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Consejos para viajar solos: Elegir el alojamiento

Estatua de la Libertad, Budapest

Una guía para elegir el mejor lugar para dormir cuando viajamos solos

Estatua de la Libertad, Budapest
Estatua de la Libertad, Budapest

Viajar en solitario es completamente diferente a viajar en pareja o con amigos. Como single traveller, normalmente tengo otras cuestiones en la cabeza cuando debo buscar sitios para dormir. Por lo general la economía manda, pero otros factores como el destino, la cantidad de días o incluso mis propias ganas de socializar (o no) tienen un papel importante en la decisión final.

Antes de empezar a divagar sobre mis experiencias de alojamiento por el mundo, me gustaría dejar claro que se trata de un artículo escrito basándome enteramente en mis vivencias y opiniones, cualquier semejanza con el mundo real es meramente coincidencia.

Como ya había comentado antes, me considero una persona introvertida, un pequeño bicho raro al que le encanta viajar pero que no siempre está dispuesto a darse un baño de masas cuando se encuentra de viaje, un viajero que secretamente envidia a la gente que hace amigos al instante, pero que se siente agotado tras situaciones sociales y sólo desea acurrucarse con un libro iPad antes de irse a dormir. Gracias a los comentarios en ese artículo me di cuenta de que no estoy solo, que hay mucha gente en esta situación de supuesto antagonismo entre ver el mundo, pasarlo bien y no renunciar a su espacio personal. Y de allí saqué la inspiración para crear pequeñas guías didácticas orientadas al viajero solitario con proclividad nómada.

Estas son las mejores opciones de alojamiento para viajar solos.

Couchsurfing

Es la forma más económica de ver el mundo. Para quien no lo conozca, se trata, en resumidas palabras, de dormir en casa de un particular al que contactas a través de una página web. En muchos casos la superficie para dormir es poco más que un sofá o un colchón en el suelo, pero algunos anfitriones cuentan con habitaciones separadas para huéspedes.

Lo mejor

– Se trata de un intercambio no económico, es decir. El anfitrión abre las puertas de su casa a viajeros de modo altruista o para satisfacer necesidades sociales, hacer amigos, conocer nuevas culturas, aprender idiomas, etc. Por este motivo es una forma muy barata de alojarse.

– Normalmente las personas que hacen de anfitriones son gente amistosa y las relaciones que se forjan a través de este tipo de intercambio pueden llegar a ser para toda la vida.

– El alojamiento es en una casa particular con gente acostumbrada a vivir en la ciudad que visitas, lo que te da la oportunidad de vivir una experiencia local y, dependiendo de la disponibilidad del anfitrión, un guía que sabe los secretos de la ciudad mejor que la Lonely Planet.

Lo peor

– La peor parte del Couchsurfing (al menos desde mi punto de vista) es la limitación que produce llegar a una casa ajena. A todos los efectos eres un invitado en ese lugar y debes seguir las normas y el ritmo al que el anfitrión está acostumbrado.

– Relacionado con el punto anterior, por lo general el Couchsurfing no es totalmente “gratuito”, y no tiene por qué serlo, después de todo, tienes un techo por el que no pagas dinero. Por lo general, la estancia se “paga” en tiempo. Tiempo invertido con el anfitrión, socializando, cocinando, etc. Por este motivo tienes menos flexibilidad que si se tratase de un alojamiento convencional.

– Otra desventaja es que no siempre vas a estar en la zona que quieres quedarte, algunas ciudades tienen pocas opciones de anfitriones para elegir, o los anfitriones pueden no estar disponibles.

– También está obviamente la posibilidad de que acabes llevándote mal con la persona que te hospeda, lo cual a veces no es posible saber de antemano mediante el intercambio de emails.

Consejos

– Si bien se trata de un intercambio no remunerado, lo habitual es llevar un pequeño regalo para el anfitrión. Un recuerdo o alguna comida típica siempre suelen ser las mejores opciones.

– No lo dejes para el último momento, empieza a buscar lugares para quedarte apenas cierres los detalles de tu viaje. Ten en cuenta también que no todos los anfitriones van a estar disponibles.

– Revisa minuciosamente el perfil de la persona con la que vas a compartir espacio. Intenta escoger anfitriones que puedan congeniar contigo en cuanto a actividades, hobbies y estilo de vida. Lee los comentarios y reseñas.

– Habla lo más posible con tu anfitrión antes del viaje, asegúrate de que ambos estáis alineados y maneja las expectativas.

– Lleva siempre la dirección de algún albergue u otro alojamiento como plan B. Nunca sabes lo que puede pasar.

Recursos: Couchsurfing

Albergues

Los albergues son la iglesia de la Congregación de los Santos Mochileros. Baratos, bulliciosos y amigables, son el punto de encuentro de viajeros sociables y cosmopolitas.

hostel

Lo mejor

– Los albergues son baratos. Punto. Aunque está claro que no se puede comparar el precio medio de 2 euros / noche en los hostels de Tailandia con los 30 euros que te puedes dejar en Londres o Barcelona.

– Son el lugar ideal para socializar, sus huéspedes suelen ser amables y las instalaciones por lo general incluyen gran cantidad de espacios comunes para conversar con otros viajeros.

– Por lo general están ubicados en zonas céntricas y/o turísticas, por lo que es fácil ver las atracciones.

Lo peor

– Compartes espacio con hasta 12 personas a la vez si escoges un dormitorio, por lo que tu calidad de sueño (o privacidad) no está garantizada.

– A veces son demasiado bulliciosos o frenéticos.

– La calidad de muchos establecimientos no está garantizada, especialmente en la “Vieja “.

Consejos

– Revisa, lee y relee las referencias de los albergues, la calidad de los mismos puede variar desde “zulo” hasta “palacio” sin que el precio cambie necesariamente mucho.

– Si buscas tranquilidad, intenta evitar los conocidos como “Party Hostels”, albergues en los que nadie parece querer dormir.

– Si tu presupuesto te lo permite, reserva una habitación privada, así podrás socializar en las áreas comunes todo lo que quieras y luego volver a tu santuario personal cuando tu energía social se agote.

Recursos: Hostelworld, Hostelsclub

Hoteles, pensiones y B&B

Es una categoría sobre la que no hacen falta explicaciones. Las he agrupado juntas ya que las tres ofrecen más o menos el mismo servicio al viajero, una habitación privada y un desayuno opcional.

hotel

Lo mejor

– Son omnipresentes. Casi cada ciudad cuenta con al menos uno o dos hoteles, mientras es más complicado encontrar albergues fuera de las grandes urbes.

– La independencia que te otorga el tener tu propia habitación, sin horarios o limitaciones.

– La calidad del alojamiento suele ser más alta que la de las categorías anteriores (discutible).

– Suelen tener gran cantidad de servicios, que pueden ser de pago o no (leer las 5 cosas que odio de los hoteles de 5 estrellas).

– Son el paraíso para los introvertidos que no desean tener ningún tipo de contacto social durante sus viajes.

Lo peor

– Su principal desventaja para los viajeros solitarios es que prácticamente no existen descuentos para los usos individuales de las habitaciones dobles. Es decir, un huésped que viaja solo acabará pagando una media de entre 80% y 100% de la tarifa para uso doble. Incluso las habitaciones individuales suelen tener tarifas que rondan el 75% de la doble (cuando lo lógico es que fuesen del 50%).

– Al igual que son el cielo de los introvertidos huraños, son una pesadilla para los que deseen socializar un poco.

Consejos

– Reseñas, reseñas, reseñas. Tripadvisor puede ser tu mejor amigo para decidir si un hotel, pensión o B&B es para ti.

– Si deseas huir un poco de la introspección y relacionarte con gente, lo mejor es reservar algo en el centro o en una zona animada de la ciudad.

Recursos: Hoteles.com

Apartamentos de alquiler

Apartamento

Una opción que está cobrando auge en los últimos años con la popularización de sites como AirBnB o GoWithOh. Cuenta con dos variantes, una te permite alquilar una habitación en un piso habitado y la otra incluye la casa entera.

Como en todos los casos, la opción más conveniente dependerá del presupuesto y las ganas de socializar que tengas. También del tiempo que te quedes en el lugar. Así, una habitación en un piso compartido puede estar bien para estancias cortas y un piso entero puede servir para vivir una experiencia local en estancias largas.

Recursos: GoWithOh

Soy Luis Cicerone, creador de xixerone.com y viajero incansable. Mis pasiones, además de recorrer el mundo, incluyen los gatos, la comida, las series y la arquitectura.