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El amante de Venecia

 

es una dama pública.

Y debo confesarlo, como tal me atraía más bien poco. En mi psique, Venecia era una meretriz cuyos encantos parecían haber sido ultrajados y expuestos al mundo. Como una noble doncella de increíble belleza que, una vez desflorada, es obligada a vender su cuerpo en el más bajo burdel de los arrabales.

Veía yo a Venecia como a una vieja chabacana, con sus incesantes vaivenes de turistas, sus góndolas impagables y sus tiendas de souvenirs horteras. Un lugar en el que te sientes la mínima expresión de un grupo de voyeurs de baja calaña, de una horda, de una muchedumbre turística.

Y sí, es cierto que en los últimos años y con la llegada del turismo de cruceros, es cada vez más complicado disfrutar del hechizo de esta señora a solas. Sin embargo se dice que una persona puede ser inteligente, pero una horda siempre es tonta y con los turistas pasa lo mismo. Ellos han venido a lo que han venido y cuando acaban la faena se suben la cremallera y se largan. Lo que la mayoría ignora es que, como todas las damas, Venecia tiene un lado escondido, una parte de su ser que no revela a todo el que se le acerca. Es una dama misteriosa sin duda, y quien sabe tratarla descubre los más íntimos recovecos de su alma.

Venecia es una cortesana entrada en años, pero que sabe que la experiencia acompaña a la edad y que muchas otras aspirantes desearían dominar las artes amatorias que sólo ella conoce. La mismísima Roma fracasa en igualar los talentos sensuales de su prima del norte.

Un giro inesperado, un callejón a la derecha, un canal a la izquierda y de pronto te hallas en terrenos aparentemente inexplorados. Y es que Venecia siempre encuentra la forma de hacerte sentir el primero, el único, de conseguir que no sospeches que otros la han desnudado antes.

Y te irás, porque a las cortesanas no se les toma por esposas, se les ama y se les deja.

Y te irás, pero un trozo de Venecia volverá contigo.

 

Soy Luis Cicerone, creador de xixerone.com y viajero incansable. Mis pasiones, además de recorrer el mundo, incluyen los gatos, la comida, las series y la arquitectura.