Este post es el primero de una serie con extractos de los recuerdos y los emails enviados durante mi viaje a la India en Junio de 2010, a algunos puede que os sirva como entretenimiento, o incluso para planificar un viaje a la India o saber qué es lo que espera ser encontrado en un subcontinente que tanta tinta ha hecho correr.
Desde mi adolescencia, nunca tuve miedo a viajar solo, de hecho es una actividad que disfruto profundamente. No tener que rendir cuentas a nadie, esa sensación de libertad de hacer lo que me dé la gana, de comer la comida que me apetezca, de no tener que excusarme por ir a un McDonald's o a un centro comercial y hacer con mi tiempo libre lo que mejor me parezca sin tener que preocuparme por lo que opinen mis co-viajeros.
Después de haber recorrido una buena parte de Europa sin más compañía que mi mochila y mi Lonely Planet sentía que necesitaba nuevos retos, nuevas aventuras, nuevas tierras por explorar y que me supusiesen más dificultad que las que podría encontrar en el viejo continente.
A lo mejor la India no es ya un paraíso por descubrir, el desarrollo económico y sus fuertes lazos con Europa la convierten en uno de los destinos más populares entre mochileros incansables, aventureros aburridos y urbanitas en busca del Nirvana. A pesar de esto, siempre había pensado que ese país tiene algo, un encanto particular, un halo de misterio, de destino salvaje, de territorio para descubrir, de territorio para descubrirme.
La decisión de viajar a la India solo en verdad no fue tan complicada, bastó una idea, una ojeada en lastminute.com una rápida comparación de precios y… voilà!, había comprado un billete ida y vuelta a la India. Gracias lastminute, gracias Jet Airways, gracias Master Card…
Otros Libros de la saga:
Mi aventura India Parte I
Mi aventura India parte II – o de cómo surgen las dudas
Mi aventura India Parte III – lo que Jet Airways se llevó
Mi aventura India parte IV – la Terminal
Mi aventura India ParteV – en el Krishna-móvil
