos, North End alojó a los italianos, Boston Sur junto con Charlestown fue para los Irlandeses, y los rusos y polacos en el West End. Actualmente, los chinos e italianos son los únicos que conservan sus barrios.
Pero ya basta de la reseña histórica, es hora de que sus calles hablen por sí solas.
Existe un lugar en especial que evoca trazos y líneas de la ruta independentista, busca homenajear la vida de los caídos en batalla, conmemora monumentos transcendentales y así contagiar a cualquier visitante de la heroica tradición que con una dosis de gloria y sacrificio, yace inmersa en cada calle y estructura del recorrido.
Es el Freedom Trail, en español “Camino de la Libertad”.
Es un camino que indica sobre la vereda de ladrillo la ruta ideal para contemplar en 4 km, 16 monumentos y edificaciones prestigiosas del pasado histórico de Boston.
Es una especie de escaparate y galería antigua, que conduce a cada sección del recorrido y a los marcadores explicativos. Inicia en el Boston Common, el parque más antiguo de Estados Unidos e insignia de la región de Massachusetts.
Atraviesa Downtown (la mejor zona donde alojarse en Boston), lo que permite admirar el centro de Boston y echar un vistazo a los museos de la zona, pero si no es el caso, es prioridad visitar la Old South Meeting House, la Vieja Casa de Estado, Faneuil Hall y la Casa de Paul Revere. La New State House es la más reciente construcción, cuenta con una cúpula recubierta de oro de 23 quilates y es el palacio del gobierno del estado de Massachusetts.
En este punto ya deberías tener hambre y no hay mejor lugar para combatirla, como el Quincy Market opción predilecta entre los turistas. En él se encuentran menús típicos de la ciudad, como la sopa de clam chowder (consiste en una sopa de almejas), bocadillo de carne de cangrejo y los aclamados langostinos, catalogados como una exquisitez de la zona.
Claro que una forma eficaz de tener contacto con la vida marina de Boston, está a unos cuantos metros del Quincy Market en dirección al Aquarium, donde están los embarcaderos que se abarrotan de personas ansiosas por ver el famoso y exótico show de las ballenas.
De vuelta al Freedom Trail tomamos un atajo a través de las veredas italoamericanas del barrio North End, luego a través de una exposición de monumentos y homenajes a héroes de la historia americana como Paul Revere, Hancock y Adams, recorre el antiguo cementerio de Copps Hill Burying Ground para así parar en un destino en particular. El Charlestowns Navy Yard hogar del U.S.S Constitution, barco de guerra de 1797 sobreviviente de 40 batallas y junto con el Bunker Hill Monumento las atracciones finales del camino de la libertad.
Si algo enorgullece a Boston y sus apasionados habitantes es Harvard, centro intelectual americano, cuna del conocimiento humano, sede de la más avanzada enseñanza académica y santuario de la excelencia en su más alta definición. Poco queda por explicar de una de las universidades más exclusivas del planeta tierra, reúne una amplia gama de representantes egresados de la institución, aporta avances y descubrimientos de importancia para el desarrollo humano.
Esto y más, se conserva en sus instalaciones académicas, donde se exhiben logros y sucesos de estirpe mundial en el conocido museo de Harvard, el cual captura la esencia del ayer y el hoy de esta importante institución. A unos cuantos metros se pueden observar las históricas instalaciones de la MIT y la Biblioteca Pública.
Pasear por cada barrio de la ciudad es la mejor forma de percibir su verdadera esencia, hace del qué ver en Boston, un recorrido para el recuerdo:
Comienza en Beacon Hill que limita con el Boston Common y cuenta con la Massachusetts State House. Todas las postales de Boston sacan provecho de sus rojizas viviendas de ladrillo, el alumbrado colonial y sus caminos de piedra azabache, una autentica pintura en lienzo enmarcada por el cálido y nostálgico juego de colores del otoño o el atuendo invernal propio de la temporada decembrina.
El West End es la zona institucional y urbana donde se encuentra el Museum of Sciencie y justo a su lado está el North End, trozo de Italia en tierras estadounidenses que cuenta con una variada gama de ristorantes y salumeries.
Downtown cuenta con una considerable cantidad de atracciones históricas, que se pueden recorrer gracias al Fredoom Trail, se encuentra junto al mar lo que imprime un ambiente costero a esta parte de la capital con centros de entretenimiento como lo es el Acuario. Charlestown se puede contemplar al pasar el puente o con un tour por ferri hasta llegar a Bunker Hill.
Las influencias asiáticas dicen presente al visitar China Town y si el teatro es parte primordial del itinerario, South End territorio de casas victorianas es el mejor lugar para este tipo de espectáculos.
Cada ladrillo, calle o antigua construcción inmortaliza una etapa valiosa de la historia en Boston y la hace brillar con luz propia, otorgando una genuina personalidad en comparación al resto del País.
¡Es una ciudad para todos los gustos! porque si hablamos de conocimientos y logros académicos es imposible no pensar en Harvard, pero si el deporte es el tema de interés, Fenway Park casa de los Red Sox (equipo insignia de la ciudad de Boston) sin dudas saldrá a relucir.
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