Abrí los ojos al notar que las luces del autobús se habían encendido. Tardé unos segundos en darme cuenta de que ya no nos movíamos. La luz del amanecer no había hecho aún su aparición. Llegaba a Valencia a la hora prevista, el autocar Supra de Alsa no se había retrasado por mucho que yo lo desease en mi mente. Y es que las 5:30 de la mañana es muy temprano para llegar, o muy tarde, depende de la perspectiva.
A diferencia de mi viaje en autobús de Barcelona a Salamanca de hace un año, el trayecto a Valencia había sido más cómodo y menos tortuoso para mi espalda. Es increíble la diferencia que hacen un trayecto más corto y un asiento más cómodo.
Debo confesar que no había planificado absolutamente nada de mi viaje de fin de semana a Valencia. Sabía que llegaría pronto y aún así no contaba con un plan de acción. ¿Qué iba a hacer hasta que pudiese entrar en mi habitación?
Con las mismas me bajé del autocar y, tras una visita rápida al baño de la estación, me dispuse a caminar rumbo centro.
Se notaba que era la madrugada del sábado. La zona de bares del barrio del Carmen aún estaba repleta de fiesteros en estado de embriaguez considerable, la mayoría dispuestos ya a marcharse a casa.
Después de deambular durante una hora más o menos llegué al Mercado Central de Valencia. No eran aún las siete de la mañana, pero la ciudad ya empezaba a despertar.
Saqué mi cámara y me dispuse a hacer la primera visita turística de ese finde.
Construido a principios del siglo XX, la estructura del Mercado Central es diáfana y ligera, típica del modernismo y la arquitectura del hierro. Está rematado por mosaicos de cerámica y cuenta con tragaluces de cristal que permiten que la luz natural inunde el recinto (característica apreciable si se visita el mercado en horas tempestivas).
Como la gran mayoría de mercados en España, los productos principales a la venta en el Central eran carnes, quesos, especias, frutas y verduras. A diferencia de la Boquería de Barcelona o el Mercado de San Antón de Madrid, no ví en esta plaza ningún puesto de comidas preparadas.
Lo que sí había era una cafetería en la cual me detuve para desayunar un croissant y tomarme un café mientras recargaba la batería de mi teléfono.
Después de recargar pilas (literales y figuradas) volví a dar una vuelta por el mercado para hacer unas últimas fotos aprovechando que ya había salido el sol. Fue interesante ver que ya había clientes comprando en los puestos. Yo pensaba que el sábado no empezaba hasta después de mediodía.
El mercado es, sin duda, una de esas atracciones que hay que ver en Valencia.
Datos Prácticos
Mercado Central de Valencia
Plaza del Mercado, 1
46001 Valencia, España
Teléfono: 963 829 100
El mercado genial de Valencia es genial aunque en la ciudad se echa de menos alguno tipo el de San Miguel en Madrid para tomarse unas tapas, pintxos o picar algo.
He caído en este artículo buscando información sobre mercados en general. Llevo viviendo 4 años en Madrid y he de decir que como el Mercado Central de Valencia, no he conocido ninguno y mira que en Madrid hay unos cuantos. Genial artículo!
El Mercado Central de Valencia http://t.co/Awa8GPWr
La verdad que las fotografías y las descripciones de estos lugares están impresionantes, te felicito mucho, me dan muchas ganas de realizar un [url=http://www.australnatura.es][color=blue]viaje de aventura[/color][/url] luego de leer esto. Buen aporte
La verdad que las fotografías y las descripciones de estos lugares están impresionantes, te felicito mucho, me dan muchas ganas de realizar un <a href="http://www.australnatura.es"><strong>viaje de aventura</strong></a>, luego de leer esto. Buen aporte
Aventuras de Cicerone ? El Mercado Central de Valencia (vía @xixerone_) http://t.co/6LStMa84
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