Algo se cuece en Shoreditch y seguro que es delicioso.
Cuando se piensa en países con extensos legados gastronómicos, Francia, Italia o España son probablemente los primeros en venir a la mente.
Y es que muy poca gente se plantearía el Reino Unido como un destino digno de un comidista sibarita en busca de buena cocina. La comida británica no sólo carece de reconocimiento internacional, sino que directamente tiene fama de ser de las peores del mundo.
La comida en Inglaterra es conocida por ser pobre y muy cara. Y es por este motivo que en mi último viaje a Londres me propuse encontrar algunos de los secretos culinarios que esconde la capital británica.
Investigando en internet me topé con Eating London Tours, que ofrecen tours gastronómicos en el East End londinense. Estos recorridos son de máximo 12 personas e incluyen visitas a distintos lugares como son mercados, restaurantes, tiendas, panaderías y pubs.
Ya que la zona este de Londres era para mí terreno desconocido, decidí apuntarme al tour y ver lo que este fascinante distrito tenía para ofrecerle a mi paladar (y mi barriga).
Aunque el tour empezaba a las 10 de la mañana, yo a las 8:30 ya estaba dejando mi pequeño hotel en el West End para dirigirme a Liverpool Street Station, estación del corazón de la City londinense que a la vez es la más cercana al punto de encuentro del tour, el Old Spitalfields Market. Como no controlo muy bien los tiempos de desplazamiento entre el este y el oeste llegué con tiempo de sobra para echar un vistazo a la zona.
El mercado de Spitalfields, con una historia que se remonta al siglo XVII, es uno de los mercados más antiguos del este de Londres y uno de los principales testigos de la regeneración urbanística del barrio. Empezó como un mercado de venta de carne, vegetales y frutas y en los últimos años se ha reinventado para acoger artesanía, arte y moda.
El sábado en el que lo visité había una feria de moda y objetos vintage.
Por fin llegada la hora del comienzo del tour acudí al Daily Grind, un café que se encuentra en las instalaciones del mercado. La guía del tour, Nicole, es una expat australiana de ascendencia italiana asentada en Londres. Su primera frase antes de partir fue: “Espero que no hayáis desayunado”.
El grupo era bastante amplio, constaba de doce personas, para mi sorpresa, la mayoría eran británicos, con una amplia representación de norteamericanos también.
Partimos hacia el primer lugar en nuestra ruta, un restaurante con aire refinado llamado St John Bread and Wine. Aunque el lugar incluye “bread and wine” (pan y vino) en el nombre, su logo es un cerdo, dentro entenderíamos el porqué.
En su interior nos estaba esperando una mesa montada y lo que parecían ser bocadillos de carne.
Los bocadillos resultaron ser de bacon y más que por St John, parecían haber sido confeccionados por el mismísimo Dios. Los sandwiches se acompañaban con una fantástica salsa agridulce.
Ese había sido tan solo el desayuno, el resto de la ruta prometía.
La siguiente parada fue para contrarestar el bacon con algo de dulce. The English Restaurant es un establecimiento que se encuentra muy cerca del mercado de Spitalfields, allí probamos el banana bread pudding (pudin de pan con plátano), un plato que nació en las zonas humildes de las ciudades inglesas y que consistía básicamente en pan duro con leche. Actualmente se ha aburguesado, ya no se utiliza pan viejo y se le añaden sabores que van desde la vainilla hasta distintos tipos de frutas.
Una vez explorada la primera opción dulce de la mañana, nos dirigimos de vuelta al mercado para saborear algunos de los quesos franceses e ingleses de la casa Androuet. De los quesos que nos ofrecieron, mi favorito fue el azul Stilton.
Después de algo tan pretencioso como una cata de quesos, la única forma de continuar el tour era comiendo en un sitio de comida popular. Y así es como acabamos en Poppies Fish and Chips. Un lugar que parece sacado de otra era, con una decoración de los años 40 y el mejor fish and chips de Londres.
Para bajar las ingentes cantidades de comida que acabábamos de consumir, nada mejor que un pub tradicional británico, más específicamente The Pride of Spitalfields, un pequeño y acogedor pub de barrio con excelentes ales y sidras.
El break en el pequeño pub fue perfecto para apaciguar mi estómago, que ya se encontraba al borde de la plenitud. Tras el pequeño descanso y un par de copas de sidra, nos dirigimos a nuestra siguiente parada en pleno Brick Lane, estabamos listos para algo de curry en Aladin.
Aladin está considerada la mejor casa de curry de Brick Lane, que a su vez es el mejor lugar de Londres para comer comida india, bengalí y paquistaní. En Aladin pudimos probar dos variedades diferentes de curry de distintas intensidades. Yo que soy fan de la comida india me quedé con ganas de más.
Pero mi estómago ya iba a reventar y aún quedaban dos paradas en nuestra ruta, por lo que tenía que dejar algo de espacio.
Después del curry nos dirigimos a Beigel Baker, uno de los lugares más populares de Londres para comer Bagels, un tipo de pan tradicional judío que puede ir relleno de distintos ingredientes, nosotros probamos el de carne ahumada con pepinillos mostaza tradicional, estaba espectacular.
Con la poca hambre que tenía nos dirigimos al final de la ruta, un restaurante ubicado en una antigua fábrica de galletas llamado Pizza East. Afortunadamente para mi estómago, el menú no incluía pizza, sino uno de los postres más celebrados del local, su salted caramel chocolate tart, una tarta de chocolate con caramelo y sal. Sí, he dicho sal.
El contraste entre el dulce del chocolate y la flor de sal de la tarta fueron la guinda en el pastel de un día perfecto.
Eran casi las dos y había pasado toda la mañana comiendo. Desafortunadamente el precio del tour de EatingLondon no incluye un pase de gimnasio.
Detalles del tour
Días: Todos los días excepto domingos y fiestas nacionales.
Horarios: 10 am.
Lugar de encuentro: Daily Grind – Old Spitalfields Market
Lugar donde finaliza: Parada de metro de Shoreditch Street
Precio: 65 GBP
Idioma: Inglés
Reservas: Página oficial
Acabo de ganar dos billetes para hacer ese tur, y tengo muchas ganas de ver como es, especialmente como soy londoniense y creo ya que ya conozco la comida de mi ciudad…pero parece que va sorprenderme!
Sr. Embajador, no me gusta que se entere usted de estas rutas antes que yo ;-) ¡Me la apunto para cuando regrese a Londres! Besote