Este es un artículo invitado por parte de Aitor Iturria,
Chile es para los jóvenes españoles lo que fue Alemania para sus abuelos, un país con oportunidades. Por esta razón, el índice de emigrantes peninsulares con rumbo a este estrecho país andino no para de subir. Un dato que lo refleja claramente: el número de visados de residencia emitidos por el gobierno chileno a españoles se incrementó, entre 2012 y 2013, un 135’5%.
Los motivos que llevan a Pepe a emigrar a Chile son varios, pero dos lideran la tabla: la buena salud de sus finanzas y el idioma. Según datos del Banco Mundial, el país cuenta con una de las economías más estables de todo America de Sur. Su crecimiento, desde el año 2010 ha rondado el 5% y se espera una tendencia similar, por lo menos, durante el 2014 (España, en 2010, decreció un 0’3 y para el 2014, si sigue habiendo país, se espera un “crecimiento” del 0’0%). Sobre el tema del idioma, ¿qué decir que no se haya dicho ya? Según diferentes estudios, España, es uno de los países europeos que peor habla la lengua de Shakespeare.
Otro factor que favorece la llegada es que, a diferencia de otros destinos igualmente prósperos, Chile pone todo tipo de facilidades para el español recién bajado del avión. Al llegar disponemos de tres meses de visado turístico que, de no encontrar trabajo (o de encontrar uno que no vaya provisto de contrato), puede ampliarse por igual periodo de vigencia cruzando la frontera. Como esta renovación transfronteriza se puede realizar un número ilimitado de veces son multitud los inmigrantes occidentales que recurren a ella, tantos, que ya se han estandarizado 3 rutas con ese fin: La Central; que parte de Santiago de Chile, La Norte; que sale de Arica y La Sur; con inicio en Valdivia (o cercanías).
Ruta Central
Santiago de Chile, Chile – Mendoza, Argentina.
La opción más concurrida por ser la que parte de la capital. Un billete con salida y regreso a Santiago de Chile en la modalidad más económica ronda lo 50 euros y cada trayecto se cubre en unas 8 horas. Por esta razón, si nos lo podemos permitir, es recomendable pernoctar en Mendoza. Una de las actividades más interesantes que ofrece la ciudad es un tour de vinos… en bicicleta. La unión de vino y bici pone a prueba, a partir de la segunda hora, los reflejos al manillar. La duración de la actividad es de entre 3 y 7 horas, según el paquete. Durante el invierno (el verano español) puede ser que la nieve obligue a cerrar la carretera que llega a Mendoza, debemos informarnos antes de salir.
Arica, Chile – Tacna, Perú.
Esta es una buena opción para todos aquellos que busquen una oportunidad en el norte del país, o para los que ya hayan recurrido a Mendoza y quieran hacer turismo. Si debemos desplazarnos hasta Arica desde Santiago lo mejor es el avión. Unos vuelos con LAN (Aerolíneas Argentinas) rondan los 100 euros y se demoran 2 horas y 40 minutos. Una vez en Arica hay que cruzar hasta Tacna (Perú). Para hacerlo hay dos opciones. La más económica es dirigirse desde el aeropuerto a la terminal de autobuses y allí tomar uno en dirección a Tacna, el precio es de 1.500 pesos (unos 2 euros). La segunda opción es, directamente desde la terminal del aeropuerto, alquilar un taxi. El precio dependerá mucho del número de pasajeros y de nuestra capacidad de regateo, pero por 3.000 pesos / persona (unos 4 euros) no es una mala opción. La principal diferencia entre una opción y la otra es el tiempo, en la frontera no es lo mismo revisar los 40 pasaportes de los pasajeros de un autocar que los cuatro de los que van en taxi. Si disponemos de tiempo se puede pernoctar en Tacna y visitar algunos de sus atractivos históricos.
Valdivia, Chile – Junín de los Andes, Argentina.
Esta sería la alternativa sureña de Tacna. Todos aquellos que habiten por la zona de la Patagonia chilena, o quieran desplazarse para conocerla al tiempo que renuevan su visado, pueden optar por este pequeño pueblo andino que ostenta el curioso honor de ser ‘La Capital Nacional de la Trucha’. Si partimos desde Santiago los vuelos a Valdivia (el aeropuerto más cercano) salen por algo menos de 100 euros (i/v). Una vez allí hay que coger un autobús que se demora unas 6 horas en llegar al destino. Debemos tomar el transporte en dirección San Carlos de Bariloche y bajar en Junín, que es el primer pueblo después de la frontera. Al igual que en las otras dos rutas, se recomienda pasar la noche en Argentina antes de volver. En este caso podemos realizar diversos trekkings por los Andes que dejarán a más de uno con ganas de volver, y no solo para renovar el visado.
Bonus
Si sólo llevamos tres meses en Chile y todavía no hemos renovado el visado podemos optar por una ruta no tan bucólica, pero mucho más práctica (y barata), desplazarnos hasta la sección de Atención al Público del Departamento de Extranjería y Migración del Gobierno de Chile, en Santiago de Chile, solicitar en el mostrador la extensión del visado de turista y abonar una tasa de 100 dólares americanos. Con este sistema conseguiremos 3 meses más de permanencia en el país. Cabe tener en cuenta que solo podemos renovar a través de la administración una sola vez. Si pasados los 180 días todavía no tenemos visado, deberemos elegir ruta.
Podéis encontrar más información sobre este procedimiento aquí.
Aitor es un periodista, viajero, fotógrafo, camarógrafo y blogger, en ese orden. Actualmente reside en Santiago de Chile pero nada le impediría vivir pasado mañana en Australia (necesitaría un día para el visado). Eternamente freelance de profesión, reporta todo aquello que le parece interesante en su blog personal aitoriturria.com y, algunas veces, en algún que otro medio de prestigio.
Si quieres participar como blogger invitado en xixerone.com, contacta aquí. Puedes ver las condiciones aquí.
¿Hace falta quedarse una cierta cantidad de horas en Argentina o teóricamente se puede salir de Chile y entrar 30 minutos después y de allí conseguir los nuevos 90 días?
/Josefine
Me parece súper interesante el artículo, te felicito por él. ¿Sabes si en la actualidad esto sigue siendo así?
Un saludo