Nunca me han llamado mucho la atención los cruceros, desde siempre me han parecido una forma de viajar que no encaja para nada con mi estilo. Sin embargo, últimamente me han ido apeteciendo más.
Después de años dándole la vuelta al mundo “a mi bola”, supongo que lo que más me preocupa del crucero es el no tener control sobre el itinerario y los lugares a visitar. Por otra parte, y aún sabiendo que me contradigo, me llama la atención el poder experimentar unas vacaciones en las que no tenga que pensar en qué hacer al día siguiente porque ya está todo programado. La clave entre ambas cosas es elegir un crucero que te lleve a todos los lugares que te interesan.
Para ayudar a dar forma a la diatriba emocional por la que estoy atravesando, he creado este post sobre ventajas y desventajas de los cruceros. A diferencia de la mayoría de artículos en este blog, la idea no es proporcionar consejos, sino recibirlos y a la vez ayudar a todos aquellos que aún no sepan la respuesta a la pregunta: ¿son los cruceros para mí? a llegar a una conclusión.
Así que esta es mi lista con mis pros y contras personales de viajar en crucero. Como ya menciono anteriormente no soy ni de asomo un experto en este campo, por lo que todo comentario será bienvenido.
Lo económico
– Desde el punto de vista económico, viajar en crucero me parece una forma de ver más por menos. Pagas por el viaje entero y no tienes que segmentar los gastos, además son normalmente tarifas reducidas y, para algunas, incluso puedes encontrar descuentos especiales como los de Cupón.es que tiene ahora mismo para Logitravel y en los que podría ahorrar hasta 250€ si me decidiese a dar el salto a esta nueva forma de viajar. Así que un crucero no tiene que salir por un riñón.
– Eso sí, normalmente hay que agregar tasas, propinas y otros gastos asociados, que con un hotel de toda la vida no tienes.
– Además de los descuentos mencionados anteriormente, un crucero es un hotel que se mueve, por lo que transporte y alojamiento van en un sólo paquete y al final si lo sumas todo, sale más barato que hacerlo todo por separado.
El control
– Soy un poco “control freak”, y lo de no poder ajustar itinerarios, agendas y visitas me da algo de miedo. Pero sí que es verdad que el tiempo que pase navegando puedo usarlo para ir informándome del próximo destino y así ir a tiro hecho en cuanto lleguemos a puerto.
– Por otra parte, como menciono más arriba, no tener que ir con el tiempo contado corriendo entre aeropuertos y estaciones puede que sea un alivio al estrés que normalmente suponen los viajes auto(¿inflingidos?) gestionados.
Los itinerarios
– Una de las ventajas indiscutibles de un crucero es que puedes abarcar mucho terreno (¿mareno?) en poco tiempo. Un día estás en Barcelona y al siguiente en Roma, Nápoles o Vladivostok, así, sin pensarlo.
– Por otra parte, esta rapidez me genera el estrés de no estar suficiente tiempo en un sitio para vivirlo. Pero también me gusta la idea de dejar cosas pendientes en cada ciudad que visito y así tener una buena excusa para volver.
La experiencia
– ¿Barra libre? Me apunto ¿Media pensión? ¿Dónde firmo? ¿Cenas temáticas? Uy. El tema entretenimiento a bordo no es lo que más me atrae, pero ya que estamos habrá que probarlo.
– Eso sí, tener spa, piscina, jacuzzi y todas las instalaciones de un hotel de cinco estrellas ya me gusta un poco más.
– Es un lugar social. Y eso me tira un tanto para atrás teniendo en cuenta que soy un introvertido de calidad superior cuando no estoy en mi elemento.
Conclusiones
Así rápidamente creo que, si bien no es el único tipo de vacaciones que me gustaría tener, ya que en la variedad está el buen gusto, en cuanto se me presente una oportunidad voy a intentarlo. Y estos son mis motivos:
– Hay distintos tipos de crucero para distintos tipos de audiencia. Los hay temáticos, los hay de sol y playa y los hay de birring como raison d’être e incluso uno para descubrir las tierras de los Vikingos.
– Entre viajes mochileros gourmet siempre puede haber espacio para algo más convencional.
– Todos estamos de acuerdo en que tengo que dejar de lado mi tendencia a controlarlo todo.
– Lo de comer y beber salvajemente de más está decir que alínea todos mis chakras.
– Puedo hacerlo por lugares en los que ya he estado, para no sentir que me estoy perdiendo de nada. Barcelona – Nápoles – Atenas y vamos que nos vamos.
– Socializar es bueno.
Pues eso, todo esto para contar que la próxima vez que me surja la posibilidad de ir de crucero, creo que no diré que no.
Me parece que puede llegar a ser una aventura extraordinaria saber que todo el tiempo vas a pasar sobre el océano y recorrer el mundo con todas las comodidades y aun precio módico, tiempo para sacar el estrés conocer gente nueva realizar otras actividades que ofrecen en los cruceros.
Aparte de ser mas económico es una manera diferente de tomarse una buenas vacaciones , de esta manera pasa mas relajado y tiene todos los servicios a su disposición. Si está acostumbrado a realizar viajes en avión y tiene la oportunidad de ir en un crucero esto sería algo bueno para salir de la rutina y vivir cosas nuevas