Una de las joyas de este pequeño país es Kotor, un pequeño pueblo costero ubicado en el golfo homónimo y que tiene uno de los centros históricos medievales mejor conservados de Europa.
Sus murallas defensivas construidas por los venecianos se encuentran prácticamente intactas y resguardan el principal reclamo turístico de la zona, el casco antiguo de Kotor.
La influencia veneciana de Kotor es palpable, especialmente en su arquitectura y la abundancia de plazoletas.
Pero el pueblo es sólo parte del embrujo que ejerce esta región de los Balcanes, la costa del Golfo de Kotor es una de las zonas más montañosas y abruptas del Adriático. Los acantilados se precipitan hacia las aguas turquesa formando abruptos precipicios y uno de los paisajes más hermosos de la región mediterránea.
Kotor es fácilmente accesible desde Dubrovnik mediante un servicio regular de autocares que conecta Croacia con Montenegro.
