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Curiosidades de las góndolas venecianas

Sin duda alguna, cuando hablamos de Venecia, todos pensamos de forma automática en las góndolas que transcurren por sus canales. Sin duda se trata de uno de los mayores atractivos turísticos, por lo que no deberemos abandonar la ciudad sin dar un paseo por los canales a bordo de una de ellas. No obstante, lo cierto es que en los últimos años, el precio del paseo ha aumentado bastante, pero no sería lo mismo si viajamos al lugar y no vivimos esta magnífica experiencia.

Venecia-Italia (17)

En primer lugar tenemos que deducir el origen de la palabra. Al ser un origen tan antiguo, lo cierto es que no llegamos a saber de donde viene exactamente. Algunos piensan que procede de la palabra griega kondi, cuyo significado es “concha”, pero otros optan más por la palabra de origen latino cymbula o cuncula.

Desde finales del siglo VII, las góndolas pasaron a formar una importante parte de la vida cotidiana de los habitantes de la ciudad. En su origen, estas góndolas estaban coloreadas en distintos tonos muy llamativos, de forma que destacaban en el lugar. Actualmente, y debido a una normativa relativamente reciente, todas las góndolas tienen que estar coloreadas en color negro.

La forma de la góndola es larga y estrecha, y en cuanto a su medida, habitualmente alcanza los once metros. Las góndolas más grandes incluso pueden llegar a alcanzar un peso de 600 kilogramos. Aunque lo parezca, lo cierto es que las góndolas no son simétricas lado a lado, ya que su parte izquierda es más ancha que la derecha.

En la parte frontal de la góndola encontramos un detalle fabricado en hierro y que se conoce como ferro, que sirve para proteger la góndola de los golpes.

Como última curiosidad, los gondoleros no hablan en italiano, sino que utilizan un dialecto veneciano muy curioso para comunicarse.

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Estudié Arquitectura Técnica en la UCAM e Ingeniería Industrial en la UNED. Me gusta viajar y he vivido en distintos países. En la actualidad combino mis negocios con mi pasión por la música y la escritura para conseguir vivir plenamente.