Sin lugar a dudas uno de los sitios más emblemáticos de Memphis; sino de todo Tennessee, es Graceland, el hogar de residencia de Elvis Presley desde que tuvo 22 años hasta su muerte. No existe sin lugar a dudas sitio en el que se respire más Rock n’ Roll que allí.
Con ya más de 35 años desde su apertura en junio del 82, La casa de Elvis es al mismo tiempo museo, templo y archivo. Entre piezas de guardarropa, trofeos, inmobiliario, fotos y documentos, Graceland contiene más de 1 millón de piezas de la historia de uno de los más grandes símbolos de la música del mundo, todas bajo el mismo techo.
La mansión está perfectamente rediseñada para el disfrute y asombro de los más de 600.000 personas que la visitan anualmente. Lo que otros museos denomina colecciones y expone separándolas en espacios, Graceland llama habitaciones, todas ellas temáticas para exponer las diferentes facetas de la vida y obra de Elvis.
¡Sáltate las colas!
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Entre las más famosas están la Sala de Pool; con sus más de 300 metros de tela, la sala de trofeos; con sus 3 Grammy, los documentos de las otras 11 nominaciones y multitud de objetos valiosos para Elvis y su familia, y por supuesto la sala de televisores, con su impresionante estilo y lo que es probablemente el sofá más deseado de toda América.
El rock n’ Roll y el alma de Elvis está definitivamente en cada rasgo de la decoración de Graceland.
Las audioguías de Graceland están disponibles en otros 6 idiomas, la versión inglesa está narrada por John Stamos, el tío Jesse de Full House.
Graceland no solo es solo una atracción turística de orden mundial, sino que también ofrece parte de sus instalaciones para hospedar eventos especiales como bodas, reencuentros de promoción y encuentros corporativos. Eso sí, el tiempo actual de espera mínimo es de 3 meses.
En el Jardín de Meditación se puede visitar el lugar de descanso de los restos de Elvis, su hermano gemelo Jesse y sus padres Vernon y Gladys. Aunque Lisa Marie ha expresado varias veces sus deseos de trasladar los restos de su padre y abuelos a otro sitio más privado, el lugar no sería lo mismo sin este particular mausoleo.
El frente de la mansión se encuentra el denominado “Museo de Aviones”, donde se pueden visitar e incluso acceder a los 2 aviones privados de Elvis, el Lisa Marie, nombrado en honor a su hija, y el Hound Dog II. Son tan pomposos y llamativos como los propios artículos de la casa y los acabados, en especial del Hound Dog II, transporta al visitante a los años 60.
En las inmediaciones de Graceland también está el museo de automóviles; una de las cosas más amadas por El Rey del Rock n’ Roll. Aquí se exponen de manera continua más de 20 piezas entre ingeniería y arte, las favoritas de Elvis y a las que dedicó tiempo para restaurar, conducir y disfrutar.
