La Roca Dorada de Myanmar se encuentra localizada en la antigua Birmania, a unas dos horas de autobús de Ragún, capital de Myanmar, más concretamente en Kento.
Su nombre original es Kyaiktiyo, y una de las cosas más curiosas todavía que la propia roca es el viaje que tendremos que realizar hasta el lugar. Al tratarse de un lugar de peregrinación, durante las dos horas de viaje en autobús podremos ver una proyección de un DVD con un discurso de un monje budista.
Durante estas dos horas, podremos ver la leyenda de la Roca Dorada. Resumiendo, esta leyenda nos cuenta que hasta el lugar se llevó un pelo de Buda, que una vez fue colocado en el lugar, se convirtió en la roca que podemos apreciar hoy en día.
Año tras año, miles de peregrinos se dirigen hasta este lugar sagrado, para lo que hay que atravesar tres mil trescientas curvas desde la salida en Kento, lugar donde se encuentra el campamento base.
El medio de transporte es una furgoneta con capacidad para 50 personas. Aunque el viaje se hace algo tortuoso, lo cierto es que vale la pena esforzarse en el momento para lograr llegar a nuestro destino. El problema llega cuando, después de superar todas las curvas y descender del autobús, todavía nos queda una hora entera de caminata para poder llegar a nuestro destino.
El lugar es considerado sagrado para los budistas, aunque lo cierto es que todos los años recibe una gran cantidad de visitantes con el mero objetivo del turismo.
Después de pasar nuestras horas contemplando el majestuoso lugar, podremos comprar recuerdos en los múltiples mercadillos que encontraremos en la zona, y, finalmente, retomar el camino de nuevo de vuelta a Kento.
