Gdansk (se pronuncia Guedanski) es el puerto principal de Polonia, capital de la región de Pomerania y la cuarta ciudad por población del país.
La ciudad, ubicada a orillas del río Motlawa, tiene una historia compleja marcada por la intermitencia de dominio alemán y polaco y con dos períodos de autogobierno. Desde 1945 pertenece oficialmente a Polonia.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Gdansk, también conocida como Danzig en alemán, al igual que muchas otras ciudades europeas, quedó reducida a poco más que cenizas. Actualmente la ciudad ha sido reconstruida casi por completo, poniendo en pie sus coloridos edificios y restaurando su antiguo encanto.
Actualmente, Gdansk es un destino perfecto para el fin de semana, tanto por las atracciones propias de la ciudad como por las amplias posibilidades que ofrece para desplazarse a otras ciudades del norte y centro de Polonia, tales como Gdynia, Sopot o Torum.
La colorida Ámsterdam del Báltico
La primera cosa en la que me fijé nada más llegar a Gdansk fue en su arquitectura. Los fuertes vínculos entre la ciudad polaca y los Países Bajos es bastante evidente y se refleja claramente en sus edificios, que parecen réplicas exactas de los que podemos encontrar en Ámsterdam o Flandes, la única diferencia: el colorido. Mientras los edificios flamencos suelen ser de ladrillos rojos o marrones, en Gdansk, las edificaciones manieristas están pintadas de vivos colores, lo que le da a la ciudad un aspecto mucho más alegre e impresionante.
Un coloso medieval
La época de oro de Gdansk fue defiitivamente la Edad Media, durante esta época, la ciudad fue un importante centro económico y cultural, impulsado en gran medida por la importancia de su puerto fluvial y las conexiones con el resto de ciudades de la Liga Hansiática.
Durante el Medioevo, se perfilaron obras muy importantes para la ciudad como el canal, el Gran Molino o la Grúa del puerto.
Gdansk, ¿qué ver?
Lo primero que hay que saber es que Gdansk es de por sí un monumento, lo que hay que ver en Gdansk es Gdansk en sí mismo, además, la ciudad está llena de inmensos monumentos y pequeñas joyas llenas de encanto.
La parte más antigua de la ciudad se encuentra unos cuatrocientos metros al sur de la Estación Central, pocos edificios medievales se conservan aún en pie, pero los que hay son impresionantes.
El más prominente de los edificios medievales es el Gran Molino, una construcción inmensa y cubierta de tejas que data de 1350. En su momento fue el edificio industrial más grande de Europa. En su interior funcionaba un molino de trigo, numerosos almacenes y tiendas. Actualmente aloja un centro comercial bastante hortera.
Junto al Molino se encuentra el monumento al astrónomo Hevelius y el ayuntamiento antiguo de Gdansk, de estilo manierista holandés, además de una pequeña casita de madera al más puro estilo Blancanieves en donde hay un hostel y un restaurante.
Más al sur encontramos el Mercado Central de Gdansk, que se erige en el lugar que una vez ocupó el castillo de la ciudad, del que sólo queda una torre. Los puestos callejeros de alrededor del mercado son los mejores lugares para degustar una comida rápida. La fuerte influencia alemana dejó su profunda huella en la gastronomía de la ciudad, las salchichas con champiñones sofritos son algunos de los platos que se pueden comprar en la zona.
Dominando el skyline de la ciudad, se erige la Iglesia de Santa María, construida entre 1343 y 1502, es actualmente la iglesia gótica de ladrillo más alta del mundo con 77 metros de altura. La estructura es una mole de ladrillo marrón que impresiona por sus dimensiones. Es posible subir los 400 escalones hasta la cima de su campanario desde donde se pueden apreciar vistas de la ciudad.
Desde la iglesia hasta el río se extiende una de las calles más bonitas de Gdansk, la calle Mariacka, repleta de tiendas de souvenirs, ámbar y dulces tradicionales. La calle Mariacka puede parecer una trampa para turistas, pero al caer la tarde, cuando las tiendas han cerrado, el verdadero encanto de la calle sale a relucir.
El río Motlawa es la espina dorsal de Gdansk, fuente de su riqueza y eje turístico y de ocio oficial de la ciudad. El paseo fluvial o Dlugie Pobrzeze, es una de las calles peatonales con más vida de la ciudad. En ella podemos encontrar vestigios del que fuera uno de los puertos más importantes del Báltico, como la gran grúa , la más potente de su época o el Museo Marítimo Central, que se encuentra en unos graneros reconvertidos al otro lado del río.
Para el final he dejado la que sea probablemente una de las calles más bonitas de Europa, Dlugi Targ, una calle llena de palacios pertenecientes a las familias potentadas de Gdansk, en la que además se encuentra el ayuntamiento nuevo y el símbolo de Gdansk, la fuente de Poseidón.
Hola! Me ha gustado mucho tu artículo. Yo iré a Gdansk dentro de dos semanas y me ha ayudado mucho la información que nos das. La complementaré con esta ruta [link eliminado por spam] , sin olvidarme de esa salchicha y esos champiñones! ; )
Fin de semana en Gdansk, Polonia http://t.co/31jsHG1R
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@MC Wizzair tiene vuelos directos desde Barcelona y creo Valencia, si no a Varsovia y en tren
¡Qué preciosidad! voy a ir preparando la próxima escapada ;)
¡¡¡Qué curioso!! Es increible lo mucho que se parece a Amsterdam!!Por cierto, ¿cómo se llega hasta esta ciudad? ¿Cuál es el aeropuerto más cercano?Saludos
Excelente recorrido por esta joya de ciudad! Felicidades por el post!