Si llevas algo de tiempo siguiendo este blog, sabrás que soy muy de viajar a mi manera y, salvo contadas excepciones, no suelo contratar tours organizados (por norma general). Soy un fiel defensor de ver las ciudades de una forma independiente y de descubrir sus colores de manera individual, de ahí también que me guste tanto viajar solo.
Dicho esto, también soy completamente capaz de entender el valor que un guía experimentado y experto puede aportar a la experiencia viajera, desde acceder a sitios a los que normalmente no podrías, hasta ayudar a saltar las barreras del idioma, pasando por recomendar los mejores restaurantes donde comen los locales.
¿No estás seguro de cuándo es necesario un guía o un tour? Estas son mis sugerencias para ayudar a determinar cuándo vale la pena contratar a un guía turístico.
Cuándo contratar a un guía turístico
1. Cuando dispones de muy poco tiempo en la ciudad
Un guía experto puede aportar contexto y conocimiento a cualquier visita turística, cosa que nes muy necesaria cuando se tiene muy poco tiempo para pasar en un sitio.
Este problema es común en la vida moderna – de ahí las populares series de posts de ’24/48 horas en…’ que salen en todos los blogs de viajes con regularidad.
Si no llevas una Lonely Planet contigo, o una copia impresa de las recomendaciones de algún blog, lo más recomendable es contratar a un guía personalizado que pueda ayudarte a visitar los sitios típicos de una ciudad y (si es un buen guía) a descubrir sitios únicos a los que no todos los turistas acceden. Por ejemplo, Unique Tours Factory se especializa en ofrecer experiencias únicas de alta calidad mediante guías profesionales que ofrecen visitas innovadoras.
Durante una parada de crucero
Este es el punto anterior llevado al extremo. Cuando viajas en un crucero, tienes muy poco tiempo para visitar las ciudades en las que paras, por lo que un guía o tour organizado es la mejor forma de aprovechar al máximo posible, las pocas horas de las que dispones.
Cuando repites lugar
Si vas a visitar un lugar que has visitado innumerables veces antes, como la ciudad natal de tus suegros o la misma ciudad en la que has estado vacacionando desde que eras pequeño, contratar a un guía que te puede dar una perspectiva poco convencional de un lugar que ya es familiar.
Aunque hayas visitado Nueva York, Roma o París innumerables veces, un guía con talento y con un montón de conocimiento local siempre tendrá algo que ofrecer para enriquecer la experiencia.
Durante unas vacaciones en lugares peligrosos o caóticos
Si tu destino tiene una reputación calles peligrosas o impredecibles (como mi viaje a Venezuela) la contratación de un buen guía no sólo te puede ayudar a ahorrar tiempo, sino también a mantenerte a salvo del peligro y de situaciones potencialmente estresantes.
Durante visitas a lugares muy turísticos
Un buen guía sabrá siempre las mejores horas para visitar las atracciones, cuándo los precios son más bajos, qué lugares puede omitir, cómo evitar las horas punta, lo que está cerrado o en obras, y una cantidad de trucos y tácticas que te ayudarán a sacar el máximo provecho al viajar a un lugar muy visitado.
En ocasiones, los guías también tienen acceso o tarifas especiales.
Una buena guía podría traer al Taj Mahal temprano en la mañana antes de que llegue toda multitud, o gestional un tour privado nocturno de Roma.
En estancias largas
Cuando te vas a quedar por más de unos pocos días en el mismo lugar, por ejemplo si vas a quedarte dos semanas de vacaciones en Berlín, puedes considerar contratar un guía turístico para el primer par de días, para ayudar a orientarte al principio del viaje … o tal vez simplemente para tachar todas las ‘visitas obligadas’ de la lista y dedicarte a vivir la ciudad de una forma menos ‘guiri’.
Alternativamente, se puede contratar un guía al final de la estancia cuando ya has visitado la mayoría de atracciones obvias y te apetece acceder a un conocimiento más profundo o más íntimo del lugar.
Durante la visita a destinos históricos
En los lugares que son excepcionalmente ricos en importancia histórica o cultural, un guía experto puede ofrecer una profundidad de experiencia y un conocimiento a la que ninguna guía de papel o audioguía podrán jamás llegar. Un buen guía puede explicar los mitos detrás de las tallas complejas en un templo griego, o proveer contextos sobre el por qué los Incas abandonaron Machu Picchu.
En un viaje de aventura
Escalada, buceo, pesca de altura, rafting … a menos que seas un experto absoluto en todos los géneros de turismo de aventura, la contratación de un guía puede ser casi una cuestión de vida o muerte.
Mi viaje en canoa al Salto del Ángel, por ejemplo o aquel baño con leones marinos en Perú no habrían sido posibles sin la presencia de personal cualificado para realizar dichos tours.
Cuando las barreras del idioma pueden ser graves
Durante la visita a un lugar cuyo idioma no dominas, y donde es muy poco probable que la gente hable castellano o inglés, un guía local que hable la lengua autóctona puede ser muy valioso en innumerables maneras.
Para la logística en viajes a destinos ‘complicados’
Las molestias que supone el comprar billetes de tren o vuelos domésticos, hacer reservas de hoteles que no estñen online, controlar de los horarios de las distintas oficinas y atracciones, averiguar qué hacer cuando se tiene algún problema. Todo esto se hace mucho más fácil si cuentas con un buen guía. Si estás de vacaciones y no deseas tener estas tareas mundanas durante el viaje, un guía turístico puede ser una buena opción.
Cuando no se desea conducir
Hay un buen número de razones para no querer conducir durante un viaje. La contratación de un guía turístico para conducir por ti puede ahorrarte muchos dolores de cabeza y distracciones no deseadas.
Y tú … ¿Cuándo has encontrado útil contratar un guía local ? Si te gustaría descubrir los mejores mercados de Londres o ir en una gira de artistas por la Riviera Francesa, visita el sitio web de Unique Tours Factory.
Nota: Este artículo ha sido patrocinado por Unique Tours Factory, si bien las opiniones vertidas son propias.
