La infame aerolínea irlandesa de bajo coste Ryanair sigue demostrando perfectamente que le da igual lo que se diga de ella y que sigue pensando que no hay publicidad negativa. La última noticia en llegar de la conocida aerolínea, a la que yo no le tengo mucha simpatía, viene esta vez con sorpresa.
La cantante británica Lily Allen ha sido la última en sumarse a la lista de indignados por Ryanair. Hace unas semanas la artista publicaba a sus más de tres millones de seguidores en twitter una queja al tener que abonar los ya famosos 40 euros (libras en su caso) para imprimir su tarjeta de embarque en el aeropuerto.
La respuesta de Ryanair: ninguna. Era de esperar que la aerolínea mantuviese el silencio y no comentara nada al respecto, ya que les importa más bien poco lo que hagan o digan sus clientes, sean mega-celebrities o no.
La noticia me deja con varias interrogantes:
1) ¿No Le saldría más a cuenta a Ryanair crear un equipo de Community Management, para tratar con cosas como esta, aminorar la prensa negativa y contraatacar con un equipo de periodistas/bloggers amigos que limpien un poco su maltrecha imagen?
2) ¿Existe la mala publicidad?, o lo que es lo mismo, ¿le seguirán saliendo las cuentas a Ryanair mientras sigan vendiendo vuelos aprecio de piruletas?, ¿algún día la mala prensa les hará cambiar de estrategia?, vale esa es más de una duda.
3) ¿Qué diantres hacía Lily Allen volando en Ryanair?, está claro que la crisis nos afecta a todos, porque si no, es que no le encuentro explicación.
Si tienes respuesta a mis dudas, o a otras que vengan o no a cuento, no olvides ponerlo en los comentarios.
