A Skopje llegué casi por accidente, después de mi periplo a través de Grecia y de descubrir en Tesalónica que existía un tren que por poco menos de 12 Euros paraba en Skopje camino de Belgrado. La intención original era visitar Meteora en Grecia, pero para llegar a los monasterios había que superar un ascenso de hasta cuatrocientos escalones cubiertos de hielo y nieve, así que decidimos, por el bien de nuestros coxis, cambiar la visita de algunos de los monasterios más impresionantes del mundo por una de la capital de una de las repúblicas que conformaban la antigua Yugoslavia; seré sincero: no estaba para nada convencido.
La decisión de último momento acabó siendo un acierto total, Skopje me sorprendió muy gratamente; a lo mejor porque no esperaba nada espectacular, o a lo mejor porque la ciudad tiene algo especial, de eso podéis ser vosotros los jueces, ya que las fotos hablan por sí solas.
Skopje no es una ciudad, sino dos:
La ciudad “europea-soviética”, por llamarla de alguna forma, está formada por los pocos vestigios de palacetes barrocos y art decó que salpican las zonas modernas, construidas en su mayoría en estilo brutalista y futurista, esta zona se expande por toda la parte Sur del río Vardar y por el carácter utilitario de sus edificios es donde vive y trabaja la mayor parte de la población de la ciudad.
La otra ciudad, y quizá la más interesante desde el punto de vista del encanto, la historia, la cultura y el turisteo de toda la vida, es la turca. El barrio turco y su Bazar se encuentran en el norte de la ciudad y consta de pequeñas calles comerciales en las que hay gran cantidad de tiendas en las que se pueden adquirir desde objetos de cuero y joyas hasta antigüedades de la era de Tito. El perfil de este barrio recuerda más a una ciudad de Anatolia que a una antigua república socialista, con gran cantidad de mezquitas y sus respectivos minaretes adornando la vista en todas las direcciones en las que se mire.
El Barrio Turco es además, la mejor zona para disfrutar de un té, un café o degustar alguna de las especialidades gastronómicas de la zona a muy buen precio.
La impresión que me dejó Skopje es que es aún una urbe en construcción, capital de un país que poco a poco se va haciendo un hueco en Europa.
Pues yo estuve en Macedonia este 2011 y entramos en la mezquita de Tetovo mi mujer y yo y nos dejaron hacer fotos de sus pinturas interiores, únicas se podría decir en el mundo islámico pues hay hasta paisajes de Meca con figuras humanas, y a mi mujer la trataron estupendamente, incluso no le hicieron cubrirse la cabeza. De todas formas no creo que que el islam sea representativo de Macedonia pues son minoría, sobretodo están en la parte de Tetovo de donde os comentaba antes.
Que curioso, Xixerone .. en el restaurante que sacas en la 3ª foto de la ristra larga .. en el Mado, estuvimos comiendo el pasado verano Inés, unos amigos más y yo. Cuando he visto la foto, me ha venido inmediatamente a la cabeza la comida =)Gran post para una ciudad que me gustó bastante. Un saludo
Es una pena que no pudiérais visitar Meteora porque por lo que he oído, es un sitio precioso… Pero el cambio tampoco estuvo mal!! Parece una ciudad muy interesante.Saludos
Qué bueno, xixerone! Ya echaba de menos tus posts!
¡Te me adelantaste, güey! Yo también escribiré sobre esta ciudad tan singular. No sabía que se llamara arquitectura brutalista a los tristes y grises bloques de pisos. Muy acertado el nombre, vaya. Macedonia formará pronto parte de la Unión Europea pero creo que tendría que eliminar algunas costumbres como la prohibición de mujeres en sus mezquitas. Incauta de mí, intenté entrar en dos camuflándome entre mis amigos masculinos y fui expulsada como si de un perro sarnoso se tratara. Y te hablo del año 2010.De todos modos el bazar es una zona preciosa y la vida nocturna me gustó mucho.Un saludo!